La más cruel asignatura pendiente

El Servicio de Inspección de la Consejería de Educación ha incoado durante el curso escolar cerrado hace poco más de un mes 11 expedientes por acoso escolar -los mismos que en el ejercicio anterior-, 5 de ellos en Primaria -niños de entre 6 y 11 años- y los 6 restantes en la ESO -alumnos de entre 12 y 15 años-. En 4 de ellos se resolvió con el traslado a otro centro educativo, a petición de los padres, del acosado, mientras que los otros siete pudieron ser solucionados con la intervención de los responsables del colegio, según la estadística oficial.

Sin embargo, las cifras de la Asociación Contra el Acoso Escolar, ACAE Rioja, organización nacida hace poco más de un año en la región, se parecen muy poco a las de la Consejería. «Este ha sido nuestro primer curso completo de trabajo y nos han llegado quince familias a la sede, además de otra decena de casos por vía telefónica», resume Ana Mayoral, presidenta de ACAE Rioja, quien alerta de que «hay mucho acoso escolar, muchísimo. Es un problema muy difícil de sacarlo del entorno familiar, de hecho al niño le cuesta mucho contarlo en casa; es un drama del que cuesta muchísimo hablar y sabemos que hay familias que optan por ir fuera de La Rioja para tratarlo».

«Hablamos de entre 20 y 25 casos detectados este año en La Rioja, pero según 'Save the children' el problema afectaría en España al 10% de los alumnos de Secundaria y al 7,7% en la comunidad riojana. Nuestro pesimismo es aún mayor y nos tememos que puede haber hasta un 30% de los niños sometidos a acoso escolar porque lo que está claro es que lo que sale a la luz es solo la punta del iceberg», alerta la presidenta de ACAE Rioja, quien traza un perfil demoledor: «Estamos viendo que la mayoría de los casos se dan entre niños y niñas de 11 y 12 años. El tipo de acoso escolar entre niños es más físico, se hacen más daño, con golpes, patadas, moratones... utilizan mucho más la fuerza; en el caso de las niñas, el acoso es más de insulto, de hacer el vacío a la víctima, es más un acoso psicológico».

Contundencia y apoyo

Frente a ello exige más contundencia: «No se puede decir que son cosas de niños, el acoso escolar es una violencia muy dura que pretende hacer mucho daño y que hay que atajar y erradicar desde el principio»; y más apoyo: «Nos estamos dando cuenta de que nosotras solas no podemos, hemos tenido varias reuniones con Educación, con Servicios Sociales, con el Ayuntamiento de Logroño... Este es un problema en el que tenemos que involucrarnos todos, toda la sociedad, especialmente las familias y la comunidad educativa, pero habitualmente nos encontramos con que el colegio no reconoce el acoso escolar y, claro, si no admites el problema es imposible solucionarlo», remacha Ana Mayoral.

«Normalmente los niños llegan a la consulta muy faltos de autoestima y con un sentimiento de culpabilidad que les hace convencerse de que realmente han hecho algo y que se lo merecen. Llegan ya muy mal, no ven una salida, sienten que nadie hace nada, creen que esto no va a acabar nunca y de ahí que en algunos casos la única vía de escape que ven es la de quitarse la vida. Los padres, también, porque llevan mucho tiempo sufriendo, vienen con rabia, con impotencia, con frustración y culpabilidad al pensar que han hecho algo mal en la educación de su hijo», explica, por su parte, Ana Rosa Sáenz, psicóloga de ACAE Rioja.

La experta advierte, además, de que se descuida una parte clave del problema. «El acosador es normalmente un chaval débil, con baja autoestima, con mucha rabia, rencor y dolor dentro, normalmente con problemas en su casa, y tiene incluso más necesidad de apoyo que el acosado y habría que trabajar con ellos especialmente», avisa. «Hay algo que se está haciendo mal y es que se cambia del colegio al niño acosado en vez de al acosador y mientras no se trate a éste nunca va a desaparecer el acoso», alerta para explicar que «el acoso empieza muchas veces como una broma y depende de cómo el niño conteste esa primera vez para que al día siguiente se repita, y al otro y al otro... hasta que se hace algo permanente. Todo eso hay que cortarlo de forma radical desde la primera vez, no se puede decir que son cosas de niños», remata la psicóloga.

Plan de choque de Educación

Y en esa línea parece comprometida la Consejería, según confirma Alberto Galiana, director general de Educación, quien, consultado por Diario LA RIOJA, asevera que «estamos decididos a erradicar el acoso escolar, aunque es un tema que requiere tiempo». Tras defender que La Rioja está en una situación mejor que otras zonas de España porque «la lucha contra el acoso escolar lleva ya muchos años, con estrategias y protocolos de actuación en los centros y una gran labor por parte de docentes y del personal de la Inspección Educativa», Galiana sí admite una «especial preocupación con el ciberacoso». De ahí, anuncia, la puesta en marcha a partir ya de septiembre, en el inicio de este próximo curso, de una batería de nuevas medidas.

«Estábamos decididos a dar en este curso pasado una vuelta de tuerca a la lucha y la prevención del acoso escolar con la aplicación del plan Kiva, pero a lo largo de estos meses hemos analizado una serie de programas que quizá puedan adaptarse mejor a la realidad riojana y que, manteniendo lo esencial de Kiva de concienciar al grupo mayoritario de la clase de que en lugar de apoyar al acosador deben respaldar al acosado, contemplan también medidas contra el ciberacoso. Queremos ser ambiciosos, sobre todo incidiendo en la formación del profesorado, que creemos que debe ser el primer paso en esta batalla y pretendemos que en todos los centros de La Rioja haya una persona formada en prevención del ciberacoso para que a su vez extienda esas buenas prácticas en todo el centro, sobre todo en Secundaria y Bachillerato, sin dejar de lado Primaria, donde habrá que trabajar más el control emocional y las estrategias de diálogo», avanza el director general, quien coincide con ACAE Rioja en que «toda ayuda es poca para luchar contra esto y esta es una labor de todos: familia, comunidad educativa, Administración y sociedad en general».

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