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Pedro Sanz, Luis Alegre y José Ignacio Ceniceros, en la sede del PP en 1995. :: fernando díaz
Los fantasmas del pasado

Los fantasmas del pasado

La crisis del PP remite a 1993, cuando Sanz relevó a Espert

J. A. L.

Martes, 28 de febrero 2017, 11:40

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A Joaquín Espert de algo le sonará esta película. A él, y al resto de protagonistas de aquella primera versión del folletín que el PP vive estos días: porque las vicisitudes que tensionan la agenda diaria de los populares alguna similitud guardan con aquel proceso de sucesión que llevó a Pedro Sanz hasta el despacho que ocupaba Espert en la vieja sede de Murrieta. Casi un cuarto de siglo después, el PP vuelve a tropezar con esos temores que parecían superados: el fantasma del enfrentamiento interno.

En 1993, Pedro Sanz todavía respondía entre la prensa al nombre de Pedro Mari. Hijo de un histórico dirigente de la derecha riojana, había cubierto su primera etapa en la política regional ocupando un cargo menor: director general de Bienestar Social del Gobierno de La Rioja. Tal vez sólo el propio interesado albergaba entonces en su fuero interno las pretensiones que luego se materializaron: sacar al partido de la profunda crisis en que había devenido la moción de censura entre PSOE y PR que desbancó del Palacete a Joaquín Espert. Diputado del Parlamento regional desde 1991 y secretario general del partido desde un año antes, Sanz fue llamado en 1993 a ocupar el cargo vacante una vez que Espert, desairado por la carambola que llevó al socialista Ignacio Pérez a la Presidencia, se vio incapaz de mantener al PP unido en torno a su persona.

Así que Espert fue finalmente relevado por Sanz en un congreso organizado con ese único objetivo: que un nuevo equipo pilotara el partido. Sanz cumplía con los requisitos exigidos: no sólo porque se había fogueado en puestos ejecutivos, sino porque conocía las tripas del PP desde la secretaría general. Y además era joven: ni siquiera había cumplido los 40 años cuando fue entronizado como líder máximo de su formación. Dos años después, ganó su primera mayoría absoluta, que iría revalidando durante un par de décadas. Su mérito principal, haber sabido organizar a su alrededor a sus hasta entonces desunidas filas.

Un ejercicio de poder monolítico que duró hasta que las urnas sancionaron lo contrario: que tocaba gobernar en coalición. Sin otra mayoría que la simple. Y Sanz se marchó, pero sin abandonar el liderazgo del partido, abocado ahora a un enfrentamiento que, como en 1993, algo tiene de duelo generacional: Cuca Gamarra se presenta hoy como abanderada de la nueva política. Una promesa que también hace suya José Ignacio Ceniceros, pese a la notable diferencia de edad. Ceniceros es coetáneo de Sanz, de quien por cierto fue lugarteniente destacado hasta su actual desafección. El dirigente elegido (en teoría) para una presidencia más o menos interina que duraría sólo cuatro años y que permitiría una transición cómoda hacia un nuevo partido liderado por la generación de Gamarra.

Esa era la teoría. Pero todos estos planes saltaron por los aires apenas medio año después de que Ceniceros tomara posesión: ahí es donde la foto actual deja de parecerse a la de 1993. Sí que comparte semejanzas, al contrario, con lo ocurrido en Murcia, otra región uniprovincial huérfana de presidente cuando Ramón Luis Valcárcel dejó ese puesto para viajar al Europarlamento. Valcárcel situó como heredero a un veterano dirigente, casi quinto suyo: Alberto Garre. Con la promesa (tácita o expresa) de conducir esa nave transitoriamente, compromiso del que luego no hubo noticia. Garre se empeñó en seguir de presidente y su partido tuvo que convencerle de lo contrario: es decir, que le impuso a su sucesor, miembro de una promoción más joven. El elegido fue Pedro Antonio Sánchez, hoy convertido en noticia nacional: mañana comparece en el Congreso el fiscal general del Estado para responder por supuestas presiones judiciales en favor del presidente murciano. Así que a José Manuel Maza le preguntarán sus señorías por Sánchez. Y por Pedro Sanz.

Y es que la historia es pendular.

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