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Ceniceros se dirige al público en presencia de los premiados, sus presentadores y la presidenta del Parlamento . :: justo rodríguez
«Estaremos alerta para evitar privilegios entre distintas comunidades»

«Estaremos alerta para evitar privilegios entre distintas comunidades»

Ceniceros ensalza la estabilidad de La Rioja al tiempo que advierte de la obligación de que la nueva etapa política respete la Constitución

TERI SÁENZ

Viernes, 15 de junio 2018, 23:53

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El discurso institucional ofrecido por José Ignacio Ceniceros en San Millán con motivo del Día de La Rioja estaba probablemente esbozado con mucha antelación, pero el raudo viraje operado en el tablero político nacional le obligó ayer a introducir un apéndice constatando la posición de la comunidad en el escenario recién estrenado. Una postura que, según adelantó ante los cientos de invitados congregados en el patio del Monasterio de Yuso en una mañana que empezó amagando lluvia y acabó a pleno sol, conjugará el respeto institucional con la vigilancia en el cumplimiento de los derechos propios de la región. «La nueva etapa abierta hace una semana en la política española nos obliga a estar alerta para evitar privilegios económicos o sociales entre las distintas comunidades, como garantiza la propia Constitución, por razón de cálculo electoral o interés partidista», declaró aferrado a la Carta Magna como símbolo de unidad y ancla de los derechos fundamentales de toda la ciudadanía.

Completando ese mensaje de prevención ante la coyuntura que pueda deparar el ciclo que ahora se abre, Ceniceros reconoció que «vivimos momentos inciertos» ante los que recetó una triple dosis de lealtad, altura de miras y sentido de Estado con un fin: asegurar la gobernabilidad de España en beneficio de todos sus habitantes. Y todo para «afrontar con urgencia cuestiones clave» de alcance doméstico como el nuevo sistema de financiación autonómica y el reto demográfico. «Ello nos permitirá avanzar en nuestro autogobierno y garantizar la sostenibilidad de La Rioja», apostilló para hilar la cuestión con la tantas veces invocada reforma del Estatuto de Autonomía cuya concreción parece encallada pese al compromiso de (esta vez sí) quedar formalizada en la legislatura que ya encara su tramo final. «Es más lo que nos une que lo que nos separa», animó con la mirada puesta en los representantes del Parlamento que tienen en su mano materializar la reforma, a quienes instó a «estar a la altura que exigen los tiempos» para cerrar un acuerdo en torno a un Estatuto del siglo XXI. «Es una oportunidad única -reflexionó ante el conjunto de la audiencia- para construir una comunidad basada en derechos, alineada con los objetivos de desarrollo sostenible y cada vez más abierta, participativa y solidaria».

La perspectiva de futuro compartió protagonismo con un balance del pasado inmediato por parte de Ceniceros. Recordando la voluntad expresada un año atrás en el mismo escenario de superar enfrentamientos para encarar con garantía de éxito los retos de comunidad, el jefe del Ejecutivo concluyó que el propósito se ha cumplido. «El espíritu de diálogo y consenso en torno a grandes temas de la agenda regional ha dado frutos concretos en todos los ámbitos posibles», destacó para adjetivar incluso de «históricos» algunos de ellos gracias a la capacidad de cesión de todas las partes en beneficio del conjunto. Entre esa gavilla de logros, el Plan de Calidad Democrática o la entrada en vigor de Ley de Renta de Ciudadanía, pasando por el Pacto por la Emancipación de los Jóvenes, el acuerdo por las infraestructuras de comunicación riojanas dependientes del Estado o, más recientemente, la posición común sobre el nuevo modelo de financiación autonómica para garantizar recursos suficientes con que financiar la competencias presentes y futuras. Ejemplos prácticos, a su juicio, de la «nueva gobernanza de la realidad riojana» y una forma de hacer políticas públicas basada en escuchar la voz de la ciudadanía «a través de sus legítimos representantes en torno a un liderazgo compartido y sobre los principios del gobierno abierto».

