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la rioja
Jueves, 16 de marzo 2017, 13:38
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Fue al cuartelillo a denunciar lo que, decía, le había pasado a su coche. Que lo tenía estacionado en la Plaza Palacio de Casalarreina cuando una furgoneta le había dado un golpe, huyendo después. Y para más información, adjuntaba todos los datos de la furgoneta: la marca, el modelo, la matrícula.
El problema fue que, cuando los agentes fueron a investigar los daños del coche, se encontraron con que las cosas no cuadraban. No coincidían, cuenta la Guardia Civil, "distancias, alturas y direcciones de los daños entre los vehículos implicados".
De hecho, los daños que tenía la puerta del vehículo correspondían más bien "al roce contra una superficie rígida horizontal (columna o esquina de hormigón-cemento)".
Los hechos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, pero también de la compañía aseguradora, "para que paralice el expediente de reclamación tramitado por el denunciante, a la espera de sentencia sobre los hechos investigados".
De ese modo, el hombre (un vecino de Haro de 26 años, de nacionalidad española) es ahora investigado por un delito de estafa en grado de tentativa. Un delito que le puede ocasionar una multa, o que, dependiendo de la cantidad estafada, puede llegar a acarrear una pena de entre seis meses y tres años de cárcel.
En su nota, la Guardia Civil recuerda que comportamientos así provocan "que se haya tenido que invertir tiempo y recursos materiales en averiguar unos hechos falsos, impidiendo que esos medios se utilicen para la investigación de otros delitos con víctimas reales". "La Guardia Civil investiga todas las denuncias que se presentan".
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