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La viuda, los hijos y la nieta de Tomás Mingot posan en un Ateneo Riojano lleno.
Tomás, no te olvidan

Tomás, no te olvidan

Exalumnos y compañeros homenajean a Mingot en el 25 aniversario de su muerte

Diego Marín A.

Sábado, 2 de enero 2016, 09:31

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Fue el 31 de diciembre de 1990 en torno a las 12 horas. Entonces Tomás Mingot, catedrático de Griego del IES Práxedes Mateo Sagasta, discípulo de Agustín García Calvo, concejal del Ayuntamiento de Logroño, marido de Teresa Felip, padre de Tomás y Teresa Mingot Felip, murió prematuramente. Un infarto. Aunque había nacido en Villajoyosa (Alicante) en 1942, desde entonces la que fue su ciudad de adopción le recuerda habiendo bautizado un instituto en su honor (el viejo Mixto IV) y con un memorial en forma de carrera atlética, la San Silvestre.

Fue hace veinticinco años pero el pasado jueves exalumnos y compañeros de Tomás Mingot demostraron que el lema que sobrevolaba en el ambiente era verídico: «Querido Tomás, nunca te olvidamos». Más de 120 personas abarrotaron el Ateneo Riojano de Logroño para reconocer al profesor, al concejal y a la persona. En primera fila, su viuda, Teresa Felip, junto a sus hijos, Tomás y Teresa, y su nieta Ginebra, asistieron emocionados y agradecidos a un acto entrañable de homenaje en el que sólo se escucharon parabienes, bondades y anécdotas divertidas del protagonista. Porque, aunque no estuviera presente, al menos en cuerpo, Tomás Mingot sí estuvo en alma.

Por destacar, cabe subrayar la intervención de su rival político, el exalcalde popular de Logroño José Luis Bermejo, quien recién salido del hospital a causa de una anemia describió a Tomás como un «honesto concejal que hizo lo posible por mejorar la sociedad». Es más, Bermejo dijo del difunto edil socialista que «era serio pero irónico, tenía salsa, signo de inteligencia».

Coordinó y condujo el acto el exalumno Rubén Marín A., que presumió de que tal cargo «es una matrícula de honor». Intervinieron otros exalumnos, como el periodista de Diario La Rioja Jorge Alacid, quien recordó a Mingot como un maestro con el «doble mérito de sentirme alumno de él cuando, técnicamente, nunca me dio clase sino que me la dio su mujer». También hablaron otros compañeros socialistas como Concha Arribas, José Manuel Calzada y Manuel Saiz Ochoa, así como colegas de instituto como Luz Hernáez, Óscar Hierro y Paco Rosa. Jesús Vicente Aguirre y Mª José Jiménez leyeron sendos poemas y el matemático Emilio interpretó a Bach con la viola.

Entre las historias que se contaron cabe destacar que, sin haber practicado deporte jamás, parte del legado de Mingot en su labor municipal fuera construir los frontones de Varea, La Estrella y Doctores Castroviejo, hoy polideportivos. Más propia parece la tarea de catalogación de los últimos libros de la biblioteca del IES Sagasta. Quedó claro, Tomás, no te olvidan.

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