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La estación ferroviaria de la capital riojana, una de las grandes obras públicas en la región. :: D. U.
La inversión en obra pública riojana repunta, pero no llega al 40% de la época precrisis

La inversión en obra pública riojana repunta, pero no llega al 40% de la época precrisis

Los 124,5 millones de euros del pasado año mejoran en 53,1 la partida del 2015, el ejercicio más rácano, pero siguen a años luz de los 445,2 del 2009

ROBERTO GONZÁLEZ LASTRA* rglastra@diariolarioja.com

Lunes, 1 de mayo 2017, 00:12

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Apenas un lingotazo en un vaso que sigue medio vacío. Las limitaciones presupuestarias y la austeridad impuesta por la crisis en las distintas administraciones -estatal, autonómica y local- mantienen bajo mínimos la inversión en obra pública en España y en La Rioja. Así se desprende de los últimos informes presentados hace unos días por la patronal nacional del sector, Seopan (Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras), un ente en el que está integrada la riojana CPAR (Asociación de Empresarios de la Construcción y Afines de La Rioja), perteneciente a la FER.

«La actividad de obra pública se hundió en el 2016 con un desplome sin precedentes. La contratación, con una caída interanual del 32%, se situó en mínimos históricos; la licitación cayó el 4%; las concesiones, el 74%; y la actividad nacional de las empresas de Seopan, el 19%», resume el panorama español la patronal, que alerta sobre «el grave freno para la competitividad y el desarrollo del país que supone el déficit inversor en infraestructuras».

En el ámbito riojano, la situación fue radicalmente distinta el pasado año al sumar 124,5 millones de euros, lo que se tradujo en un repunte interanual del 74,4%, impulso considerable que se justifica en el desplome del 2015, cuando la licitación en obra pública riojana tocó fondo, con solo 71,3 millones invertidos. Pese a la mejora, las inversiones están a años luz de las registradas en los años previos a la crisis y sus posteriores recortes, el 58,7% menos que en el 2007 (302 millones) y un desplome del 72% respecto a los 445,2 del 2009, el año récord.

De los 124,5 millones del pasado ejercicio, 56,6 pertenecían al capítulo de obra civil -infraestructuras viarias y ferroviarias, urbanizaciones, obras hidráulicas y medioambientales..., incluidos los mantenimientos-, la cuarta partida más baja de la última década, solo por detrás de los 40,5 del 2015, de los 35,4 del 2012 y de los 52,1 del 2011, y separada por un abismo de los 324,8 respecto al 2009. El grueso de la partida de obra civil se lo llevó carreteras, con 40,3 millones -18,7 en obra nueva y 21,6 en rehabilitación-, otros 7,6 fueron para urbanización, 4,5 se destinaron a obras medioambientales y 3,7 a hidráulicas.

En edificación -obra nueva y rehabilitación de vivienda, infraestructuras educativas, sanitarias y deportivas y edificios administrativos e industriales y terminales de transporte- se invirtieron los otros 67,9 millones, más que el doble de los 30,8 del ejercicio anterior, pero casi la mitad de los 120,3 del año 2009 y lejos también de los 99,5 consignados en el 2007.

En este capítulo de edificación, los 55,3 millones en obra nueva superaron en 41 los rácanos 14 del ejercicio precedente. De ellos, 5,6 pertenecían a infraestructuras educativas y otros 48 a terminales de transporte, 24 desembolsados por las administraciones locales riojanas y la otra mitad desde las arcas estatales, una suma que desde el Ministerio de Fomento, consultado por Diario LA RIOJA, no se supo desglosar o concretar su destino exacto. La rehabilitación aportó al área de edificación otros 12,6, cinco menos que en el 2015.

Sustentada por algunas grandes obras en los últimos años -soterramiento del ferrocarril y Palacio de Justicia, sobre todo-, a la obra pública riojana le llegó el repunte inversor en el 2016 desde las tres administraciones, las mismas que se han visto obligadas a decretar continuos tijeretazos a lo largo de la década. De los 124,55 millones del pasado año, 56,65 llevaban el sello del Estado, el 90,10% más que los 29,80 millones del 2015, pero casi la tercera parte de los 164 del 2008 y de los 172 del 2009, ejercicio en el que tocó techo, para hundirse en el 2012 hasta unos pírricos 3,72 millones. Otros 25,66 millones llegaron el año pasado desde las arcas de la Comunidad Autónoma, la partida más baja de la década excepto los 15,89 del 2015, cuando en el 2009 la cifra llegó a los 148 millones. Por último, los ayuntamientos y el resto de administraciones locales de la región destinaron el año pasado 42,24 millones (16,54 más que en el 2015), en una apuesta inversora que llegó hasta los 190,41 millones en el 2007, antes de que estallara la recesión.

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