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Amaya Gómez, la bibliotecaria, junto a las nuevas estanterías.
Las obras no pueden con los libros

Las obras no pueden con los libros

Los usuarios siguen disfrutando de las historias que se esconden tras las estanterías y de la amabilidad de su bibliotecaria

ANA PÉREZ ECHAVARRÍA/C.N

Lunes, 25 de julio 2016, 00:15

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Logroño. Una biblioteca es siempre un lugar de ilusiones y un ejemplo perfecto está en el barrio La Estrella. Amaya Gómez, la bibliotecaria, es voluntaria y se muestra encantada. De hecho, aunque el horario oficial de apertura son sólo lunes y martes de 17.30 a 19.30, ella misma dice que «si alguien lo necesita y puedo, les abro en cualquier momento y me quedo con ellos el tiempo que haga falta hasta que acaben».

  • Reapertura.

  • Está programada como muy tarde para septiembre.

  • Horario.

  • Abre los lunes y martes de 17.30 a 19.30.

  • Localización.

  • Calle Jesús Nalda Bretón nº1, bajo.

  • Volúmenes.

  • Unos 8.000, entre donaciones y compras de los libros más demandados.

  • Socios.

  • Casi 600, no hace falta que sean residentes en el barrio de La Estrella.

  • Precio.

  • Gratuito

Porque sí, aunque el local lleva en obras desde diciembre los socios pueden acudir a él desde hace ya tres meses. La idea era finalizar las obrase en junio pero diversos problemas las han retrasado. Las nuevas previsiones son que estén concluidas a principios de septiembre, coincidiendo con el inicio del próximo curso. De hecho los estudiantes son unos de los grandes beneficiarios de la biblioteca. El préstamo normal es de un mes, pero en el caso de los escolares que necesiten un libro para algún trabajo puede alargarse hasta un trimestre entero.

Muchas de las mejoras que está previsto acometer están pensadas para este colectivo. Por un lado, se han proyectado dos nuevas mesas, una para ser usada como lugar de estudio y la otra para situar varios ordenadores que sirvan de acceso a Internet para toda la comunidad. «Antes sólo teníamos zona wifi y un ordenador, el mío», explica la bibliotecaria. Además, dado que el espacio será mucho más amplio, se colocarán más estanterías y así podrán tener cabida los más de 8.000 volúmenes con los que cuenta el fondo de la biblioteca.

Los géneros que se pueden encontrar son de lo más variado, pero, sobre todo, novedades, novela romántica, negra, juvenil e histórica. Sin olvidar ejemplares más prácticos como diccionarios o libros en inglés, también adaptados para los más pequeños.

Todo este material llega a manos de Amaya Gómez por dos vías diferentes. Por un lado como donaciones y, por otro, como parte de la compra mensual que realiza de los libros más pedidos. Allí todos se conocen, afirma, aunque son ya más de 500 socios. Por eso, «sé lo que suele leer cada uno» y es más fácil asesorarles en sus próximas lecturas.

Esa es una de las señas de identidad de una biblioteca de barrio, «la cercanía especial que se tiene con la gente», asegura. En muchas ocasiones, comenta Gómez, ni siquiera necesita el carné para prestar un libro, y si lo necesita siempre sabe como contactar con quien sea, «igual que ellos saben dónde encontrarme», explica orgullosa.

Otra de las grandes ventajas son los grupos que se reúnen de vez en cuando para compartir sus opiniones o sensaciones sobre ciertos libros. Una especie de club de lectura improvisado que se forma «si va surgiendo un grupito» con un interés común. Y es que en esta pequeña biblioteca hay gente para todo y de todas las edades. Aún así Amaya confiesa que el verano no es precisamente la mejor época para este centro de lectura porque «tiran más de televisión o de piscina o se van de vacaciones». En cambio, en invierno tiene mucha más actividad. Y espera que esto aumente ahora con el nuevo espacio tan amplio y más funcional.

No se puede olvidar la gran función que hacen las bibliotecas «en épocas duras como la que estamos viviendo, porque hay gente a la que le gusta leer pero no puede acceder a los libros por su alto precio» se lamenta. Si se os están poniendo los dientes largo no os preocupéis, cualquiera puede hacerse socio y de manera totalmente gratuita. Sólo hace falta acercarse y Amaya os recibirá con una sonrisa y mucha ilusión.

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