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Albin Kurti, candidato a primer ministro.
Una coalición nacionalista vence en Kosovo y se prevén tensiones con Serbia

Una coalición nacionalista vence en Kosovo y se prevén tensiones con Serbia

No parece tener una mayoría para gobernar por sí sola y los otros dos bloques no están dispuestos a apoyarla

Snezana Stanojevic (Efe)

Domingo, 11 de junio 2017, 23:28

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Una coalición nacionalista liderada por antiguos comandantes guerrilleros venció en las elecciones parlamentarias de Kosovo, según los sondeos a pie de urna, lo que augura nuevas tensiones con Serbia, que no reconoce la soberanía de su antigua provincia.

Un sondeo de Klan Kosova TV otorga la victoria con un 40,5% de los votos a la coalición compuesta por los partidos PDK, AAK y Nisma, tres formaciones surgidos de la guerrilla que a finales de la década de 1990 luchó contra Serbia y que se presentó en estas elecciones con Ramush Haradinaj como cabeza de lista. Seguiría la ultranacionalista Vetevendosje (Autodeterminación), con un 29,9%; y en tercer lugar quedaría una coalición de partidos moderados liderados por la conservadora y proeuropea Liga Democrática de Kosovo (LDK), con un 27,2%. Destaca el incremento de los votos de Vetevendosje, que en las legislativas de 2014 obtuvo el 13,5% y que conjuga la defensa de más justicia social con posiciones ultranacionalistas y la unificación con Albania.

Otro sondeo, de la red de ONG Democracia en Acción (DnV), también da como vencedor a la coalición de los antiguos guerrilleros con un 34,9% de los votos, seguido por Vetevendosje con el 26,3% y el LDK queda en tercer lugar con el 25,8%. Haradinaj declaró tras conocerse las proyecciones que "la victoria es contundente, y lo será más aún de la que dan los sondeos a pie de urna". "Esto nos compromete a formar Gobierno", indicó el antiguo comandante guerrillero y exprimer ministro, considerado entre muchos albanokosovares como un héroe por su papel en el conflicto con las fuerzas serbias, mientras que en Serbia se le persigue por crímenes de guerra.

La participación alcanzó el 41,4%, según la Comisión Electoral Central (KQZ), en una jornada de voto sin grandes incidentes.

Los resultados preliminares, con un escrutinio del 13,7% de los colegios electorales, muestran que la coalición nacionalista encabeza el recuento con el 36,53%, frente a la LDK y sus aliados que tendrían un 22,67%, mientras que Vetevendosje logra 18,72%.

Unos 1,8 millones de ciudadanos con derecho a voto estaban llamados a las urnas para elegir a los 120 diputados del Parlamento nacional. Veinte escaños están garantizados para las minorías, la mitad de ellos para la serbia. El resultado no augura una fácil formación de Gobierno porque la coalición nacionalista no parece tener una mayoría para gobernar por sí sola y los otros dos bloques no están dispuestos a apoyarla.

Estas son las terceras elecciones legislativas y segundas anticipadas desde que en 2008 la antigua provincia serbia poblada por una amplia mayoría albanesa proclamase la independencia. La soberanía de Kosovo ha sido reconocida por más de 110 países, entre ellos EEUU y la mayoría de los socios de la Unión Europea, pero no por Estados como Rusia, China, Brasil o España.

Serbia no reconoce a Kosovo, y un tenso diálogo de normalización de sus relaciones con mediación de la UE ha hecho escasos progresos en los últimos dos años. La victoria de la coalición nacionalista, formada por una vieja guardia de guerrilleros y bautizada por la prensa kosovar como "ala bélica", puede complicar aún más las relaciones con Serbia.

Haradinaj, su candidato a primer ministro, apodado "Rambo", estuvo entre enero y abril en Francia bajo control judicial por una orden de captura de Serbia, que lo acusa de crímenes de guerra y ha anunciado que no renunciará a perseguirle. Kosovo se ha planteado el objetivo de acercarse a la UE, pero para hacer avances debería aplicar un acuerdo para dar más autonomía a los municipios de mayoría serbia y ratificar un acuerdo de demarcación fronteriza con Montenegro.

Durante la campaña, Haradinaj ha abogado por renegociar ese acuerdo fronterizo con Montenegro, defendió una actitud más dura con Serbia y pretende que Belgrado reconozca la independencia de Kosovo para proseguir el diálogo auspiciado por la UE. Además, quiere que EEUU se involucre más directamente en el proceso de normalización de las relaciones entre Belgrado y Pristina.

Un gran reto para el futuro Gobierno kosovar será la difícil situación económica y social, con un 27% de paro, casi un tercio de la población viviendo en la pobreza y una corrupción endémica. Otro desafío para la estabilidad de Kosovo son las posibles acusaciones por crímenes de guerra contra algunos dirigentes exguerrilleros en un nuevo tribunal con sede en La Haya.

Algunos políticos kosovares temen ser investigados por esa corte, que podría empezar su trabajo en los próximos meses. La mayoría de las formaciones políticas albanokosovares, con excepción de la LDK, tienen en mayor o menor medida sus raíces en la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK).

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