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Agentes del Seprona que han seguido la investigación del maltrato animal.
Investigan a un arnedano por dejar morir de hambre a cinco perros

Investigan a un arnedano por dejar morir de hambre a cinco perros

Los animales habían sido encerrados en jaulas en una finca de Autol

LA RIOJA

Jueves, 15 de diciembre 2016, 08:41

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Un hombre de 30 años está siendo investigado por la Guardia Civil presunto maltrato animal. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha investigado a un vecino de Arnedo como presunto autor de varias infracciones administrativas a la Ley 5/2002, de Protección del Medio Ambiente de La Rioja, y a la Ley 50/1999, sobre la tenencia de animales potencialmente peligrosos.

Los hechos por los que se le investiga comienzan el pasado lunes 12 de diciembre, momento en el que la centralita de la Guardia Civil recibe una llamada telefónica para informar del hallazgo en el paraje "Campillo" del término municipal de Autol, de una perra de raza mestiza en situación de abandono y estado famélico.

Agentes del Seprona de Autol que se desplazan al lugar constatan los hechos. Durante reconocimiento de la zona los agentes descubren en el interior de una perrera ubicada el citado paraje, los cadáveres de cinco perros en avanzado estado de descomposición como consecuencia de haber sido encerrados en varias jaulas, en las que fallecieron de manera agónica y cruel por inanición.

Los microchips hallados en los cuerpos de los animales han servido para la identificación y localización de su propietario. Esta persona tras ser escuchada en declaración quedó en libertad, con la obligatoriedad de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido.

El animal hallado con vida ha quedado bajo la custodia de un particular que le aportará los cuidados necesarios para su recuperación. Las diligencias instruidas por estos hechos han sido puestas a disposición del Juzgado de Guardia en Calahorra (La Rioja).

El artículo 337 del Código Penal tipifica el hecho de maltratar injustificadamente a animales domésticos o amansados causándoles la muerte o provocándoles lesiones que menoscaben gravemente su salud. La pena prevista para tal caso es la de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.

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