De su dueña tal vez olvidada

Así comienza la rima número VII del libro Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Bécquer, escritor de la época romántica, aunque poco romántica fue su época. Contemporáneo de un riojano ilustre, Práxedes Mateo Sagasta que, a finales del siglo XIX, presidió el gobierno en varias ocasiones, con algún éxito y varios fracasos, como el conflicto hispano-estadounidense, y alguna que otra gestión en la ordenación nacional del ferrocarril.

Ferrocarril, carretera y aeródromo son en estos días palabras de poco uso, que se sustituyen por AVE, autovía, aeropuerto, palabras distintivas de progreso y modernidad, que en el vocabulario riojano pasan desapercibidas.

A finales de septiembre, Rajoy, después de las elecciones catalanas, lanzó los siguientes mensajes: «León estará más cerca de todos los españoles», se activa «un nuevo vector para el crecimiento y el empleo» y se envía «un mensaje al resto del mundo, España es un país solidario e innovador». Todo este semejante discurso en la inauguración del tramo de AVE Valladolid-Palencia-León.

A finales de octubre, Ana Pastor, ministra de Fomento, en la recta final de las inauguraciones y cortes de cintas previas al periodo electoral, estuvo en Zamora, provincia de 185.000 habitantes (La Rioja 313.000), y también lanzó algunos mensajes impactantes: «Es de justicia social que Zamora tenga un AVE del siglo XXI», les dijo a los zamoranos. «El tren y las carreteras son las infraestructuras claves para hacer iguales en oportunidades a los que menos tienen», «Hoy creemos en el tren y ponemos vías del siglo XXI que llegan también a Zamora».

¡Toma ya!

Los planes de AVE para La Rioja no existen. Ni hay planos ni estudios. Sólo existe el pensamiento de los partidos políticos nacionales de que todavía no es momento de tenerla en cuenta en la planificación nacional. A pesar de que reiteradamente se diga que sí, nada de nada. Y así es, no hay planes para La Rioja respecto al AVE.

Todo esto, traducido a discurso político nacional, significa que La Rioja está cada vez más lejos de todos los españoles, se desactiva el necesario vector para el crecimiento y el empleo y se envía un mensaje al resto del mundo: España es un país solidario, excepto con La Rioja. Y aquí no viene nadie con unas tijeras a cortar una cinta porque no es de justicia social que La Rioja tenga un AVE del siglo XXI, porque ya tiene el de Sagasta del siglo XIX y el tren y las carreteras son infraestructuras claves para hacer iguales en oportunidades a otros, no a los riojanos, y traen progreso, a otros, a La Rioja nada.

La Rioja es una de las comunidades autónomas españolas, según define la Constitución en su título VIII de organización territorial del estado. Constitución a la que los habitantes de La Rioja somos fieles y leales, a diferencia de otras comunidades que lo son menos y con las que competimos en recursos. Y somos fieles y leales no porque seamos menos singulares que otros, que fueros no nos faltan, sino porque respetamos las reglas del juego y, como dijo Rajoy en León, «España es un país solidario».

Como líder del Partido Riojano-PR+riojanos me voy a ocupar de hacer peticiones y propuestas sensatas para La Rioja. Y el AVE, como indican los estudios europeos, es sensato. Es el medio de transporte del futuro, tanto de personas como de mercancías, porque es ecológico y eficaz, mucho más que el resto de medios de transporte con los que compite. Así lo ha estudiado y decidido el Gobierno de España y la Comisión Europea. Y más sensato es cuando lo que reivindico para La Rioja es que seamos iguales que el resto de comunidades. No más, pero desde luego, no menos. Y si el Estado dice que el AVE significa progreso, progreso también para La Rioja; y si el AVE es el futuro, futuro también para La Rioja.

El PR+ y yo personalmente nos dejaremos la piel para defenderlo, porque nosotros somos los de aquí, los de La Rioja.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve, que sabe arrancarlas!