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La Fiscalía alerta de que las sentencias sin ejecutar en La Rioja son «ingobernables»

La Fiscalía alerta de que las sentencias sin ejecutar en La Rioja son «ingobernables»

El Ministerio Público afirma que superar las 1.000 ejecutorias pendientes por juzgado implica «falta de seguridad»

Luis J. Ruiz

Miércoles, 23 de septiembre 2015, 23:20

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Durante el 2014 se celebraron en La Rioja 2.418 juicios penales que dieron lugar a más de 1.600 sentencias. Una productividad, al menos en lo que a los Juzgados de lo Penal se refiere, por debajo de los percentiles marcados por el Consejo General del Poder Judicial. Pero la sentencia es sólo la primera parte de la justicia. La segunda es la ejecución de la sentencia. Y ahí es donde la Fiscalía de La Rioja eleva la voz y alerta de los riesgos que se están corriendo.

LAS CIFRAS

  • ejecutorias pendientes tenían los Juzgados de lo Penal de La Rioja al cierre del año 2014.

  • diligencias previas se incoaron en los juzgados riojanos durante el año 2014, el 1,9% menos que un año antes.

  • de las diligencias previas fueron calificadas. Casi la mitad de las incoadas (6.024) fueron sobreseídas normalmente por ser de autor desconocido.

  • juicios se celebraron durante el año 2014 en La Rioja 1.412 ante los Juzgados de Instrucción, 945 en los Juzgados de lo Penal y otros 61 en la Audiencia Provincial.

  • juicios de faltas contaron con la participación del Ministerio Fiscal, el 6,3 por ciento más que un año antes.

  • de las 940 sentencias dictadas por los Juzgados de lo Penal fueron de conformidad.

  • diligencias de investigación abrió la Fiscalía de La Rioja durante el año 2014.

Hace dos años el Ministerio Público avisó del retraso en la ejecución de las sentencias penales y de la «imperiosa necesidad de disminuir el enorme número de ejecutorias». El año pasado, quizá en un guiño hacia la labor de los Juzgados de lo Penal, la queja se impuso «en un tono menor» confiando en cerrar el 2014 con unas 2.000 ejecuciones pendientes. Pinchó en hueso. Cierto es que la tendencia es la adecuada -3.975 ejecutorias pendientes al cierre del 2012; 3.871 al finalizar el 2013; y 3.344 al 31 de diciembre pasado- pero la intensidad del descenso ha vuelto a desesperar a la Fiscalía que habla de una situación de «ingobernabilidad» y de «falta de seguridad».

El problema radica en los dos juzgados de lo Penal. Se dictan las sentencias, pero su cumplimiento efectivo se retrasa en el tiempo. En la mayor parte de las ocasiones se refiere a la parte pecuniaria de los fallos ya que el cumplimiento de medidas de privación de libertad suelen agilizarse más.

El asunto en la Audiencia Provincial es un mal menor (277 ejecutorias sin «pendencia ni retraso y periódicamente revisadas» frente a las 253 con que cerró el año pasado) y en el Tribunal Superior de Justicia es inexistente ya que «permanece al igual que en años anteriores con el casillero a cero: sigue sin tener ningún procedimiento», apostillan.

Desde la Fiscalía se defiende una máxima: «Un juzgado no debe sobrepasar las 1.000 ejecutorias abiertas como tope máximo para la prudencia, pues a partir de ese número ya son ingobernables con un mínimo de seguridad». Desde ese punto de partida, la realidad de la justicia riojana es antagónica a la esperada con, aproximadamente unas 1.700 ejecutorias pendientes, «un volumen a todas luces excesivo».

En La Rioja hay dos Juzgados de lo Penal si bien la presencia de una jueza de refuerzo supone la creación «de facto» de un tercer juzgado. En cualquier caso, la Fiscalía apunta que no tiene trascendencia en lo que a las ejecutorias se refiere ya que su equipo «agota prácticamente su labor en preparar los señalamientos y redactar las sentencias, con lo que les queda poco margen para trabajar con las ejecutorias».

Detrás del elevado número de ejecutorias pendientes está el gran número de sentencias de conformidad dictadas por los juzgados de Instrucción que traspasan la ejecución del fallo a los juzgados de lo Penal.

Y eso que, defienden desde la Fiscalía, los propios fiscales gestionan conformidades que faciliten el cumplimiento de las sentencias con, por ejemplo, «entregas del permiso de conducir inmediatamente en el juzgado de guardia, o incluso con ingreso en el centro penitenciario en el propio servicio de guardia si no procediera la suspensión».

«Aun así el número de ejecutorias es muy elevado», reiteran. En el corto plazo, y en línea con sus previsiones del año pasado, la Fiscalía considera que para el 2016 cada juzgado de lo penal en Logroño no mantendrá vivas más de un millar de ejecutorias, «que es el tope máximo tolerable».

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