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David Ruiz, en el centro de Logroño. :: JUAN MARÍn
«La gran ciudad comercial de los años 80 y 90 con una tienda en cada portal jamás volverá»

«La gran ciudad comercial de los años 80 y 90 con una tienda en cada portal jamás volverá»

secretario de Comercio de la Federación de Empresarios de La Rioja

Teri Sáenz

Sábado, 27 de agosto 2016, 20:48

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No corren buenos tiempos para el comercio minorista riojano. Frente a las estadísticas oficiales, David Ruiz descubre un panorama todavía lastrado por la crisis, aunque lejos de ahondar en la herida aboga por adoptar soluciones en clave interna para adaptarse un escenario nuevo a las que las administraciones no pueden ser ajenas.

-¿Estamos en la senda de la recuperación como dicen algunos indicadores?

-De forma generalizada, el comercio riojano no palpa tal recuperación. La Confederación Española de Comercio ha pedido una entrevista con el INE para que explique de dónde provienen las cifras que ofrece y dicen que cada mes crecen las ventas del comercio minorista cuando, sin embargo, a pie de calle comprobamos que no es así. Argumentan que es por cuestiones de cálculo al estar la inflación en negativo, pero el día a día dice que las cifras van para atrás o, en el mejor de los casos, se estabilizan tras encadenar muchos meses de pérdidas.

-¿Era fiable la estadística antes cuando confirmaba que el comercio era uno de los sectores más golpeados por la crisis y ahora no?

-No voy a entrar en cuestiones técnicas o si la deflación distorsiona los métodos de cálculo. El hecho cierto a pie de calle es que hubo un repunte en el último trimestre del 2015 pero la inestabilidad política y otras incertidumbres hacen que la recuperación no se consolide. En el mejor de los casos se estabiliza y, por contra, la caída de venta en ciertos sectores es alarmante.

-El aumento en la recaudación por IVA en La Rioja invita a pensar que el consumo se está estimulando.

-El dato corresponde al gasto de gas, electricidad, alquileres, hipotecas, telefonía.. Ahí es donde van creciendo los ingresos por IVA cuando, por contra, en segmentos clave disminuye sustancialmente y el consumo va variando de forma drástica.

-¿A qué obedece?

-En primer lugar, a que nuestra renta disponible es cada vez menor. Además, los elementos clásicos en la cesta de la compra han perdido peso porque los cambios en los hábitos de compra han mutado. La ropa ya es casi de usar y tirar, gastamos más en sensaciones y experiencias que en cosas materiales, las ventas 'online' siguen avanzando, se tiende al alquiler en vez de la adquisición, antes era habitual llenar la casa de muebles y ahora a ocupar lo básico...

-¿No debería el comercio adaptarse a esa nueva realidad en vez de insistir en la queja por la caída de ventas o la falta de recursos?

-Que hay una fortísima concentración en ciertos sectores frente a lo cual el comercio minorista no puede competir o que el posicionamiento en Internet de Amazon sea impensable para un pequeño negocio salvo excelentes excepciones no es ninguna queja, sino una realidad. En todo caso: lo indudable es que ha de 'reinventarse'. Dar servicio a un nuevo consumidor con una nueva mentalidad. Ojalá me equivoque, pero jamás volveremos a esa gran ciudad de los años 80 y 90 donde había una tienda en cada portal.

-¿Compensarán las rebajas de verano este segundo tramo del año?

-No es probable, porque la palabra 'rebajas' se ha degradado con el tiempo. Hemos pasado de ese concepto mágico del 1 de julio o el 7 de enero a un estado de oferta permanente. Ahí están los 20 días de oro, cambios de temporada, el black friday... El consumidor está permanente informado y sabe que puede esperar a favorecerse de mejores precios en un escenario donde también las grandes compañías juegan con ventaja con sus agresivos departamentos de márketing. Y por abajo nos enfrentamos a la economía social. Todas esas ferias y mercadillos que muchas veces incumplen normas básicas que el comerciante tradicional asume a rajatabla. Sólo pedimos las mismas reglas de juego para todos.

-¿La 'reinvención' que apunta incluye mayor flexibilidad en el capítulo de horarios de apertura donde la FER ha sido históricamente muy contundente?

-Es una cuestión muy compleja que debemos analizar. No podemos quedarnos en abrir una horas y querer que el consumidor venga a nosotros en esa franja, pero por otro lado nuestros contratos de trabajo son costes fijos mientras para las grandes superficies resultan variables. Allí donde los horarios se han ampliado aumenta el consumo pero también los conflictos laborales. Hay que adaptarse, pero es muy complicado con el compromiso de preservar salarios dignos y condiciones adecuadas.

-Si El Corte Inglés prevé abrir dos nuevos supermercados en Logroño es porque cree que el consumo en la capital está al alza.

-Su decisión responde a que el modelo de gran hipermercado empieza a quedar caduco y hoy la gente prefiere una compra más pequeña y de forma cotidiana cerca de casa. La apertura de esos dos súper y otros que llegarán es una buena noticia, sobre todo porque mucha actividad no saldrá a la periferia y se llenará de contenido la ciudad.

-Frente a esas grandes apuestas están las de muchos pequeños establecimientos que abren en plena crisis y cierran al poco tiempo.

-Responde a que hay mucho negocio de supervivencia. Gente que ha perdido su trabajo y se lanza a una aventura sin el asesoramiento adecuado. El consejo desde la FER es analizar sosegadamente esa decisión, los recursos disponibles, apostar por sectores emergentes, ofrecer algo diferencial... En definitiva: emprender sí, pero con cabeza.

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