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Ayuntamiento de Ausejo, donde sucedieron los hechos. :: justo rodríguez
El fiscal pide 5 años para el exalcalde de Ausejo por acoso y agresión al secretario municipal

El fiscal pide 5 años para el exalcalde de Ausejo por acoso y agresión al secretario municipal

Según el fiscal, Rafael Fernández, que ahora es concejal, pidió al secretario e interventor que fuera «menos riguroso» sobre la legalidad de los contratos municipales y la concesión de licencias

LUIS J. RUIZ

Viernes, 24 de junio 2016, 00:02

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Rafael Fernández (PSOE) fue alcalde de Ausejo durante ocho años. El 14 de julio del año pasado, tras ganar las municipales de mayo, renunció a seguir al frente del consistorio riojabajeño. Hoy, a las 13.45 horas, tiene una cita en el Juzgado de lo Penal 1 de Logroño. Está imputado como presunto responsable de un delito de trato degradante en su modalidad de 'mobbing', de uno de lesiones y de un tercero de amenazas condicionales. La víctima fue el secretario-interventor municipal. Si el juez da crédito a las versión del fiscal, podría pasar cinco años en prisión.

El juicio no se celebrará esta mañana. Hoy la jueza sondeará la posibilidad de que las partes lleguen a un acuerdo de conformidad en el que, a cambio de que Fernández asuma la acusación del fiscal, la condena final sea más benévola.

Para eso el exalcalde y actual concejal de Ausejo deberá reconocer que presionó, amenazó y agredió al secretario-interventor del Ayuntamiento entre el 22 de marzo del 2011 y el 22 de enero del 2014. Tras un primer año de normalidad, el fiscal apunta que «desde marzo del 2012, el acusado, ejerciendo como alcalde y por ello como jefe de personal, (le) sometió generalmente en el despacho del perjudicado a una actitud vejatoria y humillante». El objetivo del alcalde -siempre presuntamente y según relata el fiscal- era que el secretario-interventor «en el ejercicio de sus funciones, fuera más laxo y menos riguroso en sus informes sobre la legalidad de la actuación del acusado [el alcalde] en relación con la contratación administrativa efectuada por la corporación local, [la] concesión de licencias de obras y demás supuestos relacionados con la actividad contable». Pero el secretario, dice la Fiscalía, se negó, lo que enervó a Rafael Fernández, que mostró una actitud «cada vez más agresiva» contra él, «con gritos y expresiones denigrando su trabajo y su persona».

«Lo mejor es pirarte»

El fiscal, entre otras expresiones, apunta que el alcalde se dirigía a su secretario diciéndole «pierdes el tiempo con todos estos informes»; «Este informe, sabes lo que voy a hacer, tu guárdatelo y haces lo que se te ponga en los cojones con ello»; «Estoy hasta los cojones de informes»; «Que te vayas por ahí»; «Lo mejor que puedes hacer es pirarte si no la relación va a ir mal».

Y fue a peor. Sobre todo después de que el secretario plantease dudas sobre la relación laboral de la auxiliar administrativa del Consistorio y retuviera el abono de la paga extra de junio y la nómina de julio del 2012. Así, dice el fiscal, el 16 de julio del 2012 se produjo una nueva discusión entre ambos, el alcalde recriminó al secretario por no haberle pagado la nómina y, en un momento dado, llegó a «golpear con fuerza la impresora que allí se encontraba para, acto seguido, agarrar del cuello al perjudicado, apretándole con la otra mano las dos mejillas, propinándole un empujón, exigiendo que firmara el pago».

Tras el ataque, el secretario estuvo de baja tres meses por una crisis de ansiedad. Tras regresar a su trabajo, en febrero del 2013, se repitió la escena. Dice el fiscal que fue por un oficio judicial que requería al secretario a cumplirlo y que hacía referencia a un proceso en el que «está imputado el acusado [el alcalde] por la concesión de una licencia de obras para efectuar la construcción de un mirador en su inmueble».

«Te busco [...] en la muerte»

El fiscal dice que la reacción del alcalde fue de tal envergadura que el secretario temió por «su integridad física»: «Eres un puto complicador de vidas de todo el mundo»; «Como tu actitud me toque a nivel personal o mi familia se vea vinculada en algún tema en que tú me metas, como salga de aquí, te busco, cagüen dios, hasta en la muerte. Acuérdate de lo que te estoy diciendo. Tu no me conoces. Esto no va a quedar en paja».

El secretario-interventor sufrió una crisis de ansiedad y estuvo de baja durante 9 meses. Cuando regresó, el alcalde había adjudicado su despacho a la auxiliar y le puso a trabajar, «sintiéndose humillado», en una mesa a la entrada del ayuntamiento que estaba a la vista de todo el mundo y separado del resto de mesas por un biombo. En enero del 2014 la víctima solicitó el cese de sus funciones.

El fiscal solicita dos años de cárcel por el delito de trato degradante en su modalidad de 'mobbing', otros dos años por el de lesiones y uno más por el de amenazas condicionales. Además solicita que abone al SERIS el gasto del tratamiento médico de la víctima y que indemnice al secretario con un total de 9.690 euros.

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