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Unos alumnos en un instituto riojano.
El número de repetidores de Bachillerato en  los centros públicos duplica al de los privados

El número de repetidores de Bachillerato en los centros públicos duplica al de los privados

Los sindicatos alegan un mayor nivel de exigencia de los IES de la red pública, que son los que logran los mejores resultados en las pruebas de acceso a la Universidad

Luis J. Ruiz

Lunes, 5 de mayo 2014, 00:21

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Llegar a la Universidad o, al menos a las pruebas que dan acceso a los estudios superiores, es mucho más sencillo en La Rioja si el Bachillerato se estudia en un centro privado. Lo dicen las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación. Según el informe 2014 'Las cifras de la educación en España' (correspondientes al curso escolar 2011-2012) el total de estudiantes que no fueron capaces de superar el curso (primero o segundo) en los centros públicos duplicó al de los privados. Es más, los estudiantes de primero de Bachillerato de La Rioja son los mejores de España... o, al menos, los que menos repiten.

No es algo propio del sistema educativo riojano, sino una realidad extensible a todas las comunidades autónomas: la máxima diferencia en los resultados entre los alumnos de una y otra red se dan en Canarias, donde los repetidores de la pública cuadruplican a los de la privada en el primer curso y los quintuplican en el segundo. En el extremo contrario País Vasco (en primero) y Baleares (segundo) son las regiones en las que esa horquilla es menor.

Durante el curso 2011-2012 La Rioja contaba con 3.718 alumnos matriculados en Bachillerato y casi el 80 por ciento de ellos acudía a los centros de la red pública. Los datos publicados por el Ministerio de Educación apuntan que de los 1.825 estudiantes de primero de Bachillerato repitió el 5,9 (unos 108) y que no superó el último nivel de los estudios preuniversitarios el 13,1 de los 1.893 que iniciaron el curso (248).

Descendiendo en el detalle el Ministerio de Educación apunta que el perfil de repetidor no entiende de sexo en el primer curso (hay un equilibrio casi absoluto) mientras que es un fenómeno mayoritariamente masculino en segundo (15,2 por ciento de hombres frente al 11,3 por ciento de mujeres).

Pero si se atiende a la titularidad de centro sí que hay diferencias. Y muchas. En el primer curso de Bachillerato repitió el 6,5% de los matriculados en centros públicos (95) mientras que sólo 13 alumnos de la red privada no pudieron pasar al siguiente nivel (el 3,4 por ciento). En el segundo y último curso las diferencias son aún mayores. El 14,9% de los matriculados en un IES público repitió (225) mientras que los centros privados frenaron la promoción tan sólo a 27 estudiantes (el 7,3%). En el conjunto de las autonomías pasa lo mismo: 16,4% frente a 5,9% en el primer curso y 19,6% frente al 8,1% en el segundo es la media nacional.

¿Existe alguna razón que justifique esa diferencia? «Puede existir», adelanta Mikel Bujanda, responsable de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras en La Rioja. Recuerda que en esas estadísticas están incluidos los cerca de 400 matriculados en el Bachillerato nocturno y a distancia «en los que el nivel de abandono y repetición es muy superior al habitual y, lógicamente, todos son públicos. Esa cifra hay que enfrentarla a los poco más de 700 alumnos que estudian Bachillerato en los concertados».

Nivel de exigencia

No lo tienen tan claro ni Alicia Romero (FETE UGT) ni José Manuel Reinares (ANPE Rioja). «No tiene una explicación racional... salvo que el nivel de exigencia sea menor en los privados ya que el nivel de extracción socioeconómica y el ambiente de formación y estudio en las familias de los alumnos de ambos tipos de centros no difiere tanto», recalca Reinares a quien completa Romero: «Es algo que no se puede concretar en cifras, pero los centros concertados hacen su propia selección animando a los alumnos que consideran que tienen dificultades a abandonar el centro e ir a la red pública».

El nivel de exigencia que apunta Reinares es, también para los responsables de UGT y de CCOO, el principal motivo de esa horquilla. «El profesorado de la pública es más exigente a la hora de calificar. No quiero hablar de que se inflan las notas, pero todos hemos oído hablar de eso», incide Romero, que también recalca el hecho de que las aulas de los centros privados en Bachillerato estén menos concurridas.

Y la crisis también: ««El Bachillerato no está concertado, aunque el Gobierno paga una parte importante, y muchas familias no pueden hacer frente al pago. Son familias, quizá, de un nivel socioeconómico más bajo, que suele asociarse a un nivel sociocultural también más bajo en los que el nivel de fracaso y abandono es mayor».

Los resultados de la PAU

Bujanda, completa su análisis enfrentando el rendimiento del alumno de Bachillerato en el centro privado con los resultados que obtiene en la prueba de acceso a la universidad (PAU). «Los alumnos que estudian en los públicos tienen mejores resultados que los que lo hacen en la privada... aunque los expedientes son mejores en los privados». Su conclusión es clara: «Para que un alumno tenga mejores notas en Bachillerato es mejor la privada casi con seguridad, pero irá mejor preparado, con una formación de mayor calidad y más equidad si estudia en uno público».

Y es que, para Bujanda, las ventajas de los públicos son totales: «Hay mayor optatividad, tanto en las modalidades de Bachillerato como en las asignaturas que se cursan, hay más diversidad y se ofrece al alumno todo tipo de apoyos. Además, si se aplica el factor de equidad, los centros públicos tienen mejores resultados que los privados».

Descendiendo en los niveles educativos, la situación varía en Primaria. Según el Ministerio, en segundo de Primaria se repite más en los públicos (3,7 frente al 2 por ciento), pero en cuarto y sexto la situación cambia en donde se invierte la tendencia y la diferencia es de 6 décimas a favor de la concertada en cuarto y de un punto en sexto.

Por su parte, en ESO el porcentaje de repetición es mayor en la pública que en la concertada si bien las diferencias se reducen en cursos superiores. «En los más bajos», completa Bujanda, «la repetición varía porque pueden intervenir las familias y los criterios pueden ser diferentes entre los públicos y concertados. Además, en los concertados puede suponer que deje el centro. No porque se le obligue, sino porque pueda estar peor visto...».

Diario LA RIOJA se puso en contacto con la Consejería de Educación, que optó por no hacer declaraciones.

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