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La Rioja encaja con normalidad la llegada del frío siberiano

La Rioja encaja con normalidad la llegada del frío siberiano

Las temperaturas gélidas se prolongarán durante el resto de la semana por lo que La Rioja continúa en alerta naranja por temperaturas que podrían llegar a los -11 grados

Roberto G. Lastra

Miércoles, 18 de enero 2017, 08:55

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Para echarse a temblar. Un frente de frío seco procedente del continente congelará durante el resto de la semana La Rioja, según anunció este martes la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que ha activado la alerta naranja en la Ibérica por mínimas de hasta los -11 grados y el aviso amarillo en la Ribera del Ebro, donde los termómetros caerán hasta los 4 bajo cero.

En su previsión para este miércoles, Meteorología auguraba también la posibilidad de vientos del norte y del noroeste, «con rachas fuertes», lo que iba a provocar una sensación térmica aún más gélida, estaba previsisto que fuera de entre -16 y -8.

No obstante la llegada del frío, que sí se ha dejado notar con temperaturas bajo cero a primeras horas de la mañana, no ha producido situaciones de gravedad achacables al temporal.

La AEMET pronostica para este jueves en la región temperaturas mínimas sin cambios o en ligero descenso, sin embargo, las máximas estarán ascenso.

En la Rioja Alta, el cielo estará nuboso, serán nubes bajas, por lo que se irá despejando a lo largo de la jornada.

En el resto La Rioja, poco nuboso o despejado. Las heladas sí serán generalizadas, localmente fuertes en la Ibérica. Los vientos de dirección norte y noroeste.

Nuestra región, así como Aragón, Castilla y León, Cataluña, Navarra, y Asturias van a mantener activada para este jueves la alerta naranja por mínimas que descenderán hasta lo 10/11 grados bajo cero en puntos de la cordillera.

Cadenas por hielo

Según el último reporte de la Delegación del Gobierno de La Rioja, los puertos de la red secundaria de La Rioja siguen precisando del uso de cadenas para circular, por la presencia de hielo en la calzada, según el parte remitido por la Jefatura de Tráfico de la comunidad, que ofrece datos de la situación a las 19.30 horas de este miércoles.

De acuerdo al aviso, los puertos que precisan cadenas son el del puerto de Peña Hincada, en la LR-232, en Brieva, desde el punto 12 al 19, y el puerto de Montenegro, en Viniegra de Arriba, desde el punto 14 al 17. Ya está abierto Sancho Leza.

Máquinas quitanieves en la región

El Gobierno de La Rioja movilizó este miércoles nueve equipos quitanieves para resolver las incidencias en las carreteras regionales como consecuencia del temporal de frío.

En concreto, estos equipos, que forman parte del Plan de Seguridad Invernal, estuvieron trabajando en el Camero Viejo. En esta comarca, un camión quitanieves tuvo que realizar intervenciones en la carretera LR-250 y en los ramales de la misma.

En el caso Camero Nuevo, en esta zona, dos equipos colaboradores realizaron intervenciones en las carreteras LR-232 (Villanueva y Ortigosa), LR-253 (El Rasillo y Nieva) y LR-333 (Villoslada y Montenegro).

En la zona de las Viniegras, un camión tuvo que llevar a cabo a cabo intervenciones en la carretera LR-113 y en sus ramales.

En Rioja Alta, otro camión realizó intervenciones en la carretera LR-111 y en la zona metropolitana de Haro, Santo Domingo y ramales.

En el caso de los Valles del Jubera y Ocón, en estas dos zonas, se estuvieron realizando trabajos en la carreteras LR-259 y LR-261 y en sus ramales.

En La Rioja Baja, se trabajó en la carretera LR-123, en concreto, en la zona del Alto de Villarroya y en sus ramales.

En Logroño, un camión intervino en la zona metropolitana, El Cortijo, Villamediana de Iregua y Alberite

En el Valle del Oja, un tractor desarrolló diferentes tareas en las carreteras LR-111 y LR-415, en sus ramales y en las aldeas de Ezcaray.

En el resto de la red autonómica de carreteras se pudo circular sin problemas, aunque sí hubo un indicente en esta jornada.

La crecida y la bajada del Ebro

La primera gran ola de frío del invierno llega después de que las primeras nieves tiñeran de blanco las zonas altas de la región, pero a la vez, la presencia del sol y la suavidad de las temperaturas provocaron el deshielo de parte de la nieve caída en los últimos días, lo que ha incrementado esta semana los caudales de los ríos, principalmente el Ebro.

A su paso por Alfaro ocupó el caudal de alivio definido el pasado año y la zona inundable en el soto del Estajao. Además, la fuerza del cierzo provocó un singular oleaje que empujaba el agua sobre el mazón alfareño. Aunque hubo agua por trasmane, por filtraciones, a fincas vecinas, las defensas soportaron sin problema un agua a la que le restaban al menos 3 metros de muralla, informa Ernesto Pascual.

Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se anticipó que el caudal máximo del Ebro a su paso por Alfaro, previsto para la noche del martes, podría llegar hasta los 1.800 metros cúbicos por segundo cuando la crecida máxima ordinaria se fija en 2.198,63.

La crecida máxima se esperaba a su paso por Logroño, con un volumen de 900 metros cúbicos por segundo cuando la máxima crecida ordinaria, según la CHE, es de 1.011,16.

Finalmente, el caudal del Ebro a su paso por la capital se pudo comprobar este miércoles que era de 700 metros cúbicos por segundo, recuperó la normalidad, según informó el Ayuntamiento de Logroño, a través de Mar San Martín, portavoz de la Junta de Gobierno

Según recogía la agencia EFE, sobre las explicaciones de San Martín se considera que no hay riesgo de desbordamiento ni filtraciones, aunque, como medida preventiva, el Ayuntamiento ha colocado bombas de extracción de agua en la zona por si fuera preciso.

Protección Civil había avisado a los vecinos de la zona del Ebro y Ciudad Santiago de la posibilidad de riesgo de crecidas y del dispositivo municipal, aunque no ha sido preciso hacer uso de las bombas porque la tendencia del caudal es a bajar.

El Ayuntamiento además esparció sal, ante el posible riesgo de nevadas y hielo en la calzada, para evitar accidentes en la mañana del miércoles en: el cuarto puente, la zona del Revellín, todas las pasarelas del Ebro, los entornos de las fuentes de Murrieta y El Espolón y la zona de Madre de Dios.

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