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La Policía Local tramita como simple falta administrativa el doble atropello y fuga del viernes

La Policía Local tramita como simple falta administrativa el doble atropello y fuga del viernes

La falta de un criterio fijado por los mandos y el riesgo de ser denunciados lleva a los agentes a esquivar la vía penal

Luis J. Ruiz

Martes, 15 de marzo 2016, 18:06

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R.U.P., el joven de 20 años que el pasado viernes atropelló a un matrimonio en la calle Salustiano Olózaga de Logroño y que posteriormente se dio a la fuga, podría enfrentarse tan solo al pago de una multa después de que el equipo de atestados de la Policía Local de Logroño esté tramitando el atropello por vía administrativa y no como un delito contra la seguridad vial. Es, dicen fuentes policiales, consecuencia de la ausencia de un marco legal que permita «presuponer» el peor de los escenarios para el infractor. Así apuntan que cuando un conductor no se somete a las pruebas de detección de alcohol o de sustancias estupefacientes, las consecuencias son más graves que un resultado positivo. Eso no sucede cuando un conductor, por ejemplo, se da a a fuga por lo que huir tiene unas consecuencias más favorables que quedarse en el lugar de los hechos.

Eso es lo que sucedió en el caso de R.U.P. y el tiempo que 'ganó' durante su fuga es el que impide que la Policía Local instruya el atropello como un delito. De esta manera, el conductor no sería privado del carné de conducir, ya que esta sanción está reservada para cuando los hechos son calificados como delito. De igual manera, el resultado positivo en el control de consumo de drogas tampoco acarrearía mayor sanción que la económica (que podría ascender hasta los 1.000 euros) y la pérdida de hasta seis puntos del carné de conducir.

Por otro lado, la omisión del deber de socorro -motivo por el que fue detenido cuando acudió unas dos horas después a la comisaría de la Policía Nacional- no contempla medidas de este tipo. R.U.P. se podría enfrentar a una condena de hasta cuatro años de prisión, si bien diversos expertos apuntan que el hecho de que hubiera más personas que asistieron a la pareja en el lugar de los hechos podría implicar la inexsistencia de ese delito.

El matrimonio arrollado continúa hospitalizado

  • El matrimonio que fue atropellado el pasado viernes en las proximidades del campo de fútbol de Las Gaunas continuaba ingresado en la jornada de ayer. Según informaron fuentes municipales, la mayor preocupación se centraba en el estado del marido, que seguía ingresado en la UCI del hospital Santiago Apóstol de Vitoria a la espera de que los médicos determinaran cuando someterle a cirugía.

Sin criterio establecido

Más allá de esas disquisiciones legales, las consecuencias que se pueden derivan de un mismo accidente de tráfico en el que están presentes las drogas (o el alcohol) acaban dependiendo, según han reconocido fuentes policiales a Diario LA RIOJA, del cuerpo policial e, incluso, del equipo de atestados que atienda el accidente.

La normativa marca que una alcoholemia positiva se tramitará como un delito contra la seguridad vial cuando el conductor presente una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro. Por debajo de ese nivel no sería delito y se tramitaría como una infracción administrativa. Pero una circular de la Fiscalía encomienda a los cuerpos policiales con competencias en materia de Tráfico a que tramite como delito el positivo (entre 0,25 y 0,60 mg/l) que vaya unido a una infracción (desde saltarse un semáforo en rojo a no hacer un stop).

Esa circular del Ministerio Fiscal es atendida por los equipos de atestados de, por ejemplo, la Guardia Civil, si bien en el caso de las policías locales no existe un criterio uniforme que algunas fuentes policiales no dudan en achacar a una falta de dirección en el cuerpo. Eso implica (o puede implicar), adicionalmente, un problema para los agentes ya que en función de cómo tramiten una infracción podrían incluso acabar siendo acusados de una prevaricación.

La influencia del consumo

Desde el Ayuntamiento, el concejal de Seguridad, Miguel Sainz, reconocía no saber qué criterio de tramitación seguían los agentes locales en este caso ni en otros similares, si bien mostraba su confianza en el criterio policial a la hora de instruir el atestado. Francisco Arasa, comisario de la Policía Local, aseguró también desconocer cómo se tramitaba el atestado y recordaba que la clave estaba en demostrar «la influencia del consumo en el accidente, algo difícil».

De igual manera, Sainz señalaba que se trataba de «un hecho puntual» que quería desvincular de hipotéticas carreras de vehículos en la zona. «No tiene nada que ver con eso», insistía el edil que reconocía que en esa zona «hubo en su momento un problema de mayor intensidad y contra el que se instalaron badenes y se reforzó la presencia policial».

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