Bienvenidos a la era del gallo

No fallaron los cacahuetes característicos del país asiático (a los que se le atribuyen facultades para incrementar la producción), los caramelos (que llaman a la dulzura y a la felicidad), las pipas (que fomentan la fertilidad) y las mandarinas (que atraen a la buena suerte). Por si hiciera falta más, aún se repartieron más galletas de la fortuna.

La propietaria del restaurante Nieves y promotora del evento, Nieves Ye, aseguró que el signo del gallo es sinónimo de alegría. «El 2017 resultará un buen año, sobre todo para los nacidos bajo este signo», esto es, los que vinieron al mundo en 1957, 1969, 1981, 1993 o 2005, por ejemplo.

A ellos les animó a que lleven pegado al cuerpo algo rojo durante los doce meses venideros para acercar la dicha. Las celebraciones en Logroño siguieron la estela de las que se viven en China, donde desde diez días antes de que termine el año y hasta quince días después se organizan reuniones familiares y de amigos, en las que abundan la comida y los fuegos artificiales. «Con este acto quiero enseñar a los riojanos una parte de la cultura de mi país», indicó Ye.

Por su parte, los estudiantes extranjeros de la Universidad de La Rioja también celebraron ayer una fiesta internacional por el Año Nuevo Chino. La actividad, celebrada en el Salón de Actos del Edificio Filologías, estuvo protagonizada por los propios estudiantes asiáticos, que llevaron a cabo diversas actuaciones relacionadas con las tradiciones de su país.