A partir de ese clima, la creación de empleo y un crecimiento económico paralelo a la promoción social continúan siendo las prioridades innegociables de su Ejecutivo. Así lo aseguró Ceniceros haciendo un nuevo llamamiento a trabajar en consenso. Y no sólo ya con los grupos políticos, sino con la totalidad de los agentes riojanos. En este punto se mostró rotundamente satisfecho del balance de situación que otros cuestionan. «La mejora de la económica riojana es un hecho», sentenció avalando sus palabras con la estadística de la tasa de desempleo más baja de los últimos nueve años. «Es innegable que, al revitalizar el diálogo social, hemos colaborado en la reducción del paro en más de 6.100 personas», planteó. «Más de 6.100 hombres y mujeres que se han incorporado al mercado laboral», abundó para recordar al mismo respecto la reciente aprobación por parte del Consejo del Diálogo Social de un anteproyecto de ley para favorecer la implantación de proyectos empresariales estratégicos que abre un espacio de oportunidad para las inversiones.

Fue el preámbulo para rubricar uno de los valores que más ensalzó el presidente regional a lo largo de su discurso: la estabilidad. Una razonable solidez institucional pese a la pluralidad y el oleaje de cambios a nivel nacional que para Ceniceros constituye una herramienta para hacer frente a los retos estratégicos de comunidad que introdujo en la agenda en cuanto tomó posesión como nuevo inquilino del Palacete. En la cabecera, el desafío demográfico de una sociedad cada vez con mayor esperanza de vida y ante el cual, como advirtió, es indispensable incorporar a las nuevas generaciones.

Pacto intergeneracional

Los jóvenes ocuparon precisamente un rol preponderante en la intervención de Ceniceros. A ellos se dirigió de forma particular no sólo para ofrecerles su apoyo sino para reclamar su intervención activa en la arquitectura del futuro de La Rioja. «Debemos aprender a mirar con los ojos de los jóvenes y volcarnos en su formación y en sus posibilidades laborales», dijo en la convicción de que «una juventud preparada y con oportunidades nos orienta hacia una comunidad con más futuro». «Nadie mejor que ellos para hacer una Rioja mejor y más justa», abundó sin perder de vista a los que dentro de ese colectivo sufren mayor precariedad. Un compromiso que le llevó a proponer sellar un acuerdo social entre generaciones «que asegure unas condiciones favorables para el presente de la juventud», pero que también «haga posible que los jóvenes asuman el mañana de La Rioja», incluyendo también ahí a quienes están lejos. «Los descendientes de los riojanos que tuvieron que marchar en busca de una vida mejor y la nueva emigración, cuyo regreso conforma ese capital joven al servicio del desarrollo económico y social de la comunidad», indicó para condensar su propósito en una idea-fuerza: «Unir generaciones y esfuerzos para hacer frente a los retos de comunidad».

En un escenario tan emblemático como San Millán y en una cita que ejerce como recordatorio y reafirmación del autogobierno, Ceniceros conminó a que el espíritu que impulsó a la ciudadanía riojana en los albores de la autonomía no se relaje y, por el contrario, se reactive por parte de los mismos actores. «Asumí como un deber personal favorecer la participación de los riojanos en el diseño y formulación de la políticas públicas, dando los pasos necesarios hacia un verdadero gobierno abierto», argumentó para renovar ahora la misma intención. «Seguiré trabajando para devolver a los ciudadanos el protagonismo que tuvieron al inicio del proceso autonómico», garantizó avanzando que la próxima Ley de Participación Ciudadana y Colaboración Social incidirá en esa línea.

Fue el momento de vincular la voluntad individual con el músculo de lo colectivo y destacar uno a uno el papel de los cuatro galardonados ayer en San Millán de la Cogolla como paradigma del trabajo presente para configurar el porvenir. «Crear para crecer», sintetizó en tres palabras el presidente del Ejecutivo, quien tuvo un especial recuerdo para las víctimas y sus familiares -«merecen nuestro reconocimiento permanente, aunque el terrorismo haya sido vencido por la democracia»- que conjugó con la llamada a «hacer frente juntos a los intentos de quebrar la soberanía y la unidad de España» bajo la tutela de la Constitución.

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