Secciones
Servicios
Destacamos
Domingo, 21 de enero 2018, 00:37
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
La boda de un azafato y una azafata oficiada por el Papa el pasado jueves en el vuelo que le llevó de Santiago de Chile a Iquique ha escandalizado a algunos católicos al considerar que desvirtúa un sacramento. Más allá de la antipatía que genera Francisco en algunos sectores eclesiásticos, es indudable que el matrimonio exprés levanta unos cuantos interrogantes. Los contrayentes le dijeron al Pontífice que llevaban diez años casados por lo civil y querían también hacerlo por la Iglesia, pero no pudieron porque el templo resultó dañado por un terremoto en 2010. Ni el Papa ni sus colaboradores les preguntaron por qué no habían buscado otra parroquia desde entonces. Tampoco se ocupó ningún presbítero de confesarles antes del matrimonio.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.