Borrar
En cada radiador habrá que instalar un repartidor de costes para medir el consumo.
Sólo el 1% de los 30.000 hogares obligados a instalar contadores de calefacción lo ha hecho

Sólo el 1% de los 30.000 hogares obligados a instalar contadores de calefacción lo ha hecho

La normativa europea, no traspuesta aún al ordenamiento español, impone la adaptación para finales del 2016 y acarrea un gasto de 600 euros por vecino

Roberto G. Lastra

Martes, 13 de octubre 2015, 21:14

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los plazos vuelven a correr en contra de los consumidores. Alrededor de 30.000 hogares riojanos deben cumplir, antes del 1 de enero del 2017, la normativa europea de eficiencia energética que impone, entre otras exigencias, la obligatoriedad de instalar dispositivos de lectura individual de consumos de agua caliente y calefacción en aquellas comunidades de propietarios con sistemas energéticos centralizados.

La directiva 2012/27 del Europarlamento y del Consejo Europeo se aprobó el 25 de octubre del 2012, pero aunque su transposición efectiva venció el 5 de junio del 2014, el Ejecutivo central sólo tiene sobre la mesa, de momento, un borrador de Real Decreto, cuya tramitación se verá paralizada por la convocatoria de las elecciones generales el próximo 20 de diciembre. «El problema es que la trasposición de la directiva europea al ordenamiento jurídico español no se ha hecho todavía y con las elecciones en diciembre todo parece apuntar a que no se va a hacer hasta enero, como pronto», explica Alberto Huidobro, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de La Rioja.

Pese a las campañas informativas y a que faltan menos de 15 meses para que expire el plazo, en La Rioja no se han acometido apenas adaptaciones. «No tenemos a nada ni a nadie que nos diga con exactitud qué tenemos que hacer, cómo y cuándo. De momento no se ha hecho nada, ni siquiera el 2% de los 30.000 hogares que están obligados a la adaptación, 20.000 en Logroño y los otros 10.000 en otras zonas de la comunidad», asegura Huidobro. En el mismo diagnóstico coincide Jesús Alonso Sáenz , presidente de Afoncagás (Asociación de Empresarial de Fontanería, Gas, Climatización, Mantenimiento, Frío industrial y Afines de La Rioja): «Hemos perdido muchísimo tiempo y todavía no se han hecho ni el 2% de las instalaciones».

El proceso de adaptación es relativamente sencillo, pero no barato, ya que los expertos calculan que el desembolso por hogar oscilará entre los 600 y los 800 euros, según el tipo de instalación que se requiera.

«En el caso de los sistemas centralizados de calefacción en anillo, hay que instalar un contador y un termostato en cada vivienda; pero en las de columna, que son las más antiguas, hay que colocar un repartidor de costes y una válvula termostática en cada radiador de la casa, además de un sistema centralizado de lectura», explica Alonso Sáenz. El coste final se encarecerá en muchas comunidades de propietarios porque será necesario, además, cambiar las bombas de agua de las salas de calderas y reequilibrar el circuito hidráulico.

Ahorros y sanciones

Aunque los dispositivos tienen un coste elevado, algunos estudios acreditan que la adaptación conlleva un cambio de hábitos que se traduce en un ahorro inmediato de entre el 20% y el 30% de la energía que antes se consumía, alrededor de 224 euros menos en la factura anual de calefacción y agua de un hogar medio, con lo que la inversión necesaria para adaptarse a la normativa europea quedaría amortizada en dos o tres años.

Cuentas al margen, de lo que no cabe duda es de la obligatoriedad de la adaptación. Así, el Real Decreto-ley 8/2014, de aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, de 4 de julio, determinaba el régimen de sanciones. En él se tipifica como infracción grave, sancionada con multas que oscilan desde los 1.001 a los 10.000 euros, no cumplir con la obligación de instalar contadores de consumo, una exigencia que recae sobre los propietarios de las viviendas.

Entre las ventajas de la adaptación, el ahorro energético. «Lo que busca la normativa comunitaria es que cada vecino, que hoy paga por coeficiente de participación, por superficie, viva o no, abone lo que realmente consuma para impulsar así el ahorro», explica Antonio Martínez Agudo, director gerente de Natural Heat, la empresa riojana dedicada a la medición de consumos energéticos y al desarrollo de la tecnología necesaria para ello. A partir de la adaptación, la comunidad de propietarios establecerá un canon fijo (el 30% del total de la factura) para gastos de mantenimiento de la sala de calderas y averías; el restante 70%, que sería variable, lo afrontará cada propietario conforme al consumo real. «Como todos los dispositivos medidores disponen de emisores de telelectura que envían sus datos vía radio, el administrador de la finca recibirá directamente todos los datos sobre consumos, liquidaciones, lecturas... Lo que facilitará su labor y posterior desglose y reparto de cuotas a abonar, las fijas y las variables, por cada vecino según su gasto», remacha Martínez Agudo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios