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La Unión Europea no pasará de guiños a los Balcanes

La Unión Europea no pasará de guiños a los Balcanes

La declaración de la cumbre del día 17 en Sofía, a la que Rajoy no asistirá por estar Kosovo, no habla de su adhesión al club

ADOLFO LORENTE

Sábado, 5 de mayo 2018, 00:42

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bruselas. En un momento en el que en la UE solo se habla de cómo se sale del club como consecuencia del incierto 'brexit' y la traumática salida de Reino Unido, la Comisión Europea se ha empeñado en impulsar con determinación y cierta prisa el debate sobre la ampliación de la UE. Ésta, de llegar, no se producirá hasta 2025 y tendrá a los seis países de los Balcanes Occidentales como protagonistas. De la UE a 27 sin Gran Bretaña a una hipotética UE a 33 con Albania, Montenegro, Kosovo, Macedonia, Serbia y Bosnia y Herzegovina. A día de hoy, lo más parecido a un imposible. Y lo es, entre otras cosas, porque cinco países no reconocen a Kosovo, entre ellos España, y porque en las conclusiones de la cumbre UE-Balcanes que se celebrará el día 17 en Sofía no aparecen por ningún lado términos clave como «ampliación» o «adhesión», según el borrador de la cita al que ha tenido acceso este periódico.

Y es así porque muchas capitales, incluidas las principales, no comparten ni mucho menos las ansias de la Comisión Juncker o las del presidente del Consejo, Donald Tusk, por ampliar el número de Estados miembros del club. «Si con 28 países los problemas de funcionamiento son evidentes y, en ocasiones, incluso preocupantes, a 33 esto sería ingobernable», aseguran fuentes diplomáticas. Pero además de la organización propiamente dicha, está el problema político, gran escollo de este proceso.

Y aquí, España dará que hablar. El runrún ha dejado de ser tal y se ha convertido en noticia. Confirmado. Mariano Rajoy no estará en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que la Unión Europea celebrará con los seis países de los Balcanes Occidentales el próximo día 17 en la capital búlgara, en Sofía. Y no estará porque no quiere hacerse la foto con el primer ministro de Kosovo para evitar dar argumentos a los movimientos independentistas en un momento muy sensible con la crisis catalana como gran protagonista.

LAS CLAVESEn Bulgaria se buscará apuntalar la vocación europeísta de una zona clave en inmigración El presidente español estará en la capital búlgara los dos días previos pero no la jornada de la reunión

Pese a todo, Rajoy sí viajará dentro de unos días a Sofía. ¿Por qué aquí y no en Bruselas? Porque Bulgaria ostenta este semestre la presidencia rotatoria del Consejo y entre sus prioridades se ha fijado acercar el club a una zona de enorme relevancia geopolítica, pero extremadamente compleja. La cumbre es el día 17 y salvo sorpresa de última hora, Rajoy será el único de los 28 líderes de la UE que falte.

Al menos, adrede, sin tener problemas serios de agenda. Sin embargo, viajará a la capital búlgara para reunirse el día 15 con su primer ministro, Boiko Borisov (también del PP europeo), y para participar el día 16 en una cena informal a la que acudirán los 28 jefes de Estado y de gobierno de la Unión. Al día siguiente, cuando los Balcanes se sienten en la mesa, Mariano Rajoy no estará.

Su ausencia estaba cantada. Ya lo advirtió a finales de marzo tras la cumbre celebrada en Bruselas, donde criticó de forma velada las prisas de la Comisión por entablar negociaciones con países que ni siquiera son reconocidos por sus Estados miembros. Se refería a Kosovo, cuya independencia no reconoce España, pero tampoco Rumanía, Eslovaquia, Grecia y Chipre. Sin embargo, sus líderes sí estarán en Sofía el día 17.

En la cumbre, la UE buscará apuntalar la vocación europeísta de una región que en materias como la inmigración es clave para la UE. Se trata de ponerse la venda antes de la herida y aquí, la herida se llama tentáculos rusos. El último borrador de la Declaración de Sofía consta de 17 puntos en los que ambos bloques se comprometen a estrechar sus lazos tanto en materia de comunicaciones (transporte o energéticas...) como de seguridad (inmigración, terrorismo) o aquellas relativas al Estado de derecho (separación de poderes, corrupción...). Se destaca, por ejemplo, la preocupación de Bruselas con el crimen organizado, una de las principales lacras de los Balcanes. Pero ni rastro de las palabras adhesión o ampliación de la UE. No toca.

Todo quedará como está. Por un lado se encuentran Serbia y Montenegro, ya en negociaciones; por otro, Albania y Macedonia, con los que la Comisión acaba de proponer iniciar las negociaciones; en tercer lugar, Bosnia y Herzegovina, que presentó su solicitud de acceso en febrero de 2016; y por último, Kosovo, que firmó un acuerdo de estabilización y asociación en abril de 2016.

Quizá la mejor frase que sintetiza la estrategia europea la pronunció el pasado febrero en la Eurocámara el comisario de Vecindad, Johannes Hann: «O exportamos estabilidad o importaremos inestabilidad». Así de claro. Sin embargo, la propia Comisión es consciente de que estos países siguen a un mundo de poder acceder a la UE como admite en sus últimos informes. Así que en Sofía solo habrá guiños, que no es poco.

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