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Monte Cantabria. 1. Estado de los restos descubiertos hace décadas del recinto fortificado medieval cubiertos de hierba, desde donde se ve la panorámica completa de Logroño. 2. 'Parque arqueológico paisajístico' se leía en su día en un cartel hoy 'invisible'. 3. La basura se acumula como prueba de las numerosas subidas 'nocturnas'.
Todo un pasado entre el abandono y el       olvido

Todo un pasado entre el abandono y el olvido

La Vareia romana, el monte Cantabria y Valbuena en el PERI Excuevas-Cuarteles, excavados en su día, han perdido vigencia

JAVIER CAMPOS

Sábado, 15 de abril 2017, 23:45

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Logroño. Logroño tiene un pasado, todo un patrimonio arqueológico que da cuenta de una historia digna de ser contada... a la espera de ser contada. Sin embargo, pese a planes y más planes y anuncios y más anuncios, las piedras, nuestras piedras, siguen mudas. Lejos quedan los tiempos de las grandes excavaciones. Varea en los 80, Cantabria en los 90 o Valbuena y todo su entorno ya en el 2000.

La capital de La Rioja atesora yacimientos en los que se han invertido recursos y que, a día de hoy, se debaten entre el abandono y el olvido, si bien en los últimos meses de vez en cuando una moción en el Ayuntamiento de Logroño o una enmienda a los presupuestos del Gobierno de La Rioja recuerdan que ahí siguen. La última voz de alarma, al respecto, tuvo que ver con el puente Mantible, cuyos dos de los siete arcos que siguen en pie continúan su lento deterioro a orillas del Ebro no muy lejos de El Cortijo.

Antes, en marzo del 2016, el pleno municipal aprobaba por unanimidad unas 'directrices de planificación arqueológica' de las que un año después nada se sabe. La moción, que partía del PSOE, solicitaba la redacción de un plan director arqueológico para la ciudad. «Tenemos la suerte de tener un patrimonio histórico bastante rico, pero se encuentra en condiciones deterioradas como los restos del monte Cantabria o las ruinas de Varea», advertía entonces la socialista Izaskun Fernández, defensora de la iniciativa.

Los objetivos eran la compilación de toda la documentación generada por las numerosas actuaciones promovidas desde la Administración para su divulgación y determinar las actuaciones a realizar en cada yacimiento arqueológico «de manera realista con plazos e inversiones necesarias». Pero una vez más, y de momento, se quedaron sobre el papel.

«Se ha invertido mucho dinero público a lo largo del tiempo, pero cuando pierde vigencia el interés político que ha movilizado tal iniciativa, se abandona», sentencia Juan Manuel Tudanca, arqueólogo presente en muchos de esos proyectos iniciados y que ahora duermen el sueño de los justos.

Varea, Cantabria, Valbuena... cada yacimiento sufre sus particulares problemas de abandono. No en vano, presentan escenarios bien distintos. Diario LA RIOJA ha visitado todas y cada de estas zonas comprobando que, pese a la mucha documentación generada durante años de investigación, de entrada, cuando uno llega, no sabe ante lo que se encuentra pues no hay señalización ni referencia alguna. Documentación, mucha; divulgación, poca o nada.

«¡Si supieses la de veces que hemos solicitado la señalización de lo que puede verse bajo los cimientos del colegio!», dicen en la secretaría del CEIP Varia, en cuyos bajos se dejó al descubierto una mínima parte de la Vareia romana. El resto no ha corrido mejor suerte: el grueso bajo un parque pese a excavarse con vocación de exhibición, ruinas a la intemperie olvidadas donde el fracasado PERI Carrocerías Ugarte, y elementos descontextualizados en la rotonda de acceso a la actual pedanía inaccesibles e invisibles. «Nada te dice que estás sobre toda una población romana, centro estratégico comercial importante al contar con puerto fluvial», nos dicen.

Si bien Varea ya dejó de estar en la agenda política, no es ese el caso del monte Cantabria. Y lo cierto es que después de Semana Santa se intervendrá en la mejora del vallado y en la señalización de las líneas de borde... por cuestiones de seguridad. De las ideas que en su día se lanzaron para su 'puesta en valor' y 'recuperación' nada de nada. El que los presupuestos regionales incluyan 100.000 euros para su rehabilitación no indica que se vayan a ejecutar. Amigos de La Rioja, el 'pepito grillo' de la sucesión de restos que atesora, estuvo ocho años luchando para que se declarase BIC, lo que se consiguió en el 2012. «Viendo lo que han hecho, que es nada, para qué», se pregunta hoy Federico Soldevilla. «Hay mucho adelantado, pero...», se limita a decir el investigador Sergio Larrauri.

También se ha intervenido en Valbuena... en su limpieza, desbroce y tratamiento herbicida en el conjunto. Pero del prometido parque arqueológico ni rastro. Como todo el PERI Excuevas-Cuarteles. Por no haber, no hay ni cartel. «De lo anunciado solo se puede visitar el Cubo del Revellín y con eso parece que les vale... no preguntes por el Palacio de la Inquisición, que es un aparcamiento», comentan los más implicados.

Jesús González Menorca, de la Oficina de Rehabilitación del Centro Histórico de Logroño, engloba ambas actuaciones, la del monte por hacer y la del convento ya hecha, en los trabajos de mantenimiento periódicos, generalmente anuales y muy básicos, que se acometen. Mientras tanto, el plan director arqueológico o las directrices de planificación arqueológica, para ser exactos, siguen a la espera.

«Durante muchos años se han estado haciendo trabajos arqueológicos que han sido movilizados por la esfera académica y la normativa regional y municipal e incorporando apartados arqueológicos en la redacción y ejecución de los proyectos urbanísticos y de rehabilitación... Un plan integral es clave para divulgar nuestro patrimonio, diseñar criterios adecuados de conservación, movilizar nuestros recursos turísticos y, sobre todo, priorizar», se dijo en el pleno hace un año. El discurso, eso sí, se quedó sobre el papel.

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