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Tráfico reduce los márgenes de tolerancia de los radares y multa a menos velocidad

Tráfico reduce los márgenes de tolerancia de los radares y multa a menos velocidad

Las sanciones no varían y oscilan entre los 100 y los 600 euros, en función de los kilómetros 'extra' a los que circule el conductor

Carmen Nevot

Viernes, 17 de octubre 2014, 20:34

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Hasta ahora estaba extendida la leyenda, una directriz no escrita, de que si un conductor circulaba, por ejemplo, por una autovía con un límite de 120, el radar no saltaría hasta los 130 kilómetros por hora. La consecuencia más inmediata es que se libraba de la multa dado que a la velocidad real de circulación había que restar el margen de error del cinemómetro que en general los conductores calculaban en diez kilómetros arriba o abajo o incluso hacían las cuentas con el erróneo 10%. Con esta especie de leve manga ancha se trataba de evitar que los jueces anularan algunas multas alegando el error de los dispositivos.

Ese margen de tolerancia expiró este verano cuando la Dirección General de Tráfico (DGT) rebajó la diferencia entre el máximo de velocidad permitido por ley y la detectada en el momento en el que una instantánea inmortaliza el exceso. Sea como fuere, lo cierto es que la medida afecta a los doce radares fijos de la región, situados en las principales vías como la AP-68, la N-232 y la N-111, entre otras. No varían las sanciones que se aplican a los diferentes tramos que oscilan entre los 100 y los 600 euros y la detracción de dos a seis puntos del carné.

En cuanto al hipotético límite que se aplica ahora, es decir los kilómetros 'extra' antes de que salte el radar, es de 4 kilómetros por hora para los aparatos fijos en velocidades inferiores a los 100 y por encima de éstas se ha establecido en el 4%. No obstante, siempre habrá que tener en cuenta el margen de homologación de cada aparato, una tarea que recae en el Centro Español de Metrología, dependiente a su vez del Ministerio que dirige José Manuel Soria. Es decir, éste es el organismo que establece los márgenes de error y, por tanto, el límite en el que se tiene que empezar a multar, en función de cada aparato.

En lo que respecta a los radares móviles, la situación es diferente. Se rige, según explican desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), en función de las normas internas que dicta cada agrupación y la existencia o no de márgenes dependerá de circunstancias como el estado de la vía o la intensidad del tráfico, entre otras.

La valoración que hacen como asociación es que «estamos más por la labor de la prevención que de la sanción y este tipo de acciones son meramente recaudatorias». Quien así habla es el portavoz de la AUGC en La Rioja, Javier Torrellas, para quien el Ministerio del Interior, a través de la DGT, «intenta vender que es una medida disuasoria, pero realmente es recaudatoria».

En su opinión, deberían hacer más hincapié en la prevención y en la información. De hecho, cree que «la mera presencia de los agentes hace que los conductores mantengan una postura acorde a la reglamentación». «¿Que tiene que haber sanciones? Lógicamente sí -apunta Torrellas- pero los radares únicamente son una fuente de recaudación».

«No hay afán recaudatorio»

Desde la DGT son rotundos en negar el afán recaudatorio de la medida. Según informaron a Diario LA RIOJA desde el departamento que dirige María Segui, «el conductor sabe que hay unos límites de velocidad establecidos que tiene que cumplir y así se señaliza. Pero es que, además, hay carteles enormes en los que se alerta de la existencia de un control de velocidad por radar».

Precisamente desde este organismo no entran, «como jamás lo hemos hecho», en decir a qué velocidad salta cada radar, pero «lo cierto es que las mejoras tecnológicas recortan cada vez más esos márgenes de error». En cualquier caso, «nunca, nunca, nunca denunciamos por debajo de los márgenes de error establecidos legalmente de cada cinemómetro», una labor, insisten, de la que se encarga el Centro Español de Metrología.

Con independencia de ello, la portavoz de la DGT cree que en «España la velocidad no está todavía muy interiorizada como factor que puede agravar un accidente, lo que sí se ha conseguido con el alcohol y las drogas».

Basta un dato para poner en evidencia esta realidad. En el 2013, de acuerdo con las cifras facilitadas por la Delegación del Gobierno en La Rioja, el exceso de velocidad estuvo presente en el 17,8% de los accidentes que se registraron en La Rioja en vías interurbanas, es decir, en 51 de los 286 contabilizados. Y en los seis primeros meses de este año fue el factor desencadenante de 17 de los 114 siniestros. Además, por exceso de velocidad se impusieron el año pasado 7.671 sanciones y se retiraron 19.020 puntos.

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