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Los siete arquitectos homenajeados por sus 25 años de profesión. :: JUAN MARÍN
Arquitectos excelentes

Arquitectos excelentes

El COAR homenajea a los colegiados con 25 años de trayectoria en la profesión, a los nuevos y a los fallecidos

DIEGO MARÍN A.

Viernes, 24 de febrero 2017, 00:37

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Marina Ureta Ruiz de Clavijo afirma que «es una ilusión muy grande, una felicidad haber llegado hasta este punto trabajando». Y es que, se explaya esta logroñesa, «a pesar de los momentos tan difíciles por los que ha pasado la profesión, hemos conseguido llegar hasta aquí haciéndolo lo mejor posible, haciendo un servicio a la sociedad, a todas las personas que han contratado nuestro trabajo». Ella habla sinceramente, con «la satisfacción de creer haber hecho bien las cosas, honradamente, tratando de dar lo mejor de mí, profesionalmente».

Puede ser aplicable a cualquier oficio, pero ella habla desde su condición de arquitecta. Licenciada por la Universidad de Navarra, ha ejercido la profesión de forma liberal durante la mitad de su trayectoria laboral, aunque ahora es arquitecto del Servicio de Planeamiento del Ayuntamiento de Zaragoza. Marina es una de las personas que ayer fueron homenajeadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja, en Logroño, por sus 25 años en la profesión. Junto a ella, Ángel Ruiz Álvarez, Noemí Grijalba Mazo, Araceli Barrio Fernández, Gonzalo Latorre Martínez, Óscar Reinares Fernández y el propio decano del COAR, Alfonso Samaniego Espejo, fueron los homenajeados.

El acto contó previamente con la conferencia de la arquitecta Marta Peris sobre 'La casa japonesa a través del cine de Yasujiro Ozu'. Y también se dio la bienvenida a los trece nuevos colegiados y se honró la memoria de los tres arquitectos fallecidos durante el pasado año: Fidel Ruiz Río, José Alfonso Echavarría Macua y Roberto Benés Torrecilla. En total, el COAR reúne a 300 colegiados.

«El homenaje supone un susto. Cuando te dicen que llevas 25 años tienes la sensación de que te estás haciendo mayor», reconoce Alfonso Samaniego, jarrero de 52 años, formado en la Universidad Politécnica de Barcelona y que cuenta con despacho propio. Eso sí, el «susto» no le arrebata «la ilusión» porque «estamos en activo y eso es de agradecer».

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