Hazme visible, por dignidad
Responsable del área de integración social de cáritas
Joaquín yangüela
Viernes, 2 de diciembre 2016, 00:09
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Joaquín yangüela
Viernes, 2 de diciembre 2016, 00:09
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En España, unas 40.000 personas carecen de hogar. Un número similar a la población de Calahorra, Haro y Santo Domingo de la Calzada juntas. Algunas de ellas deambulan por nuestras calles, se sientan en los bancos de nuestros parques, piden limosna en la puerta de nuestras Iglesias. pero no las vemos. Para nosotros no existen.
El pasado año unas 30.000 familias españolas fueron desalojadas de sus viviendas por ejecuciones judiciales. La mitad de ellas, aproximadamente, por no poder pagar sus alquileres, y la otra mitad por no poder hacer frente a sus hipotecas.
¿Alguna vez nos hemos parado a pensar qué significa no tener hogar? Supone que no tienen familia, no tienen trabajo y no tienen un espacio físico donde ser, donde realizarse, donde amar a quienes les rodean. No tener un hogar quiere decir no tener derecho a nada. No pueden crear vínculos afectivos estables donde desarrollarse. No tienen sensación de pertenecer a esta sociedad. No pueden participar en ella. No existen.
En campañas anteriores, Cáritas insistía en que no debía haber nadie sin hogar. Es un derecho reconocido en nuestra Constitución y en la Declaración de Derechos Humanos. Este año se incide en otro punto: hacer visibles a estas personas por la propia dignidad de cada persona.
Pero, ¿qué es tener dignidad? Alimentarse, tener techo y trabajo, eso es tener dignidad. Defender los Derechos Humanos, convivir con un respeto mutuo, el «nadie es más que nadie» también entra dentro de lo que es la dignidad. La dignidad humana es el derecho que tiene cada ser humano a ser respetado y valorado como ser individual y social, con sus características y condiciones particulares, por el sólo hecho de ser persona.
Cada uno de nosotros tiene derecho a que se le reconozca esa dignidad: su reconocimiento a ser persona, a tener relaciones en la sociedad, a vivir de forma digna, a tener cubiertos unos mínimos vitales que incluyen la salud, la educación, la vivienda, la alimentación. Que pueda tener, como suele decirse, voz y voto en su entorno. Que pueda dotar de un sentido vital a su existencia.
La campaña de Cáritas propone a toda la sociedad una serie de gestos para llevar a cabo:
1.- Es fundamental la visibilidad de las personas en situación de sin hogar. El vínculo y el cambio surgen desde el interés y el acercamiento, y no pueden existir sin la visibilidad y el reconocimiento de la realidad de las personas sin hogar. Un gesto que amplíe la mirada cotidiana hacia las personas en situación de sin hogar, que nos saque de la cómoda miopía en que vivimos, una mirada movilizadora de dignidad y derechos.
2.- Es necesario un compromiso del conjunto de las administraciones para desarrollar políticas públicas que pongan a las personas en el centro (en especial a las personas sin hogar) y que apuesten por la protección y garantía de acceso a derechos básicos. Una sociedad del bien común a través del estado de bienestar.
3.- La creación de mensajes positivos que luchen contra la discriminación y estigma que sufren las personas en situación de sin hogar es una tarea esencial de los medios de comunicación. Se trata de conocer en profundidad la realidad del sinhogarismo y sus situaciones complejas, como gesto y compromiso con la dignidad que todo ser humano tiene por el simple hecho de serlo.
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