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M. CASADO
SAN ROMÁN
Domingo, 27 de mayo 2018, 19:52
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Los pequeños centros se agrupan en los CRA (Colegio Rural Agrupado) y eso les permite mantener las escuelas abiertas, así como contar con recursos y profesorado especializado. Un ejemplo de escuela rural es la de San Román de Cameros, integrada en el CRA de las Cuatro Villas, con nueve niños. «Hay un tutor toda la semana, y dos profesores especialistas. La atención que se les ofrece es más personalizada y cercana. Estudian en el lugar donde viven y no tienen que desplazarse de un sitio a otro, se enriquecen los mayores de los pequeños y viceversa. Además, la cohesión de profesores y alumnos es muy fuerte y las familias están muy contentas y agradecidas», reconocen Borja F. Martínez, Miriam Gregorio y Laura Fuente, los tres profesores que imparten en San Román.
Pero este tipo de escuelas, donde se mezclan en un aula alumnos de varias edades, también tiene sus contras. «Para el profesor (con peligro en la carretera) tener niños de tan variados niveles nos dificulta el proceso de enseñanza-aprendizaje. Tienes que organizarte de forma distinta y es fundamental que el tutor cuente con apoyo». Aunque ello no está reñido con buenos resultados académicos y con realizar proyectos innovadores, como este año el llamado 'Da color a tu vida'. Con ello, explican los profesores, se busca desde las diferentes asignaturas cambiar el entorno a mejor, basado en «siente-imagina-actúa-comparte». En él han participado alumnos, familias y profesores y se ha traducido en múltiples acciones: talleres de sentimientos y de signos, yoga, huerto escolar, cuentos musicalizados, el Día del Libro...
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