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Un grupo de monjas participa en la manifestación contra la represión policial. :: NTI OCON / afp
La Iglesia encabeza la protesta contra el Gobierno de Nicaragua

La Iglesia encabeza la protesta contra el Gobierno de Nicaragua

Los obispos, en una convocatoria para denunciar la represión, dan un mes a Ortega para establecer el diálogo social

MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO

LA HABANA.

Lunes, 30 de abril 2018, 00:42

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El tiro les salió por la culata al 'comandante' y a 'la compañera', como se conoce en Nicaragua al presidente, Daniel Ortega, y su esposa, madre de sus nueve hijos, vicepresidenta y portavoz, Rosario 'Chayo' Murillo. La reforma para reducir las pensiones y elevar aportaciones de trabajadores y empresarios al sistema de la Seguridad Social ha detonado unas protestas que no cesan pese al retiro de la impopular medida. El sábado los obispos de la Conferencia Episcopal tomaron postura y encabezaron en sus diócesis peregrinaciones multitudinarias para rezar por los más de cuarenta muertos contabilizados ya, por la paz, la justicia y el dialogo prometido entre el Gobierno y diversos sectores del país. Han dado un mes al Ejecutivo para establecer un diálogo social que dé frutos.

El cardenal de Managua, Leopoldo Brenes, recordó que «en una sociedad dividida, nunca hay progreso y solo hay vencidos y perdedores: los que han perdido la capacidad de soñar, amar, perdonar y avanzar; los que han perdido la humanidad y han sucumbido a la venganza, la violencia, la confrontación y la lógica del mal». Aclaró que los obispos aceptaron acompañar el dialogo como mediadores y testigos.

Juan de Dios García, vicario de la Arquidiócesis de Managua en Carazo y párroco en Jinotepe, que participó rezando del rosario y cantando a la Virgen María, sostuvo que «como Iglesia no podemos poner una sábana a los crímenes que se han cometido. La gente tiene que manifestarse». Igualmente, Roger Morales, profesor de Educación en la Fe y estudiante universitario de Ciencias de la Educación, viajó desde Jinotepe para denunciar que la parroquia Santiago de ese municipio «solo el sábado pasado, cuando la parroquia fue atacada por antimotines, se atendió a más de 25 heridos y el padre Juan de Dios fue como un héroe, porque se puso en medio de los estudiantes y los antimotines para contener la agresión, y lo logró».

Más de 40 personas han perdido la vida en unos disturbios que se prolongan dos semanas

Plan de desestabilización

Los enfrentamientos entre policías y estudiantes han dejado en trece días el saldo terrible de 42 muertos confirmados, tres dudosos, 15 desaparecidos y más de 160 heridos. El Gobierno denuncia un plan de desestabilización impulsado por Estados Unidos con el mismo esquema del intentado en Venezuela. Pero campesinos, líderes contrarios al canal interoceánico, opositores, feligreses, monjas y sacerdotes ya no se contentan con la estabilidad económica. El aparente consenso se quebró con la fallida reforma de la Seguridad Social.

Ortega gobernó de 1984 a 1990 y volvió en 2006. Es también secretario general del gubernamental Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). 'La compañera', artista y poeta, fue ascendiendo a la cúspide del podio bicéfalo después de que en 1998 defendió a su marido de las acusaciones de violación que le hizo su hija Zoilamérica, hijastra de Ortega. «Ahí él firmó un cheque en blanco, y ella se dio a la tarea primero como primera dama de acumular rápidamente poder. Fue desplazando a la vieja militancia sobre la cual ella no tenía autoridad y la sustituyó por jóvenes. Así estableció una relación política cercana, de esa manera se fue creando un ejército de incondicionales», señala el general retirado Hugo Torres.

Con la reelección indefinida aprobada por el Parlamento nada parecía interponerse en la perpetuación de la familia en el poder. Sin embargo, metieron la pata. El rechazo al impopular cambio del régimen de pensiones se transformó en un movimiento de inconformes, incluidos los hasta entonces complacidos empresarios, ante la falta de libertades, la corrupción y el nepotismo de la poderosa dupla. «¡Qué se vayan!», exigen.

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