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Vecinos de la aldea de Santa Marina, que sigue sin conexión a la red eléctrica. :: justo rodríguez
Contra el olvido de la sierra

Contra el olvido de la sierra

La Red de Universidades de la Serranía Celtibérica promoverá acciones como la creación del «museo abierto más grande del mundo»

DIEGO MARÍN A.

Lunes, 3 de agosto 2015, 00:50

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La despoblación del medio rural es un problema que preocupa a muchos pueblos. En La Rioja incide, sobre todo, en los Cameros. Estos se encuentran dentro de la denominada Serranía Celtibérica, un territorio montañoso y fronterizo entre Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Valencia y La Rioja. A pesar de contar con 65.825 kilómetros cuadrados de extensión, 'sólo' alberga a 499.186 habitantes. La densidad de población lo dice todo: 7,5 habitantes por kilómetro cuadrado; es inferior a Laponia, el territorio europeo menos habitado.

En La Rioja toda la parte alta de los siete valles está afectada por esta problemática. En el 2013 el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza Francisco Burillo propuso la creación de una 'Red de Universidades de la Serranía Celtibérica' para estudiar y promocionar este territorio, para lo que se ha reunido progresivamente con distintos rectores, como es el caso de José Arnáez, de la Universidad de La Rioja, a fin de gestionar la próxima firma de un convenio de colaboración.

Una treintena de investigadores han asentado las bases del estudio sobre la Serranía Celtibérica, valorando que «presenta un deterioro progresivo que ha conducido a una organización poblacional extrema». En este territorio sólo hay cuatro municipios por encima de los 20.000 habitantes y cuenta con 614 por debajo del centenar de vecinos. «La Serranía Celtibérica es, con creces, el territorio más desarticulado de la Unión Europea debido a que su situación interregional lo ha alejado, desde inicios del siglo XX, de cualquier Plan de Desarrollo», concluye el estudio, que añade como efecto la mayor tasa de envejecimiento de la UE, por lo que se considera necesario tomar medidas con urgencia.

Francisco Burillo destaca que «uno de los territorios más extremos se encuentra en el valle del Jubera, donde quedan pueblos que todavía están esperando que llegue el tendido eléctrico». Se refiere a las aldeas Santa Marina, San Martín y El Collado de Santa Engracia. La propuesta de Burillo es «un proyecto universitario de I+D+i del ámbito de las humanidades» para favorecer el «desarrollo sostenible» de la zona. El primer paso parece ser la creación del Instituto de Investigación y Desarrollo Rural Serranía Celtibérica, con el que se han comprometido 160 profesores e investigadores.

Último refugio

El turismo rural parece ser el último refugio de zonas como los Cameros, aunque Burillo entiende que el problema de este tipo de zonas es que «carecen de tejido empresarial, y ello es debido a que ha estado fuera de todos los planes de desarrollo». «Es necesario que exista un impulso basado en lo legislado por la Unión Europea, como una desgravación fiscal máxima, la mejora de las vías de comunicación y la implantación de la banda ancha para que los empresarios se asienten», señala Burillo, que considera necesario rejuvenecer el sector agroganadero y forestal. Uno de los objetivos más ambiciosos de la RUSC es que este territorio sea declarado Patrimonio de la Humanidad. «La cultura celtibérica es única a nivel universal», defiende el catedrático, quien promovió un informe que fue aceptado y formó parte del listado de candidaturas españolas hasta el 2006.

Recientemente el Senado ha aprobado reactivar la candidatura ante la Unesco. Diez universidades españolas con sede en cinco comunidades autónomas (entre ellas la de La Rioja) apoyan a la red como mecanismo de lucha mediante la próxima firma de un convenio con el que impulsar este proyecto, que engloba, además, otras acciones. La más singular puede ser la creación del 'Museo Abierto Serranía Celtibérica'. «Será el más grande del mundo, un producto turístico que englobe todo nuestro patrimonio natural y cultural, junto con los productos agropecuarios», estima Burillo.

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