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P. G.
Domingo, 22 de junio 2014, 12:19
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El doctor Miguel Morales recibió ayer en Barcelona la sentencia sobre su despido. Morales reconoce una mezcla de sensaciones al conocer el fallo: «Por un lado estoy contento, porque se han desmontado los argumentos de la Fundación Rioja Salud, pero por otro lado todavía siento más rabia. Rabia porque hayan cancelado una línea de investigación y porque hayan disuelto un grupo exitoso, que incluso ha seguido publicando artículos científicos tras su despido del CIBIR».
Morales reconoce que la pretensión de obtener un despido 'nulo' era casi imposible y recibe con satisfacción el calificativo de 'improcedente': «Evidentemente, mi pretensión no era continuar trabajando para un centro que sufre tanta intromisión política, sino que se desmontaran los argumentos de la Consejería. Lo que ahora me pregunto es cómo explicarán a los ciudadanos que tengan que indemnizarme».
Desde la Consejería de Salud indican que no harán declaraciones hasta que no estudien la sentencia. Entonces se plantearán la posibilidad de recurrir. En cualquier caso, destacan la relevancia de que la juez no haya considerado 'nulo' el despido, sino que se haya limitado a fijar la necesidad de una indemnización.
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