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El vehículo que se vio obligado a salirse de la vía. :: g.c.
Una persecución a lo grande

Una persecución a lo grande

El hombre, arrestado una semana después, se dio a la fuga tras detectar la presencia de la Guardia Civil, que le persiguió por tres carreteras

LA RIOJA

Miércoles, 7 de octubre 2015, 00:31

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Tardaron una semana pero, al final, dieron con él y fue puesto a disposición judicial. Protagonizó una loca y temeraria carrera al volante para fugarse de la Guardia Civil, poniendo en riesgo la vida de otros conductores, y al final los agentes desistieron en su persecución debido a la gran afluencia de coches en la carretera. Pero este vecino de Tirgo estaba muy equivocado si pensaba que había logrado zafarse definitivamente de los guardias civiles porque estos plantaron un dispositivo y siete días más tarde lo 'cazaron' en una calle de Haro conduciendo con el mismo coche. Ahora se le imputan cinco delitos contra la seguridad vial y otro por daños.

Seis y media de la mañana del 15 de septiembre. El individuo, un varón de 38 años, natural de Ermua (Vizcaya) y vecino de Tirgo, sale del interior de las oficinas de la gasolinera de Cuzcurrita. La Guardia Civil del puesto de Casalarreina detecta la presencia de esta persona sobre la que pesa una suspensión cautelar del permiso de conducir por decisión judicial. Tiene, además, un amplio historial delictivo y numerosas infracciones graves contra la seguridad vial.

El hombre se percata de la patrulla y emprende la huida en un vehículo Ford. Así comienza una persecución a gran velocidad por la LR-307, la N-232 y la N-124 y a la que no le falta ningún ingrediente de una gran película del cine de acción: velocidad, temeridad, caso omiso a las señales acústicas y luminosas, invasión del carril contrario... En definitiva, poniendo en grave riesgo la vida del resto de conductores hasta el punto de que un turismo se ve obligado a salirse de la calzada para evitar una colisión frontolateral.

En ese momento, los agentes deciden cesar en la persecución para evitar hechos más trágicos debido a la densidad del tráfico rodado en esas horas. Pero la escena final no será ésta. El dispositivo establecido con posterioridad permitió su localización en la mañana del día 22, cuando conducía el mismo vehículo por la calle Severo Ochoa de Haro. El detenido se acogió a su derecho de no declarar, por lo que finalizadas las diligencias fue puesto a disposición de la autoridad judicial. Se le imputa un delito por conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás; dos delitos por conducir tras la pérdida total de puntos; dos delitos por conducir tras haber sido privado de forma cautelar de su permiso por orden judicial, y un delito de daños al provocar la salida de la vía de otro conductor.

El artículo 381 del Código Penal fija penas de prisión de 2 a 5 años, multa de 12 a 24 meses y privación del derecho a conducir vehículos entre seis y diez años.

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