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Roberto G. Lastra
Miércoles, 29 de julio 2015, 22:18
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El nuevo consejero de Fomento y Política Territorial, Antonino Burgos (Alfaro, 1965), además de ser uno de los tres 'supervivientes' del último Gobierno de Pedro Sanz, puede presumir de ser el más veterano en el Ejecutivo regional, ya que asumió la cartera del ramo en el años 2003. Convencido de que la recuperación económica volverá a impulsar las infraestructuras en la región, entre sus retos para los próximos cuatro años se fija, el refuerzo de las políticas sociales y la mejora de la financiación municipal para garantizar los servicios básicos a todos los riojanos.
- Comienza su cuarta legislatura como consejero, la primera sin Sanz, ¿qué supone ese cambio?
- Pues supone muchas cosas, no sólo el cambio de la persona, sino el de la situación política. Gobernar con mayoría absoluta supone que tienes las manos libres para aplicar tu programa, pero ahora los ciudadanos han dicho que quieren que lleguemos a acuerdos. El cambio de presidente es importante y cada persona es diferente, tiene una manera distinta de dirigir los equipos y de enfocar los problemas; cuando cambia la cabeza, cambia todo. El relevo de Pedro Sanz por José Ignacio Ceniceros va a traer cambios en la gestión, no sólo interna, sino también externa.
- ¿Cómo es José Ignacio Ceniceros como presidente?
- Muy cercano. Es una persona que no se cansa de hablar, está permanentemente hablando para aprender, es muy dialogante y eso es lo que nos ha transmitido a nosotros.
- Como decía, el mapa político municipal riojano ha cambiado radicalmente tras el 24 de mayo y se ha teñido de otros colores distintos a los del PP. Como ocurre siempre, en esos ayuntamientos se teme que sus peticiones no vayan a ser atendidas con el mismo mimo que las de los populares. Sé que me lo va a negar, pero adelante...
- No, no voy a negar nada, pero desde luego que intentaremos atender las necesidades de todos los municipios riojanos al margen del color político. Sí es cierto que cuando el color político de la mayoría de las administraciones coincide, como ocurrió en la legislatura pasada, tiendes a atender más esas necesidades, pero no por el signo político, sino por la cantidad. Ahora es cierto que se ha producido un cambio político de muchos municipios y, además, creo que para la época que vamos a afrontar va a ser positivo. Uno de los retos de la legislatura es la reforma de la Ley de Administración Local de La Rioja, cuyo objetivo es que todos los municipios puedan prestar los servicios públicos básicos lo más cercano posible y con calidad, pero además con una suficiencia de recursos. Y ahí creo que es positivo que haya pluralidad, porque si lo que queremos es que esa ley perdure, deberá ser fruto del acuerdo de todos.
- Aunque se nos dice que hemos empezado a dejar atrás la crisis, lo cierto es que hay miles de riojanos que lo siguen pasando mal. ¿Va a mantener la consejería el impulso a la atención de esas personas en riesgo de quedarse en la calle?
- No sólo se va a mantener, sino que se va a potenciar. Los presupuestos de la Consejería van progresando, pero muy poco a poco, y hay que priorizar los recursos. La gente lo sigue pasando mal a la hora de mantener su vivienda, aunque es cierto que ahora lo pasa menos mal, y por eso el Gobierno de La Rioja creo un Servicio de Mediación que ha sido de lo mejor que hicimos en la pasada legislatura porque atendimos a todas las familias que acudieron a él y a todas se les encontró una solución. Hasta que no hay ni una sola familia riojana en riesgo de lanzamiento mantendremos el servicio y contará con la dotación necesaria.
- ¿Se puede garantizar que no habrá ningún desahucio en La Rioja?
- Es difícil, lo que sí puedo garantizar es que ninguna familia se va a quedar en la calle. Habrá familias que tal vez deban abandonar su vivienda, pero, desde luego, tendrán una vivienda alternativa acorde a su situación económica para que puedan vivir sin tener una cuerda al cuello.
- El presidente Ceniceros ha optado por suprimir la gerencia del IRVI, pero voy más lejos, ¿tiene sentido hoy mantener dicho organismo?
- Totalmente. En el IRVI están en estos momentos los dos servicios más importantes de la política de vivienda del Gobierno de La Rioja: el Servicio de Mediación Antidesahucios y la Bolsa de Alquiler. Son dos servicios claves que no se podrían gestionar desde la Administración porque una empresa pública es mucho más ágil a la hora de tramitar las cosas, de contactar con propietarios de viviendas, de negociar con entidades financieras y de buscar soluciones, que es lo que necesita una familia en riesgo de ser desahuciada. El IRVI ha sido un organismo que ha sabido reorientarse y hoy, acabada la etapa de la promoción, lo que hace son políticas sociales, por eso se ha unido la gestión de la gerencia del IRVI a la de la Dirección General de Urbanismo y Vivienda. Por eso, insisto, el IRVI es hoy clave, más imprescindible que antes.
La N-232, la prioridad
- La crisis dinamitó algunos de los proyectos de infraestructuras, como el eterno desdoblamiento de la N-232 y las autovías autonómicas. ¿El tiempo nuevo del que habla su partido servirá para reimpulsarlos?
- Yo creo que sí por supuesto. En su momento decidimos que era más importante el gasto social que las infraestructuras, pero creo que éstas son necesarias porque propician desarrollo económico y esté, recursos. El retraso en las infraestructuras de La Rioja es cierto, no voy a negar lo evidente, pero también es verdad que nos olvidamos enseguida de lo que se ha hecho. No se ha desdoblado la N-232, pero se ha hecho la N-120, se han mejorado las medidas de gratuidad en la AP-68... A partir de ahora la prioridad es la N-232 y de su primera fase, la variante de Logroño, se está redactando ya el proyecto. Además, creo que este nuevo tiempo político, con más pluralidad y necesidad de diálogo, provocará que nos pongamos de acuerdo en la misma infraestructura y en qué debemos priorizar. Y esto mismo sirve también para el soterramiento.
- ¿Se atreve a fijar plazos?
- No, es muy difícil porque las infraestructuras están muy condicionadas por las situaciones económicas, porque son obras largas en el tiempo y muy caras. De hecho, el estudio informativo de la N-232 estima una inversión de 485 millones de euros para el desdoblamiento de sus 139,5 kilómetros, 125 en La Rioja y los otros 14 en Burgos.
- Si no hay plazos para la N-232, ¿nos olvidamos del AVE?
- Es una infraestructura a largo plazo, muy cara y que puede tardar en llegar, pero llegará a La Rioja. Otra cosa es que seamos optimistas en los plazos, porque es una obra de 70 kilómetros, dividida en 4 fases, que requiere una inversión de unos 400 millones. ¿Diez años? Ahora firmaba porque hay que ser realistas y no hay que olvidar que a Barcelona, una conexión prioritaria, ha tardado 16 años. De momento, estamos acabando los proyectos, licitados hace tres años.
- Por el aeropuerto casi no me atrevo ni a preguntar... ¿Tiene futuro?
- Tiene presente, que es lo importante, porque en un momento de dificultades económicas ahí está y, dentro de su dimensión, ha sabido seguir funcionando. Tampoco podemos olvidar que, aunque algunos quieran hacer creer lo contrario, no nos cuesta nada a los riojanos, nada, cero euros, lo paga todo una sociedad pública que se llama AENA y que, además, no nos cuesta nada a los españoles porque se nutre de los ingresos de los aeropuertos que tienen superávit.
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