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EFE
Jueves, 22 de junio 2017, 14:29
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El director general de Caja Rioja en el momento de su integración en Bankia, Jorge Albájar, ha asegurado hoy que esta operación respondió al tamaño de la entidad riojana y al sobredimensionamiento del sector en una coyuntura de crisis y no a problemas de liquidez ni de solvencia.
Así lo ha explicado ante la comisión de investigación del Parlamento regional, constituida, a petición del Grupo Socialista, para aclarar la situación real de la entidad antes de integrarse en Bankia, fundado en tres de diciembre de 2010.
Albájar ha recordado que él se incorporó a la dirección de Caja Rioja en 2004 y el protocolo para la integración de la entidad en un Sistema Institucional de Protección (SIP), junto a otras seis cajas, se firmó en julio de 2010.
Ha afirmado que esta decisión se adoptó después de analizar "con tranquilidad y sin urgencia" varias opciones existentes en España, en atención a las recomendaciones del Banco de España, que es la máxima autoridad contable para el sector financiero español.
Albájar ha recalcado que Caja Rioja, con unos 3.800 millones de euros en activo antes de su integración en el SIP, estaba "bien gestionada", pero ha incidido en que el pequeño tamaño de la entidad la hacía vulnerable a medio plazo por la coyuntura del sector financiero -en pleno proceso de reestructuración- y era preciso que este tipo de entidades formaran parte de un grupo mayor.
Prueba de ello, la entidad riojana, a pesar de su dimensión, presentaba el mejor rating (calificación de riesgo de deuda), según la agencia internacional de calificación "Moody's", que el resto de las seis cajas integradas en el SIP, lo que demuestra su solvencia.
En su opinión, a medio plazo, Caja Rioja "salió ganando" con esta integración, dada la evolución del sector, además de que todos los pasos dados en esta decisión fueron tutelados por el Banco de España y supervisados por una entidad especializada, al igual que realizaron el resto de cajas que formaron el SIP.
Entre otros aspectos, también se ha referido a que, bajo su dirección, se decidió evitar el crecimiento desequilibrado que anteriormente presentaba la entidad en cuanto a los activos y pasivos, fundamentado en el peso del sector inmobiliario.
Así, a partir de 2005-2006, empezó a decrecer el peso de lo inmobiliario en el balance de la entidad y, en 2010, el 60 % de la cartera era de tipo finalista y el 40 % promotor, ha recalcado.
También ha dicho que el cambio en la estrategia que se adoptó durante su mandato trató de evitar la financiación a determinados grupos inmobiliarios, que presentaban un riesgo excesivo a este respecto.
Expediente de Regulación de Empleo
Sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), aprobado en diciembre de 2010, que afectó a unos 70 trabajadores, ha aclarado que no fue consecuencia del SIP y que su salida se realizó en unas condiciones "muy favorables".
La mayor parte de los afectados por este ERE fueron prejubilaciones y bajas voluntarias, para los que, en conjunto, Caja Rioja reservó una disposición algo más de 19 millones de euros.
Albájar ha insistido en que Caja Rioja intentó proteger a la plantilla y cerrar el menor número posible de oficinas -la mayoría fuera de Logroño-, pero ha incidido en que había tal sobrecapacidad de oficinas abiertas en toda España, en la coyuntura que había, que de una manera u otra hubiera sido preciso adoptar estas decisiones.
Sobre la investigación de la salida a Bolsa de Bankia por parte de la Audiencia Nacional, ha dicho que Caja Rioja "no ha sido ni es parte de este proceso".
Ha incidido en la solvencia de Caja Rioja y en que su proceso de integración responde a dar una continuidad a la entidad por su tamaño pequeño y a garantizar su viabilidad en las circunstancias económicas del momento.
Albájar ha respondido, a preguntas del diputado socialista Ricardo Velasco, que Bankia sigue teniendo un número de oficinas muy relevante en La Rioja.
También ha indicado que no considera que la Obra Social de Caja Rioja esté "descafeinada", sino todo lo contrario, ya que, en el momento de producirse la integración, contaba con un patrimonio importante -superior a los 20 millones de euros-, que le permitía seguir desarrollando su actividad en la región.
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