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Antonio Jesús (sentado a la derecha) disfruta con su grupo de amigos de una despedida de soltero en el camping de Logroño. :: miguel herreros
Este verano, a La Rioja  de camping

Este verano, a La Rioja de camping

Los veraneantes vascos son los que más frecuentan este tipo de instalaciones, que cuentan cada vez con más servicios

JORGE MATUTE

Sábado, 1 de agosto 2015, 17:38

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Pasar los ansiados días de vacaciones y descanso en un camping cada vez es algo más habitual, como lo demuestran las más de 24.000 personas que visitaron una instalación de este tipo en nuestra comunidad durante los cinco primeros meses del año. Esta cifra hizo que estos alojamientos batieran récords y se situaran a la cabeza en el ranking nacional, con un 58,34% de ocupación. La tranquilidad, el ahorro y los servicios cada vez más completos hacen que sea la opción preferida para muchos veraneantes.

Nuestra comunidad cuenta con nueve campings repartidos por la mitad de la geografía. Concretamente, desde el valle del Ebro hasta la sierra de Cameros y desde el Iregua hasta Haro. Las instalaciones riojanas figuran entre las preferidas entre «los veraneantes que optan por el turismo de interior», explica Carlos Contreras, presidente de la Asociación de Campings de La Rioja, que aglutina a siete de ellos. Las previsiones para este verano apuntan a que la tendencia de los últimos meses va a continuar: «Este verano estamos llegando a niveles del 2011», detalla Contreras. Asimismo, resaltan desde la mayoría de estos establecimientos que desde hace varios años «la gente espera a reservar hasta última hora». Gorka, del camping de Navarrete, lo achaca en parte al tiempo: «Si muchos de los extranjeros ven que va a hacer malo, o se quedan solo una noche o prefieren acercarse más al puerto donde cogen horas después el ferry».

Una comunidad atractiva

Uno de los motivos para recibir a tantos campistas es la gran cantidad de posibilidades que ofrece La Rioja a los viajeros. Nuestra comunidad es una tierra de grandes contrastes, donde se pueden encontrar con una gran cantidad de paisajes, monumentos culturales y con una gastronomía rica y variada. Da igual que se alojen en un bungalow, en caravana o en una tienda de campaña, en nuestra región se puede disfrutar desde dando un paseo por la sierra de Cameros hasta visitando la cuna del castellano o recorriendo la calle Laurel tomando vinos.

La mayoría proviene de comunidades limítrofes, como el País Vasco. Todos los campings consultados apuntan que la mayoría de sus visitas provienen de esta comunidad. En algunos casos, como en el de Berceo, representan el 80% del total de sus clientes. Aunque también detallan que cada vez son más los acampados que provienen de Soria, Cataluña, Madrid o Navarra. En otros casos, como el de Nájera, cuentan con clientes que cruzan España desde Andalucía.

Los riojanos también visitan los establecimientos de la comunidad para desconectar de la rutina del invierno, este es el caso del camping de Villoslada, tal y como confirma su responsable, David Pascual. Estas instalaciones no solo son visitadas por españoles, también son muchos los extranjeros que eligen como alojamiento un camping. Holandeses, alemanes, ingleses o franceses suelen acercarse también a estos enclaves para pasar unos días.

Existen de todo tipo

Al igual que ocurre en los hoteles, estos recintos también se clasifican en diferentes categorías. Son cuatro concretamente: pueden ser de lujo, de primera, de segunda o de tercera. En La Rioja sólo hay de primera y segunda. Las diferencias entre ambos radican en los servicios que ofrecen cada uno y en el tamaño de la parcela principalmente. En el primer caso las instalaciones tienen que contar obligatoriamente con una piscina, zonas para asar, un supermercado y un restaurante entre otros servicios, y en los segundos no son necesarios. En el tamaño mínimo de las parcelas también hay diferencias, ya que los campings de segunda tienen que tener un espacio mínimo de cuarenta metros cuadrados, y en los de primera ese tamaño aumenta a los sesenta. Otro punto en el que también difieren es en el agua corriente caliente: los de mayor nivel tienen que disponer de ella todo el día y los segundos un mínimo de seis horas.

Los campings son casi como una 'miniciudad' en pocos metros cuadrados. Los campistas que los visitan no necesitan salir del recinto para poder satisfacer sus necesidades. Supermercados, restaurantes, piscinas, zonas infantiles, personal de animación, barbacoas o zonas para practicar golf son algunos de los servicios con los que cuentan. Quien aún piense que son lugares solo para acampar y poner la tienda tiene una idea muy equivocada.

Experiencias variadas

Lo primero que se percibe nada más pisar estos espacios es el buen ambiente y tranquilidad que se vive entre los cientos de bungalows, caravanas y tiendas de campaña. Las experiencias dentro son de todo tipo. Por ejemplo, Antonio y sus nueve amigos visitaron recientemente el camping de Logroño en una despedida de soltero. De origen soriano, afirma que también suele visitar las instalaciones de este tipo cuando va a festivales y confiesa que le gustan estos enclaves «porque estoy al aire libre».

Ana, de San Sebastián, alojada en un bungalow cercano al de Antonio, es también aficionada a los campings. «No es la primera vez que vengo, el año pasado estuve en el del Zarauz; nos gusta mucho, la verdad», afirma la joven.

Otro cliente, Juan Carlos, que visita Logroño con su mujer e hija, ha elegido la tienda de campaña para alojarse en la capital riojana, a donde ha venido «porque nos lo recomendaron».

Como ellos, otros muchos se repartirán durante estas vacaciones por los campings riojanos, que se mantienen entre los más demandados del país.

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