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Cada año nacen en La Rioja entre 20 y 25 niños con alguna cardiopatía congénita

Cada año nacen en La Rioja entre 20 y 25 niños con alguna cardiopatía congénita

El avance en las técnicas ha favorecido que el 85% de los bebés con malformación llegue a la edad adulta

Carmen Nevot

Lunes, 17 de abril 2017, 21:16

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El fallecimiento de forma repentina de la exministra de Defensa Carme Chacón por una cardiopatía congénita ha traído a la actualidad el lado más trágico de una patología que afortunadamente no siempre es letal, al contrario, cada vez se detecta antes y su supervivencia es mayor. De hecho, los avances en las técnicas con las que tratar a estos pacientes, incluso las de detección prenatal, han posibilitado que en los últimos años el 85% de estos niños llegue a la edad adulta.

Algunas recomendaciones

  • 1. En las mujeres embarazadas es importante cuidar la alimentación, los suplementos vitamínicos, evitar las infecciones, la exposición a tóxicos, como pesticidas, evitar el tabaco, el alcohol y haber estado vacunada antes del embarazo.

  • 2. Los pacientes que ya sufren una cardiopatía congénita en la edad adulta es conveniente hacer profilaxis de la endocarditis, es decir, tomar antibióticos tras una intervención dental con el fin de evitar, precisamente, la endocarditis.

  • También es muy importante no fumar, no beber, hacer una dieta equilibrada e inmunizarse contra la gripe y contra el neumococo.

  • En paralelo, es recomendable hacer un ejercicio adecuado aeróbico a la cardiopatía de la que esté diagnosticado.

  • 3. Para mantener el corazón sano aunque no se padezca una cardiopatía es importante tener hábitos sanos desde la infancia, como hacer ejercicio, dieta equilibrada, poca sal, pocas grasas, evitar el sedentarismo, el consumo de tabaco y de alcohol.

En torno a esta enfermedad sigue existiendo un gran desconocimiento, pese a que en realidad sea una de las patologías congénitas con mayor prevalencia en el país. Se calcula que ocho de cada mil niños nacidos vivos la sufren. Hablamos, por tanto, de entre 20 y 25 casos nuevos cada año en La Rioja.

Pero ¿qué es una cardiopatía congénita? La explicación la ofrece el jefe de Cardiología del Hospital San Pedro, Luis Alonso. «Se trata de una alteración en la estructura, en la anatomía del corazón que implica una función anómala y que está presente en el momento del nacimiento, es decir, que se ha producido durante el desarrollo embrionario», apunta.

Existen varios tipos de cardiopatías congénitas y su pronóstico es tan variado como el grado de complejidad que tengan. Por fortuna, según detalla Luis Alonso, las más frecuentes son las benignas, como la comunicación interventricular, que representa la tercera parte de todas ellas. En estos casos, por lo general, el problema se solventa por sí solo con el crecimiento y el desarrollo del niño hasta la edad adulta.

Existen otras cardiopatías, como la comunicación interauricular, que al igual que la anterior es una cardiopatía no compleja que tiene un incidencia aproximada del 10%, mientras que la prevalencia de la estenosis pulmonar, también benigna, es del 7%. Enfrente se sitúan las cardiopatías más complejas, como el fallot, con una incidencia del 5%, la transposición de las grandes arterias (5%) y la hipoxia de cavidades izquierdas (3%).

A pesar de que son congénitas y de que pudiera parecer que es un legado de padres a hijos, no siempre es así, es decir, no todas son heredadas. «Es cierto que hay un factor genético, pero también hay de interacción o factores ambientales», resume Alonso. Así, por ejemplo, infecciones como la rubeola están asociadas con la aparición de cardiopatías congénitas, de ahí la importancia de las campañas de vacunación y «del sistema sanitario que disponemos en España para evitar la aparición de estas cardiopatías».

Existen una serie de fármacos que también están relacionados con este tipo de malformaciones, lo mismo que algunos tóxicos. De hecho, «los hijos de madres alcohólicas suelen tener un porcentaje de malformaciones congénitas muy alto», explica. El tabaco y los tóxicos ambientales, como los pesticidas, son otros de los factores de riesgo, por eso es importante tener un ambiente limpio. Las radiaciones juegan también un papel importante en la aparición de las cardiopatías de ahí que siempre se advierta a las mujeres embarazadas de que tengan cuidado con las pruebas con radiación. Finalmente, influye la edad de la madre y las enfermedades que esta pueda tener. Sea como fuere, «el sistema sanitario está enfocado a que el número de cardiopatías congénitas sea el menor posible», insiste.

Diagnóstico en edad adulta

No todas las malformaciones en el corazón se diagnostican al nacer o en edad pediátrica, muchas de ellas se detectan en la edad adulta porque no tienen una repercusión muy grande. Las circunstancias suelen ser muy similares en estos casos, en una revisión rutinaria bien el cardiólogo o bien en atención primaria, se detecta una arritmia y a partir de ahí se hace un estudio completo. En ocasiones, una vez diagnosticada, se puede reparar mediante una intervención percutánea, sin necesidad de cirugía. En la actualidad, en La Rioja también se pueden hacer diagnósticos prenatales, aunque las terapias posteriores no se pueden efectuar en esta comunidad.

Por fortuna, algunas cardiopatías congénitas se pueden prevenir mediante los cuidados ginecológicos, teniendo especial cuidado con la alimentación, los suplementos vitamínicos, evitando las infecciones, la exposición a tóxicos, el tabaco, el alcohol y estar al día con el calendario de vacunación antes del embarazo.

Si el paciente ya sufre una cardiopatía congénita es importante, tal como explica Luis Alonso, hacer profilaxis de la endocarditis, es decir, tomar antibióticos tras una intervención dental para que no se produzca la endocarditis. También es importante no fumar, no beber, llevar una dieta equilibrada, recibir las vacunas contra la gripe y contra el neumococo y hacer un ejercicio adecuado aeróbico a la cardiopatía en cuestión.

Para las personas que no la sufren es importante tener unos hábitos desde la infancia que nos ayuden a mantener el corazón sano, como hacer una dieta adecuada, con poca sal, sin grasas, con el menor porcentaje de grasas saturadas posible, hacer ejercicio, evitar el sedentarismo y el consumo de tabaco y alcohol.

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