Borrar

Urge una clara demarcación de las fronteras

Z. ALDAMA

SHANGHÁI.

Sábado, 12 de agosto 2017, 23:48

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Aunque China pueda creer que el actual desencuentro por culpa de una carretera constituye una acción defensiva a pequeña escala, un litigio así podría desencadenar un peligroso conflicto internacional.

Como apuntaba Neville Maxwell en su artículo del 'South China Morning Post', la solución pasa por un diálogo sereno que lleve a la demarcación definitiva de los límites entre los tres países, China, India y Bután.

China debe reconocer la importancia que para India tiene el Corredor de Siliguri, una estrecha franja que conecta el extremo oriental de su territorio con el resto -en medio queda Bangladesh-, y evitar crear conflictos con sus proyectos hidrológicos, que en Delhi se consideran especialmente peligrosos porque el Himalaya es la principal fuente del agua que fluye por India. Por su parte, los dirigentes indios deberían medir sus palabras, porque el tiro les saldrá por la culata si les toca medir sus fuerzas con las chinas. Desafortunadamente, no parece que el asunto vaya a resolverse a corto plazo. De hecho, el Gobierno de China ha desplegado unos 2.000 soldados en la zona e India mantiene en alerta a más de 10.000.

Pekín exige que Delhi retire todas sus tropas antes de iniciar cualquier tipo de negociación, y, según ha publicado la agencia Reuters esta semana, los dirigentes indios se han limitado a ofrecer un retroceso de 250 metros. China ha respondido con una contraoferta para hacer lo propio 100 metros. Ninguno se ha movido todavía.

Claro que en juego hay más que un terruño por encima de los 3.000 metros de altitud. Por un lado, en los últimos años China ha ido estrechando sus lazos -tanto comerciales como de infraestructuras- con Pakistán, archienemigo de India, mientras que Delhi se deja querer por los poderes occidentales, con Estados Unidos a la cabeza. En medio quedan agrias disputas como el exilio tibetano, que ha encontrado cobijo -con el Dalai Lama al frente- en la ciudad india de Dharamsala. De momento, las distancias parecen insalvables.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios