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Un coche es trasladado tras un fuerte golpe en las carreteras riojanas.
Casi la mitad de los coches implicados en accidentes en La Rioja tiene más de 8 años

Casi la mitad de los coches implicados en accidentes en La Rioja tiene más de 8 años

La DGT recuerda que el riesgo de morir es 1,6 veces superior en siniestros con vehículos de más de 10 años y 2,2 en los de más de 15

Maite Mayayo

Jueves, 20 de agosto 2015, 22:13

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Antigualla sobre ruedas en la carretera, peligro seguro. Es lo que viene a decir la Dirección General de Tráfico (DGT) y ratifican las estadísticas. Casi la mitad de los vehículos implicados en accidentes con víctimas en La Rioja, en el periodo del 2007 al 2014, tenía más de ocho años y la tercera parte de ellos superaba la decena. Teniendo en cuenta que con más de siete años cualquier turismo puede ser una trampa para la seguridad de las personas en caso de siniestro, cabe inferir que por nuestras carreteras circulan demasiadas chatarras a pesar de los esfuerzos de los planes PIVE.

Al margen del factor humano, la 'veteranía' del parque móvil español -y por ende del de La Rioja- explica en buena medida las cifras de siniestralidad. Somos los campeones de la liga europea en vehículos obsoletos y ello no tiene visos de cejar a tenor de los datos de la DGT y, aunque nos empeñemos en conservar nuestro achacoso auto al que ya consideramos uno más de la familia, la seguridad ya no está de nuestra parte.

La gravedad de las consecuencias ante un percance también se multiplica con la edad del vehículo. Uno de los últimos estudios de la DGT revela que las posibilidades de morir o sufrir una lesión con hospitalización aumentan en función de la antigüedad del vehículo siniestrado. Si la comparación es con los turismos de hasta 4 años, el riesgo de fallecimiento es 1,6 veces superior en los coches de 10 a 14 años, y 2,2 veces superior en los de 15 a 19 años. Y la razón es, evidentemente, tecnológica: los sistemas de seguridad pasiva y activa que no incorporan los viejos y que pueden llegar a marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

La estadística de la DGT en La Rioja contabiliza 3.094 vehículos que en el periodo del 2007 al 2014 se vieron involucrados en accidentes con víctimas. Casi la mitad sobrepasaba los 8 años de antigüedad y tres centenares de ellos llevaban rodando más de quince años. Por comparar, sólo cien de los turismos riojanos implicados en siniestros en este lapso de tiempo tenía un año o menos. Otro dato aportado por la DGT de La Rioja: en los siniestros con fallecidos que se produjeron en nuestra comunidad durante el 2014 se observó que casi todos los coches tenían más de 8 años.

El envejecimiento de la flota sobre ruedas crece año tras año, pese a los planes e incentivos de los PIVE. A nivel nacional, la mitad de los vehículos que circulan por las carreteras tiene una media de 11,3 años frente a los 10,8 del 2013. Se calcula que en el 2017 el 67% rebasará la década. Y en el caso de La Rioja los datos son similares: un promedio de 10,6 años en el 2014 para todo nuestro parque (datos de la DGT). No obstante, en el ámbito regional, resulta preocupante la 'vejez' de la flota de furgonetas con, ahí es nada, un índice de 13,4 años (a nivel nacional la tasa era de 12,2 años en el 2013).

Desafortunadamente vamos al volante cada vez con coches más 'carrozas' y, encima, nos movemos más por las carreteras (vías saturadas cada vez que oímos la palabra puente o vacaciones) de forma que el riesgo de sufrir un accidente se incrementa. En el peor de los supuestos la consecuencia del siniestro es la muerte pero en el camino hay un reguero de heridos de importancia en número y gravedad.

Un estudio del centro de estudios de seguridad vial Ponle Freno Axa afirma que «los automóviles de más de 7 años (entre 7 y 11 años y más de 12) concentran el 65% de los accidentes graves, lo que confirma la relación directa entre la antigüedad del vehículo y la gravedad de las consecuencias en caso de siniestro». La DGT desciende a los tipos de vía y señala que si el accidente ocurre en una carretera convencional la antigüedad del coche es un factor determinante para el grado de lesividad de las víctimas frente al resto de las vías. En La Rioja, la estadística anota un millar de heridos (graves y leves) a cierre del 2013, un buen puñado atribuible al vetusto medio de transporte.

Pero ¿en qué puede fallar nuestro coche de toda la vida, ese que nos sigue llevando tan bien de aquí para allá? De entrada, el contador lleva a sus espaldas una media de 126.000 kilómetros y ello incide en la seguridad. El desgaste del vehículo por el uso incrementa la probabilidad de un fallo mecánico de manera que exige un mayor mantenimiento en los talleres y precisamente, contra lo que cabría pensar, estos conductores suelen ser reacios a acudir al mecánico.

Y lo que no cabe cuestionar son los sistemas de seguridad: cuanto más viejo es un vehículo menos equipamiento incorpora. Por ejemplo, la DGT afirma que disponer del control de la estabilidad (ESP) podría salvar a 600 personas al año (una tercera parte de las víctima mortales de España). Y un estudio del Race coteja un vehículo con más de 15 años con uno actual y obtiene ratios de mortalidad hasta cuatro veces superior en los antiguos respecto a otro de hasta cuatro años.

Un coche moderno es más seguro pues cuenta con elementos que informan al conductor del entorno (ESP, ABS...) y si hay un siniestro, los turismos actuales protegen mejor a sus ocupantes, dice Race para concluir que «los sistemas de seguridad intervienen en la reducción de los siniestros o en la gravedad de las lesiones».

Pero... de nada sirve llevar un gran coche si quien manda al volante no se responsabiliza.

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