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Cadáver de un ciervo muerto por sarna hallado en un monte de las inmediaciones de Ezcaray.
Mueren de sarna 560 ciervos en La Rioja en los últimos cinco años

Mueren de sarna 560 ciervos en La Rioja en los últimos cinco años

Casi seiscientos cadáveres ha retirado Medio Natural en estos años. Administración regional y cazadores aseguran que la mortalidad de venados va en descenso, pero el brote se ha extendido ya a Soria y Burgos

Pilar Hidalgo

Martes, 14 de octubre 2014, 20:50

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La cifra da vértigo. Medio Natural ha retirado en los últimos cinco años 560 cadáveres de ciervos infectados por sarna de los montes de La Rioja.

Así lo refleja un informe del Gobierno regional al que ha tenido acceso Diario LA RIOJA y que realiza un seguimiento de la enfermedad desde su aparición en el invierno del 2010 en las inmediaciones de Ezcaray. Cazadores y responsables medioambientales sostienen que en la actualidad la aparición de animales muertos ha disminuido después de un lustro conviviendo con una patología que se ha extendido por toda la sierra riojana. No obstante, los datos reflejan una mortandad aún excesiva. De este modo, si en el 2012 hubo que recoger 160 cuerpos de estos cérvidos, en el 2013 se eliminaron 140. Hasta junio de este año, últimos datos disponibles, se habían apartado 69 cadáveres, la mitad que en el ejercicio anterior.

La preocupación por la sarna inquieta ahora sobremanera a cazadores y ganaderos de provincias limítrofes como Soria y Burgos, donde se están detectando decenas de casos de venados afectados. Estos territorios vecinos no dudan en mirar hacia La Rioja como punto de origen de un brote que ha acabado traspasando sus fronteras.

Aficionados a la caza de La Rioja y Castilla y León se muestran muy críticos con la gestión que el Gobierno riojano ha realizado de la enfermedad. «Aquí se ha tapado. La sarna ha supuesto la forma más barata de que se autorregulase una población de ciervo desmesurada», considera desde la comarca de Ezcaray el naturalista y cazador, Gerardo Hernando.

Consanguinidad

Y es que, según los cazadores riojanos, la virulencia con que irrumpió el mal en nuestra región se debió a una densidad excesiva de ciervos. También a otros factores como la consanguinidad, ya que los ejemplares que pueblan ahora nuestra sierra proceden de dos sueltas que se realizaron a principios de los 70. El portavoz del colectivo ecologista Amigos de La Tierra de La Rioja, Juan Donaire, agrega además que la «persecución» que el lobo sufre en nuestra región, donde está considerada como una especie cinegética, no favorece que este depredador regule la superpoblación de cervuno.

En cambio, el director general de Medio Natural, Miguel Urbiola, se escuda en que «la sarna es un tema recurrente» y que la produce un ácaro presente en la naturaleza, de modo que resulta «tan natural como el ciervo». «Tenemos que aprender a convivir con esta enfermedad, como con la gripe», remata.

Urbiola subraya que, desde la irrupción del foco, Medio Natural mantiene diversas medidas para dificultar la extensión de esta patología que se propaga por el contacto. Entre éstas, cita el aumento de las capturas en la Reserva Regional de Caza Cameros-Demanda (la zona que concentra el grueso de los casos en La Rioja) para lograr densidades más adecuadas y la eliminación de los restos susceptibles de transmitir la enfermedad (se habilitaron puntos de recogida en contenedores y se autorizan enterramientos de forma excepcional).

Pérdidas económicas

Asimismo, asegura que Castilla y León ha estado al tanto en todo momento de cuanto sucedía en la sierra riojana. «Los técnicos responsables de la gestión de la caza de Castilla y León y La Rioja han compartido información de forma constante y fluida desde que se detectó el foco».

La semana pasada, a punto de finalizar la berrea en Cameros, un cazador de la zona lamentaba que no se haya aprovechado este periodo para «traer machos de otras partes, porque muchas hembras se han quedado sin cubrir». Esto, dice, hubiera contribuido a refrescar la sangre del ciervo riojano.

Los cinco años de evolución de la sarna en La Rioja dejan para este serrano otros efectos colaterales: «Los ayuntamientos han registrado unas pérdidas económicas bestiales porque no venden sus recechos». No en vano, afirma que para los aficionados a la caza resulta desalentador tener que «pagar unas batidas a unos precios normales cuando no hay trofeos que los merezcan».

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