Borrar
Los trabajadores del turno de mañana, durante su protesta en los accesos a la planta de Altadis de El Sequero. :: miguel herreros
La «provocación» de Polonia

La «provocación» de Polonia

Los sindicatos informan a los empleados de las reuniones mantenidas esta semana en Londres y Madrid e insisten en que la planta riojana es viable

LUIS J. RUIZ

Sábado, 13 de febrero 2016, 00:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La vida continúa en la planta de Altadis de El Sequero. Lo hace desde la anormalidad de quien ve que la guillotina que oscila sobre su cuello desciende cada día un milímetro más. Ayer, de nuevo, los trabajadores de la fábrica riojana insistieron en que la planta no se cierra, en que esa guillotina no cercenará la historia de la tabaquera en La Rioja. Escenificaron ese rechazo pasadas las 12 horas cuando todos los trabajadores salieron a la puerta de acceso a la planta para gritar que Altadis no se cierra.

Después, Luis Enrique Medina, presidente del comité de empresa, se encargó de informar a los trabajadores del contenido de las reuniones mantenidas durante esta semana primero en Londres y, después, en Madrid. El rechazo fue unánime. Altadis falla en su punto de partida, reiteraron los trabajadores: no se negocia el cierre y no se negocian salidas de trabajadores, se negocia la continuidad de la planta de El Sequero en El Sequero.

Gráficamente, los trabajadores reparten su jornada laboral en dos quehaceres: la producción, esto es, los cigarrillos, y la defensa de la fábrica riojana. «El 80 por ciento de nuestro trabajo consiste ahora en que no se cierre la planta y el 20 por ciento restante en sacar adelante la producción», dice un empleado.

En ese 80 por ciento se incluye la protesta de ayer en la puerta de la fábrica. Todos habían leído que Altadis les ofrecía mudarse a Alemania o Polonia. Todos estaban indignados. «La empresa hizo gala de su prepotencia y de su arrogancia. Es una provocación decirnos que hay cero traslados a Santander porque hay vacantes en Polonia y Alemania. Allí no habrá vacantes si no se cierra esta planta».

Bocinas, pitidos y cánticos de 'Altadis no se cierra' fueron la banda sonora de una concentración bicolor: el blanco de las camisetas de protesta y el granate de los monos de trabajo. Protesta obrera para trasladar a la multinacional un mensaje claro sobre Polonia y Alemania: «Ni lo hemos hablado, ni los vamos a hablar. No vamos a contemplar esas opciones», explicaba Medina antes de lanzar un guante a Alison Cooper la CEO de Imperial Tobaco, «la jefa» de la tabaquera británica, decía el responsable del comité de empresa: «El comité europeo le va a entregar en mano nuestra disposición a hacer los ajustes que necesitamos. Queremos hablar de la viabilidad de la fábrica. No tiene sentido que hayan puesto sobre la mesa esos traslados».

Aunque el escenario que contemplan solo es uno -la permanencia de la planta- Medina deja claro que «si esto sale mal vamos a conseguir las mejores condiciones para los trabajadores». Por eso todos saben que el cambio de Santander por Polonia y Alemania es sólo un farol propio de la negociación. Un intento de presión. La semana que viene se irá aclarando poco a poco el futuro de la planta de Altadis en Agoncillo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios