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Los alumnos subieron al escenario para recoger un título fruto del esfuerzo, la constancia y la dedicación. :: fotos: sonia tercero
Una gran familia con toga y beca

Una gran familia con toga y beca

El rector, José María Vázquez, animó a los egresados a «no ser conformistas y aspirar a cambiar las cosas»

Pilar Hidalgo

Domingo, 4 de junio 2017, 00:52

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La constancia, el empeño y la dedicación de años o meses se condensaron ayer en un título y en algunas lágrimas. El título que los más de 700 alumnos de grado y posgrado de UNIR, que ayer acudieron a Logroño a vivir su ceremonia de graduación, recogieron en un escenario montado sobre el albero de La Ribera y las lágrimas de emoción que escaparon de los ojos de muchos de ellos, llegados de hasta 14 países distintos. Para ellos, y para los hasta 11.000 que se gradúan en esta ocasión (pero de los que sólo 700 presenciaron el acto en Logroño), ayer se puso el punto y final a un tiempo de nervios, disciplina y horas y horas dedicadas al estudio.

O no. Porque la profesora titular de Psicobiología y Vicerrectora de Estudios de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Pilar Herreros de Tejada Macua, insistió a los egresados durante su lección magistral sobre el 'Sistema nervioso y responsabilidad humana' en que «el aprendizaje continuo a lo largo de la vida es la mejor garantía para un envejecimiento saludable».

De igual modo, el delegado de los estudiantes, Jorge Domínguez Fernández, animó a sus compañeros, ya con la toga, la beca y el título, a que esta singladura no termine en este punto. «Hemos compartido penas y alegrías, por lo que de aquí no sólo salen egresados y compañeros, sino que esta experiencia nos ha servido también para establecer redes», afirmó.

«Nuestros logros son el resultado de los esfuerzos individuales de cada miembro de este equipo», dijo Domínguez, quien en su emotivo discurso no quiso olvidar a los otros integrantes de la gran 'familia' que compone UNIR. «Los profesores nos han proporcionado unos conocimientos impagables y los tutores nos han animado en los momentos difíciles», señaló.

En la etapa que ahora se abre para los egresados, el rector de UNIR, José María Vázquez García-Peñuela, les instó a «no ser conformistas». «Debéis tener aspiraciones para cambiar las cosas». Y el consejero de Educación, Alberto Galiana, les invitó a vivir este momento como «un punto y seguido». «No os olvidéis de La Rioja y gracias por impulsar el talento y el bienestar de la sociedad riojana, que también es la vuestra», les ofreció.

Luego se cantó el 'Gaudeamus igitur' y la emoción y las felicitaciones dejaron paso a un cóctel.

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