La conciliación laboral y familiar multiplica la escolarización de menores de 2 años

En el curso 2002-2003, según las cifras que recoge el departamento que dirige José Ignacio Wert, había 179 niños de 0 a 2 años matriculados en La Rioja. ¿Qué ha ocurrido diez años después? En el curso 2012-2013, el último con datos pormenorizados por franjas de edades, había 3.154 menores de hasta 24 meses escolarizados.

En el camino, el incremento del número de alumnos ha sido paulatino, aunque en el último año analizado es cuando el aumento ha tenido mayor intensidad. En porcentaje, la cantidad de niños matriculados ha crecido el 105%, pasando de los 1.533 en el curso 2011-2012 a los 3.154 un curso después.

Pese al notable crecimiento, la escolarización en esta etapa no llega a los niveles de matriculación de segundo ciclo de Educación Infantil, el de niños de 3 a 6 años, que no alcanza, pero sí está más próxima al 100%. De tal forma que, aún no siendo obligatoria -tampoco lo es de 0 a 2 años- la escolarización de estos niños prácticamente se ha institucionalizado y normalizado. En el curso 2002-2003, 179 niños de 0 a 2 años acudían a los centros de Educación Infantil, pero en total, en los dos ciclos había matriculados 7.531 menores. Una década después, el escenario tiene poco que ver con el de entonces. Mientras el número de alumnos en escolarización temprana se ha incrementado el 1.662%, es decir, el mencionado paso de 179 a 3.154 menores, el total de menores matriculados en cualquier etapa de Infantil no ha llegado a duplicarse, pasando de 7.531 a 12.890 en total.

Para Alberto Galiana, subdirector general de Personal y de Centros Docentes de la Consejería de Educación, las cifras pueden dar lugar a engaño porque los datos del Ministerio reflejan sólo una parte de la realidad. En La Rioja, a partir del curso 2012-2013, todos los alumnos de guardería pasaron de forma masiva a las escuelas de infantil de primer ciclo. En los anteriores, especialmente a partir del 2006, que es cuando la Ley Orgánica de Educación (LOE) establece como educativa esta etapa de 0 a 3 años, «prácticamente sólo funcionaban las guarderías y de forma tangencial había algún centro infantil pero era residual», apunta.

En La Rioja se empieza a notar el incremento de alumnos a partir del curso 2010-2011 y 2011-2012, cuando abren varios centros privados, especialmente en Logroño. Pero la realidad es que el incremento fuerte se nota en el 2012-2013, fundamentalmente en la pública, y la razón es que en ese momento es cuando las guarderías autonómicas y municipales se transforman en escuelas de Educación Infantil y por eso se produce. Por tanto, «no es un incremento derivado del número de alumnos, sino que son considerados de Educación Infantil alumnos que antes estaban en guarderías». Un matiz, en cualquier caso, que no desvirtúa la conclusión principal y es que la escolarización de 0 a 2 años ha crecido notablemente en los últimos años por, entre otros factores, la incorporación de la mujer al mercado laboral y la apuesta que hacen las diferentes administraciones por «favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar», detalla Galiana. «Empieza a verse, además, la importancia de la estimulación de los niños en determinadas áreas que luego es muy favorable».

Para Sandra Íñiguez, presidenta de la Asociación de Guarderías y de Centros de Primer Ciclo de Infantil de La Rioja, en estos años lo que ha cambiado es la imagen y el concepto que los padres tenían de las guarderías. «Si antes las entendían como un lugar donde guardar a los niños, ahora son centros de educación que han mejorado tanto en sus prestaciones como en sus instalaciones» y el resultado final es que aparezcan como espacios «más apetecibles para que los padres dejen a sus hijos», sostiene. «Lógicamente -matiza- la inmersión de la mujer en el mundo laboral está en auge y como ahora trabajan papá y mamá la demanda de una plaza en la que dejar a los pequeños es mayor que antes», concluye.