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Almeida, ayer en el Ayuntamiento de Logroño. :: fernando díaz
«La 'ley mordaza' convierte el derecho de huelga en una oportunidad de sanción»

«La 'ley mordaza' convierte el derecho de huelga en una oportunidad de sanción»

«Perdemos democracia porque se confía a los aparatos del Estado la realización o no de un derecho fundamental», argumenta Almeida

LUIS J. RUIZ

Miércoles, 16 de noviembre 2016, 00:10

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Cristina Almeida (Badajoz, 1944) habla con pasión. Lo hace en todos los foros y ante cualquier auditorio. Ayer lo hizo en la sala de usos múltiples del Ayuntamiento de Logroño en la Charla 'Recordando la memoria de ayer, recortando las libertades de hoy', el acto que abrió el programa de actividades organizado por 'Stop Represión' para recordar el cuarto aniversario del paro general del 2012 y denunciar el procesamiento de Jorge y Pablo, para los que el fiscal pide 7 y 2 años de prisión,

- Se cumplen cuatro años de la huelga del 2012. ¿Qué hemos aprendido o qué tenemos que aprender?

- Tenemos que aprender que se ha caído el derecho fundamental a la huelga, que está reconocido como fundamental en la Constitución y que está por encima de cualquier otro derecho y normas administrativas. En lugar de en un derecho se está convirtiendo en una oportunidad de sanción. Lo han hecho a través de la 'ley mordaza' y de crear la sensación de que la Policía siempre tiene la razón cuando muy pocas veces es así ya que la razón última es respetar el derecho de huelga y no provocar a los huelguistas para que otras personas entren a trabajar. Hemos perdido democracia porque se confía a los aparatos del Estado la realización o no de un derecho fundamental, lo que no tiene ninguna base democrática. Es lo contrario a lo que dice la Constitución. El franquismo decía que todo el mundo es culpable hasta que demuestre su inocencia, pero en democracia todos somos inocentes hasta que no se demuestre su culpabilidad.

- Y el Gobierno, ¿ha aprendido algo?

- Le van a tener que enseñar... y si le enseñan. Ahora, si se ponen de acuerdo los que en su día dijeron no a la 'ley mordaza' y no a las reformas del Código Penal, tendrá que aprender y someterse a eso. Ser la lista más votada no significa ser la ideología más votada. Si uno tiene 8 millones y otros 16, pueden más los 16.

- ¿Hubo directrices políticas en aquella huelga?

- Estoy convencida de que fue un ataque al sindicalismo. No era solo quitar las leyes laborales o la negociación colectiva, significaba dejar indefenso a un país en el que los contratos son temporales y la gente tiene miedo a perder el empleo. Estaban cercando el camino para la reivindicación colectiva, mermar la capacidad de lucha de la gente apelando al miedo en lugar del ejercicio de la democracia. Esa democracia que da miedo no nos vale, es débil. Todo tiene que ver con la gente que ha luchado por la democracia y sigue luchando y con los que se la han encontrado, que quieren recortar para que les molesten lo menos posible.

- ¿Corre riesgo la movilización social?

- Claro. La gente tiene miedo de que le pongan multas, le despidan... Esto da una idea de que lo más importante en una sociedad es que el miedo retenga el ejercicio de los derechos fundamentales y no que den seguridad para plantear una reivindicación.

- ¿Y tiene arreglo?

- Claro. Todo tiene arreglo. Con otras políticas, derogando leyes y llegando a acuerdos progresistas.

- ¿Qué le pide al nuevo gobierno?

- Le pido a la oposición. Que cumplan sus compromisos. No vale, por ejemplo, con quitar las reválidas. Que quiten la ley y se sienten y logren una norma que nos sirva para todo el tiempo. No solo hay que quitar una ley mala sino hacer una ley buena.

- ¿Cómo ve a la izquierda?

- No se han enterado, ni unos ni otros, de qué va la vida. En el 79 fuimos capaces en Madrid de gobernar entre socialistas y comunistas. Me ha parecido un desastre, un error tremendo que lo vamos a pagar todos los ciudadanos. El PSOE se tiene que dar cuenta de que ha nacido otra fuerza por la izquierda y que la reflexión no tiene que ser cuánto he perdido sino cuántos ha ganado la izquierda y que la izquierda ya no soy yo solo.

- Una mujer, dicen las encuestas, será la mujer más poderosa del mundo. ¿Es una buena noticia?

- Clinton es muchísimo mejor que Trump, desde luego, y me parece muy importante que sea una mujer. Aunque pueda ser como Margaret Thatcher, porque también está Reagan o Bush que son unos impresentables. Reclamo el derecho a ser tan impresentables como ellos. Prefiero una mujer comprometida, que avance aunque en cualquier país pueden salir payasos. El renacer del fascismo lo tenemos que ver con preocupación y siempre me opondré a que se tenga que respetar igual a los fachas que no respetan a la democracia que a los demócratas que luchas por ella. Va a ser una necesidad el que las mujeres tomemos las riendas del mundo.

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