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Michel Marc, ayer, viendo las labores de montaje en la 'almendra' desde su domicilio en Pío XII.

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Michel Marc, ayer, viendo las labores de montaje en la 'almendra' desde su domicilio en Pío XII. Juan Marín

Una ciudad 'tomada' por el desfile

Logroño se blinda y Vara de Rey y sus alrededores se acostumbran a las restricciones de movilidad | Vecinos y comerciantes se muestran expectantes ante la que se avecina: se podrá transitar, pero con restricciones y medidas de control, sobre todo en la zona de la tribuna real

Javier Campos

Logroño

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Jueves, 24 de mayo 2018, 17:14

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Michel Marc, francés afincado en Logroño desde hace 38 años, se levantó ayer con una clara misión. Salió de casa, utilizó los pasos peatonales habilitados para cruzar la denominada 'almendra' -el entorno donde estos días se levanta la tribuna real en la confluencia de Vara de Rey con Pérez Galdós y Pío XII y avenida de España- y, atendiendo a las instrucciones de la Policía Local, se dirigió al 'chino' de al lado presto y dispuesto a hacer su adquisición.

Apenas unos minutos después, este vecino de Logroño, inquilino de uno de los pisos con vistas privilegiadas en una de las cuatro esquinas donde se concentraba la actividad desde primera hora, estaba de vuelta en su domicilio y procedía a colgar de su balcón la bandera de España recién comprada. «Es lo mínimo que se puede hacer pues yo me siento español», explicaba mientras veía el montaje de la tribuna real y el gran mástil.

Logroño huele ya a Día de las Fuerzas Armadas y los preparativos del desfile militar del próximo sábado -hoy jueves habrá un ensayo parcial del mismo desde Duques de Nájera a Gran Vía a partir de las 22.30 horas- han tomado el centro de la ciudad. La capital de La Rioja se blinda ante «el acontecimiento más importante que ha albergado la ciudad» -palabras del Ayuntamiento-; y vecinos y comerciantes se acostumbran a un 'asedio' que finalizará entre las 15 y las 17 horas -aunque se prevén afecciones hasta el lunes a fin de poder desmontarlo todo y recuperar la normalidad-.

Los concejales de Seguridad Ciudadana, Miguel Sáinz, y de Transporte Urbano, Tráfico y Vías Urbanas, Francisco Iglesias, daban cuenta ayer de los recursos municipales movilizados con motivo del programa de actividades. Más de 360 funcionarios -seis concejalías de 10- implicados en la planificación, diseño y ejecución de unos preparativos destacando la «predisposición y colaboración» ciudadana. El plan de emergencia completará el dispositivo de seguridad para no dejar cabos sueltos.

Las autoridades son conscientes de las «molestias ocasionadas» a unos vecinos que según se acerca el desfile ven más alterada su cotidianidad. «No sabemos si el sábado podremos salir ni entrar», explicaba una vecina de la denominada 'almendra', la zona de máxima seguridad por la presencia de la Casa Real. Desde el Ayuntamiento se precisaba ayer que los vecinos tendrán libre acceso a sus domicilios siguiendo las indicaciones de los agentes presentes en la zona siempre acompañados y previa identificación. Si familiares y conocidos quieren aprovechar para ver el desfile en la zona, eso sí, deberán acceder a los mismos a primera hora, de ocho a nueve de la mañana.

«No sabemos si el sábado podremos salir ni entrar a casa. Nos identificaron hace semanas y ya...»

Vecina de Pío XII

«No abriremos porque aquí se exige autorización y no creemos que nadie venga a comprar zapatos»

Calzados Pompeya

«Nadie me sabe decir si puedo sacar o no terraza... estamos aún pendientes»

Café Sagasta

«La ciudad no se va a parar el sábado (...). Habrá una banda de seguridad para transitar, con restricciones»

Ayuntamiento de Logroño

Y es que es en la 'almendra' donde el tránsito quedará más restringido y controlado. Los establecimientos comerciales de la zona, de hecho, se debaten entre abrir o no. Todos verán sus rótulos cubiertos por la enseña nacional por exigencias del protocolo real. Nada de marcas comerciales en el tiro de cámara que enfoque a sus majestades. «No abriremos porque en esta esquina sólo podrá circular gente con autorización y no creemos que vengan a comprarse unos zapatos», explicaba Sara, de Calzados Pompeya. Otros como 'Lugar de Sabores, 'El Ángel' y 'Oro Caja' abrirán, pero saben lo que hay.

Ya durante el resto del recorrido habrá una banda de seguridad «para transitar», con restricciones, y habrá identificaciones y registros aleatorios. «La ciudad no se va a parar el sábado, afectará sobre todo a la zona centro pero tanto los accesos Sur y Norte como de San Antón al Oeste y de Colón al Este -incluyendo los pasos inferiores de Duques de Nájera y de San Gregorio- estarán abiertos», detallaban los concejales.

Serán 27 las calles afectadas de manera total, parcial o tangencial. Las recomendaciones, en cualquier caso, son de que ese día no se coja el coche. Y a pie, al menos en el recorrido, no se podrá cruzar la calle salvo en los tres pasos peatonales habilitados para ello de 8 a 11.30 horas.

«Nadie me sabe decir si puedo sacar terraza o no», lamentaban desde el Café Sagasta, en Muro de Cervantes. La información, según cuentan comerciantes y vecinos, tampoco ha sido clara y temen que pueda estar sujeta a cambios. «Será un día diferente pero abrir, abriremos», adelantaban en Callaghan a escasos metros de unas de las gradas que ultimaban su montaje donde los viandantes se cruzaban con dificultad.

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