«Entiendo el hartazgo de los funcionarios y la intención es recuperar parte de lo perdido»

- De los Servicios Jurídicos a la cabeza de una de las consejerías clave, ¿tuvo dudas o no hubo tiempo para meditar el sí a Ceniceros?

- El proyecto que me presentó el presidente me gustó muchísimo, lo que hizo que me embarcara en el proyecto prácticamente en la primera reunión que tuvimos.

- Tiene que ser la legislatura del consenso y el diálogo, ¿están esas dos entre las virtudes que ha visto en usted el presidente?

- Me parecería muy pretencioso hablar de virtudes, pero sí que quizá a lo largo de estos años he adquirido ciertas habilidades en ese sentido por mi trabajo anterior, ya que soy abogado y eso te obliga a negociar y a tener capacidad de diálogo con el resto de agentes jurídicos. Además, la propia naturaleza de esta Consejería la hace dialogante porque es muy transversal y se relaciona con otros sectores internos y externos de la Administración.

- Lleva pocos días en el cargo, pero que ya habrá comprobado la salud económica de la Comunidad. ¿Podemos tranquilizar a los riojanos?

- Sin duda ninguna. Las cuentas se han situado en esta última legislatura en la senda de la estabilidad presupuestaria y los últimos datos macroeconómicos que van llegando son ciertamente positivos. Desde la prudencia, que siempre hay que tener en estos casos, podemos decir que estamos en una situación buena para afrontar los retos futuros.

- Para el 2018, un año antes del final de esta legislatura, La Rioja debe lograr el déficit cero. ¿Cómo ve un reto tan ambicioso teniendo en cuenta que el pasado año, el 2014, se desvió del tope?

- La desviación del déficit del año pasado fue en realidad muy ligera y responde a unos aspectos técnicos muy concretos. El comportamiento de las cuentas públicas de La Rioja en los últimos tres ha sido razonablemente bueno y se han cumplido los objetivos. Por ello, el hecho de que estemos en la senda de la estabilidad, unido a la mejora de datos provenientes de la actividad económica y de los ingresos por la vía tributaria hace que seamos optimistas en cuanto al cumplimiento de los objetivos de déficit en este ejercicio y en la legislatura.

- También se incumplió el objetivo de deuda, ya que se elevó a 1.296 millones, el 16,5% del PIB, 3 décimas por encima del máximo. ¿Preocupante, corregible, hay margen incluso para su incremento?

- Aunque la cifra puede parecer elevada, estamos en unos niveles tolerables, en unos porcentajes razonables. Los costes de la deuda también lo son en términos de mercado y, además, tenemos el apoyo indiscutible del Ministerio y el Gobierno central.

- Su antecesora dio su apoyo a la hoja de ruta de Montoro en una reunión en la que 9 comunidades, incluida una del PP, negaron el sí. ¿Va a mantener La Rioja ese respaldo?

- En principio, sí. Nosotros consideramos que la senda expuesta por el Gobierno de España es la correcta. En este sentido, estamos seguros porque el Ejecutivo regional y este consejero en particular somos unos convencidos de los principios de estabilidad presupuestaria, porque aquellas regiones que la tienen gozan de crecimiento, actividad económica y, por tanto, bienestar de los ciudadanos y mantenimiento de los servicios públicos. La estabilidad presupuestaria va en el ADN de este Gobierno.

- Con la austeridad como guía, ¿debemos temer más recortes?

- No es la intención de este Gobierno continuar en la senda de los recortes. Los ajustes en materia de estabilidad presupuestaria tuvieron que hacerse en el boom de la crisis, cuando se produjo un súbito decrecimiento de los ingresos tributarios y hubo que tomar medidas que ningún gobernante quiere ejecutar. Los datos de los que disponemos actualmente permiten pensar que, siendo muy prudentes con el gasto público, que eso es fundamental, podemos entrar en un régimen presupuestario más aliviado que nos permita afrontar los retos de los que estamos hablando y, además, manteniendo los estándares de calidad de los servicios públicos, porque áreas como educación, servicios sociales y salud son para nosotros vitales.

- Y todo ello con el compromiso de no incrementar la presión fiscal a los riojanos, ¿es así?

- Este es otro principio inquebrantable del Gobierno de La Rioja y así se mantuvo en la legislatura pasada.

- Además de la contabilidad, su otro caballo de batalla será el del personal de la Comunidad. Incremento de la jornada laboral, parte de la extra perdida, eliminación de derechos históricos... ¿Entiende el hartazgo de los funcionarios?

- Claro, no me queda más remedio porque, además, yo soy empleado público de esta casa desde el 2005. Los empleados públicos y los trabajadores han sufrido muy especialmente las consecuencias de esta crisis y por eso comprendo no sólo el hartazgo y el descontento que pueden tener por las medidas concretas que ha habido que aplicar, sino también por otras percepciones. Todo ese conjunto lo vamos a animar muy especialmente a lo largo de la presente legislatura. De hecho, tenemos la intención de reunirnos esta semana con los representantes de los sindicatos e inmediatamente nos pondremos ya con las mesas de negociación colectiva. Vamos a tratar todos los aspectos que están sobre la mesa, los que apuntaba en la pregunta, y otros que tengo intención de proponerles.

- ¿Les da alguna esperanza de recuperar algo de lo que han tenido que dejar por el camino en estos años?

- Vamos a trabajarlo en la negociación colectiva, pero desde luego la intención es recuperar algunas de las cuestiones que se han perdido en los últimos años, sobre todo abordaremos el asunto de la paga extraordinaria pendiente, pero además intentaremos aplicar medidas de carácter más innovador que permita sus condiciones de trabajo y la manera en la que trabajan para la Comunidad Autónoma de La Rioja, en definitiva para los riojanos.

- Visto así, el panorama es complejo. ¿Con qué ánimo afronta la legislatura?

- Con muchísimas ganas de trabajar y con muchísima ilusión, pero también con muchísima responsabilidad. Tenemos un buen proyecto, el del Partido Popular y de José Ignacio Ceniceros; tenemos un buen equipo de altos cargos y directores; y tenemos un excelente elenco de empleados públicos. Con todo eso creo que juego con las mejores cartas para ganar la partida.