Alemania 'aparca' a 130 jóvenes parados riojanos que iban a emigrar en agosto para tres años

130 jóvenes parados riojanos fueron preseleccionados entre enero y marzo por el Servicio de Empleo alemán para incorporarse a dicho país a partir del mes de agosto, pero la semana pasada recibieron una carta en la que les informaban de que el programa había sido cancelado por agotamiento presupuestario. Luis García del Valle, director general de Empleo del Gobierno riojano, confirma la incertidumbre, aunque señala que ayer mismo por la tarde se recibió una notificación en su departamento que podría desbloquear el problema de forma favorable: «No podemos concretar nada, de momento, pero parecer ser que Alemania estaría en disposición de poner más fondos, aunque no sabemos si para atender todos o parte de los compromisos». «Es una cuestión exclusiva de Alemania -continúa Del Valle- y sus responsables de Empleo están en contacto con el Ministerio español; por nuestra parte, seguiremos con atención el tema como hasta hoy».

Cursos de Alemán

De momento, un grupo importante de estos jóvenes desempleados riojanos está ya recibiendo formación en cursos intensivos de alemán en diferentes academias, con el compromiso inicial de que para el mes de agosto los chavales se incorporarían a sus destinos en Alemania, donde continuarían con la formación en el idioma, además de la profesional, y comenzarían a trabajar en las empresas que les fueran asignadas.

En este sentido, 72 jóvenes riojanos iniciaron ya este mes de abril los cursos intensivos de alemán, de los que continúan 63 -nueve han renunciado por distintos motivos, según indica García del Valle-: «El curso intensivo de alemán tiene un coste importante, alrededor de 3.000 euros por persona, que asume el Gobierno alemán, y los que ya estaban recibiendo clase continuarán, mientras que el resto, por el momento, no comenzará la formación a la espera que se aclare el tema presupuestario», explica el director general de Empleo riojano. En este sentido, una segunda 'tanda' de 59 jóvenes tenía previsto comenzar en breve las clases de alemán, pero, por ahora, han sido suspendidas: «Parece oportuno ser cautelosos a la espera de acontecimientos», explica García del Valle.

Diez mil solicitudes

El Servicio Público de Empleo alemán presupuestó 48 millones de euros que, según estimaba, serían fondos suficientes para atender unas 10.000 solicitudes de jóvenes comunitarios para el programa de formación profesional dual durante todo el año 2014. Sin embargo, entre enero y marzo, y sólo de España, 5.600 jóvenes solicitaron formar parte de los programas de formación. Jóvenes polacos y húngaros se sitúan a continuación en el ránking , pero el departamento de Trabajo alemán se ha visto desbordado y ha decidido cancelar el programa a la espera de poder hacer un recuento de las solicitudes y admisiones ya comprometidas.

El diario Frankfurer Allgemeine Zeiting publicaba el pasado lunes que varios jóvenes españoles que viajaron a Alemania como becarios dentro de la primera convocatoria del programa del año pasado se encontraban ahora mismo sin empleo y sin ayudas. De hecho, una portavoz del Ministerio alemán anunció al mismo rotativo que se había abierto una investigación judicial.

Cocineros, fontaneros, carpinteros, maitres, mecánicos, albañiles, peluqueros, pintores, carpinteros... Son algunas de las ofertas de empleo (en prácticas) que, junto con la formación profesional académica, el 'Trabajo de mi vida' ofrecía a desempleados riojanos de entre 18 y 35 años, a priori sin preparación específica más allá de la ESO, aunque también admitía a titulados en FP e incluso a licenciados. Un compromiso de tres años de formación y empleo, al que había que sumar gastos de desplazamiento para regresar a España dos veces al año (hasta 500 euros en cada desplazamiento) y el coste de los cursos intensivos de alemán en España (nivel A2) y en Alemania (B1). Las empresas adscritas al programa pagarían parte de los salarios de los jóvenes, mientras que el Gobierno alemán los complementaba hasta 818 euros mensuales, con los que debían mantenerse durante los tres años.