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Los tres acusados durante la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia Provincial. :: juan marín
Un vecino de la familia secuestrada en Lardero identifica a dos de los acusados

Un vecino de la familia secuestrada en Lardero identifica a dos de los acusados

«Escuché un portazo muy fuerte y salieron tres hombres riéndose; luego aparecieron las víctimas diciendo que les habían robado y secuestrado», aseguró el testigo

LUIS J. RUIZ

Martes, 13 de septiembre 2016, 23:56

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Con el permiso del tribunal, el testigo se giró. «Son estos dos», dijo al tiempo que señalaba a R.A.F.L.C. y a A.H.R., dos de los tres acusados de acceder a un chalé de Lardero y retener, amenazar, agredir y sustraer 45.000 euros a una viuda y sus dos hijos -uno menor de edad- en mayo del 2015. Según explicó el vecino, que fue el primero en declarar ayer en la Audiencia Provincial, el día del robo estaba en su jardín: «Estaba cambiando un aspersor roto cuando, de repente, oí un portazo muy fuerte en la vivienda de al lado y vi a tres hombres que salían de su interior riéndose».

Según su versión, «los tres se montaron en una furgoneta de alquiler de la empresa Telefurgo, que había estado aparcada en diferentes sitios esa mañana, y se marcharon de lugar». Después, explicó, aparecieron las víctimas y le dijeron que les habían robado y retenido en el interior de la vivienda.

A preguntas de los letrados, el testigo aseguró que no había tenido contacto recientemente con las víctimas, que tras los hechos se marcharon de la vivienda y que ahora vuelve a estar ocupada. También defendió que su identificación de los dos autores no deriva de lo visto o leído en prensa, sino del hecho de que el día del robo les vio el rostro.

«Ven, nos han secuestrado»

Antes de que por la sala de la Audiencia Provincial circularan buena parte de los agentes de la Guardia Civil que han tomado parte en la investigación, testificaron dos miembros de la familia de las víctimas. Primero lo hizo el primo al que uno de los hijos llamó nada más soltarse de las bridas con que les ataron los asaltantes. «Me dijo que fuera a su casa, que les habían secuestrado. Fui hacia allí y antes paré para avisar a la Guardia Civil. Al poco de llegar yo aparecieron las patrullas», recordó antes de explicar que no tiene relación alguna con la madre de su primo.

Después pasó por la sala de vistas la pareja de uno de los acusados -R.J.R. al que no identificó el vecino del chalé contiguo- que, además, es cuñada y tía de las víctimas, esto es, la hermana del marido y padre fallecido. Reconoció en sede judicial que no tenía relación con su hermano muerto y que no duda de la inocencia de su actual pareja. «El día de los hechos estaba en Laguna de Duero, conmigo», aseguró. También explicó que en el registro de su vivienda aparecieron armas porque su pareja practica el airsoft y, cuestionada por la presencia de una arma real y no de aire comprimido negó que estuviera en su vivienda, algo que posteriormente sí confirmaron los agentes que practicaron el registro: «Estaba en el cajón de la mesilla de noche de la cama de matrimonio», declararon los miembros de la Guardia Civil, que también explicaron que del ramo de flores lograron extraer huellas dactilares que vendrían a coincidir con las de dos de los acusados.

La sesión se quedó ahí. A priori hoy tendría que cerrarse el juicio, pero no será así. La sesión de esta mañana se centrará en las declaraciones de los peritos y el proceso se suspenderá hasta que cuatro agentes de la Guardia Civil concluyan sus vacaciones y puedan declarar. «Son testigos fundamentales», defendió el Ministerio Fiscal que alegó que no contar con su testimonio «supondría la exoneración casi total de los acusados. Estaríamos ante una brutal indefensión». Entre las protestas de los tres letrados defensores y la petición de puesta en libertad de sus clientes, el tribunal acordó esa suspensión.

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