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Un grupo de niños del CEIP Cervantes, de Fuenmayor, en una de las aulas donde se imparte ajedrez. :: lr
Pequeños ases del tablero

Pequeños ases del tablero

El CEIP Cervantes, el IES Valle del Cidacos, el CRA Entreviñas y el CEIP Ángel Oliván saben de primera mano cómo este juego estimula las capacidades de sus alumnos

CARMEN NEVOT

Domingo, 29 de marzo 2015, 23:40

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Cuando a mediados de febrero el diputado socialista Pablo Martín Pere defendió con éxito los beneficios de implantar el ajedrez como asignatura en los colegios y, por tanto, integrarlo en horario lectivo, posiblemente desconocía que en La Rioja, cuatro centros de la región tienen, de un modo u otro, experiencia en una iniciativa que obtuvo el respaldo unánime de todos los grupos políticos.

El parlamentario que logró concitar la adhesión total a su propuesta no escatimó en alabanzas a un juego que, dijo, mejora la capacidad de memorizar, de asimilar más fácilmente los conceptos numéricos, al tiempo que refuerza la comprensión lectora. Una lista interminable de beneficios pedagógicos que ya han empezado a notar en cuatro centros de la región. Así sucede, según la información facilitada por la Consejería de Educación, en el CRA Entreviñas en San Vicente de la Sonsierra, el CEIP Ángel Oliván en Calahorra, el IES Valle del Cidacos, también en Calahorra, y el CEIP Cervantes en Fuenmayor. Además, el CEIP La Estación ha solicitado un proyecto de innovación educativa 'Ajedrez en la escuela'.

De todos ellos destaca el ejemplo del CEIP de Fuenmayor: 228 alumnos aprenden o perfeccionan este curso su juego de ajedrez en horario lectivo. El año pasado se embarcaron en un programa de enriquecimiento curricular y los profesores de Educación Física, entre los que se incluye la directora del centro Carmen del Poyo, decidieron que la mejor forma de despegar en la nueva aventura era de la mano del ajedrez. De este forma, de las dos horas y media semanales de educación física apostaron por reservar media hora para disfrutar entre alfiles, torres, peones, caballos, reyes y reinas. Un mundo nuevo para la mayoría de los 225 niños de primero y segundo de Primaria que comenzaron la actividad. «El resultado fue fantástico y decidimos continuar», apunta.

De hecho es muy probable que el próximo curso inicien en la aventura a los más pequeños, a los de infantil. «Es prematuro valorar los beneficios, pero a grandes rasgos vemos que es una actividad enriquecedora que les hace mejorar», indica. El mejor test para puntuar la iniciativa son los comentarios de las familias, que por lo general se muestran encantadas cuando sus hijos dejan la consola y sacan el tablero.

Desde entonces, parte del mundo de esos chavales en el centro fuenmayorense gira en torno al ajedrez. De hecho, un grupo de profesores tomó la iniciativa de relacionar de una forma u otra asignaturas como Matemáticas o Lenguaje por un lado y el ajedrez por otro. Un maridaje de éxito. Incluso en el festival de Navidad una de las representaciones giró en torno a este juego, uno de los más antiguos que existen. «Aprenden, evolucionan. Al principio eran los movimientos y ahora son jugadas, calculan, presuponen lo que va a hacer el otro jugador», explica Del Poyo.

Algo que podría parecer todo ventajas se topa con un inconveniente: algunos de los alumnos, que a estas edades son como esponjas absorbiendo nuevos conocimientos, exigen más y eso, a su vez, obliga a los profesores a un continuo reciclaje en una materia que podría introducirse en las aulas como una asignatura más en los próximos cursos. Así, la directora del CEIP de Fuenmayor apunta «la formación de los profesores» como principal reto.

Otro de los centros que sabe de enroques y jaques es el IES Valle del Cidacos. Llevó el ajedrez a los recreos hace cuatro años y una docena de chavales disfrutan voluntariamente con los movimientos y estrategias de un juego que primitivamente se llamaba chaturanga. Es una experiencia con la que, asegura María José Moreno, directora del centro, «estamos encantados». Aunque no hacen un seguimiento expreso de los alumnos que ocupan su tiempo de recreo, «sin duda es una actividad beneficiosa».

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