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Martes en Recajo, inauguración de un enlace. :: justo rodríguez
La semana (y uno más)

La semana (y uno más)

JORGE ALACID

Domingo, 28 de mayo 2017, 00:51

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La semana que muere hoy servirá para saber a qué tipo de abismo se arroja el PSOE. También ayudará a despejar las dudas sobre su liderazgo a escala riojana: con César Luena en posición de salida, resulta inevitable leer los resultados del pulso abierto entre Díaz, López y Sánchez como un referéndum tácito sobre la gestión del jefe del socialismo en La Rioja. Y como orientación de hacia dónde sopla el viento por Martínez Zaporta.

L. En situaciones de crisis, partidos, empresas y hasta clubes de fútbol recuerdan a aquellos soldados japoneses que seguían combatiendo aunque la II Guerra Mundial llevaba años finiquitada. Disparaban contra enemigos invisibles. Empuñaban las armas contra fantasmas. Se negaban a aceptar la auténtica realidad, la que cualquiera podía hacerles ver desde el exterior de sí mismos. Así, como boxeadores sonámbulos, los tres rivales en las primarias del PSOE lanzaban por la tele manotazos al aire. Acertaban sólo por pura cercanía. No era difícil: en teoría, militan aún en el mismo partido. Durante su debate, no lo parecían. Los más pequeños de la clase se pegaban puntapiés, confabulados para convertir al mayor de ellos en el único que salió favorecido entre tanta dentellada. Enredados en naderías los dos favoritos, la figura de López se agigantó cada minuto. Lo más probable es que hoy no le sirva de nada. Lo cual dice mucho del PSOE.

Martes. Cuca Gamarra preside la inauguración del foro sobre ciudades inteligentes. Antes de detallar la contribución de Logroño a ese universo donde confluye la tecnología al servicio del municipalismo, se toma unos segundos para reñirnos a los asistentes. Insólito. Pero meritorio. La alcaldesa se pregunta desde el atril dónde están las mujeres: en efecto, por el Espacio Lagares deambula (deambulamos) la masculinidad rampante, un mundo donde sigue vetada la lógica de los tiempos. Entre los hombres que atienden sus palabras, figura el consejero Alfonso Domínguez, pretoriano de José Ignacio Ceniceros. ¿La integración era esto? Ambos salen al unísono a la calle, departen amistosamente, sonríen con la complicidad que debería distinguir a quienes comparten las mismas siglas... Pero bajo las apariencias, hay ruido de sables: al día siguiente Ecoembes inaugura su centro en Logroño y la batalla por el protocolo se recrudece. Gobierno versus Ayuntamiento. Sí, la integración debía ser esto. Por la tarde toca visita ministerial: un himno a la melancolía, como cada viaje del titular de Fomento a La Rioja desde hace algún siglo. La agenda siempre aplazada, tanta promesa incumplida. Intriga saber si quienes asisten al estreno del enlace de Recajo pertenecen al mismo partido. Imposible medir su grado de coordinación.

Miércoles. Hablando de coordinación, noticia bomba: llega a La Rioja una empresa de considerable tamaño y prometedor aspecto. Tal milagro ha sido posible porque antes sus promotores hallaron cooperación en las instituciones, que allegan suelo y cumplimentan el resto de exigencias propias de un proyecto de tal envergadura. Si entre los representantes públicos prendió algún arrebato de celos sobre la cuota propia de protagonismo en el corte de la cinta inaugural, los presentes en Ecoembes no lo detectan. Gentes bien educadas, guardan la compostura, aunque tras esa falsa cordialidad el ambiente sigue enrarecido. Actores principales, los dos rivales de Riojafórum: el ganador, José Ignacio Ceniceros, y la derrotada, Cuca Gamarra. Junto a ellos, el tercer hombre: Alberto Bretón.

jueves. El actual PP y el anterior en algo se parecen: en el triunfalismo ante el penoso avance de las infraestructuras, que en sus palabras lucen una visión esplendorosa a su paso por La Rioja, allá penas la realidad. Preguntados sus dirigentes en el pleno parlamentario, Carlos Cuevas y Pedro Sáez Rojo compiten en displicencia hacia la oposición. Que tampoco varía su discurso. El consejero se pone una curiosa medalla: ha visitado diez veces el Ministerio de Fomento. También asegura que el Gobierno de la Nación trata a todos sus administrados por igual: no ha debido leer el acuerdo del cupo vasco. Y regala un adjetivo que solía emplear su otrora mentor un par de veces cada semana: ese anuncio de duplicar la N-232 en un difuso futuro le parece a Cuevas «histórico». Desde Ciudadanos le responden con ironía: sus diputados aseguran sufrir «dolor testicular» tras la visita de De la Serna. Un dolor contagioso.

viernes. Hasta los más incondicionales de Sanz se espantaban en privado de la mejorable gestión del área de Salud, con el consejero Nieto como diana de las mayores críticas. El martes compareció ante la comisión del 'caso CIBIR', donde despachó una generosa dosis de ese estilo que tantas jaquecas generaba entre los suyos; tres días después, su sucesora presenta su propio modelo sanitario. De la personalidad de Nieto al estilo María Martín: así se puede medir la distancia que separa la antigua Consejería de la actual. O la diferencia entre Ceniceros y Sanz, protagonista del día. Esa primicia de Diario LA RIOJA: el caso de su chalé llegará al Supremo. Su sucesor se encoge de hombros cuando le preguntan su opinión, pero mientras presenta la agenda sanitaria deja esta perla: «Quienes se han opuesto al cambio han perdido siempre».

P. D. Y después del viernes vino el sábado. Y luego llegó el domingo. Como cada semana, aunque con una particularidad: que este lunes no será un lunes cualquiera. En el PSOE retumbará la frase célebre de Churchill: cuando hablan las urnas, sólo hay un ganador. Todos los demás son unos perdedores. Que por una vez tienen un consuelo: les acompaña Sanz en su derrota.

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