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El fiscal de Nueva York que impulsó el #MeToo dimite por maltratar a sus novias

M. GALLEGO CORRESPONSAL

NUEVA YORK.

Miércoles, 9 de mayo 2018, 00:27

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Como fiscal general, Eric Schneiderman, era un adalid de las mujeres, condecorado por luchar por el derecho «a controlar su cuerpo» y admirado por llevar a juicio al productor Harvey Weinstein. En privado les pegaba y las amenazaba con matarlas si se atrevían a dejarlo.

Apenas el mes pasado felicitaba en público a «las valientes mujeres que denunciaron el abuso sexual que sufrieron a manos de hombres poderosos». A él le llegó el turno el lunes, cuando la revista 'New Yorker' publicó el relato de cuatro mujeres que tuvieron con él relaciones abusivas.

Azote de Trump, al que demandó por su fraudulenta Universidad, la carrera de esta estrella del Partido Demócrata parecía fulgurante hasta ese momento. A las tres horas dimitió, y no porque admita la veracidad de las acusaciones sino porque defenderse de ellas «me impedirá liderar el trabajo de esta oficina en un momento crítico», justifica.

Los cargos son serios. Nicole Kidman, en el papel de Celeste Wright, lo hubiera entendido. Puede que en la galardonada serie de 'Big Litttle Lies' los malos tratos físicos y psicológicos que sufre la protagonista empezaran como los «juegos de rol» eróticos en los que se escudaba ayer el fiscal, pero a Manning Barish, exnovia y amiga del escritor Salman Rushdie, no le pareció ningún juego. «¿Estás loco?», le preguntó entre lágrimas. El guantazo le dejó el oído dolorido y timbrando durante meses. Cuando acudió a un especialista le extrajo un coágulo de sangre seca. Le había roto el tímpano.

Tanya Selvaratnam y otras dos mujeres que han preferido el anonimato por su prominencia social comparten idénticas historias con visitas médicas, trato denigrante, amenazas y agresiones más allá de la cama. «Su hipocresía es épica», declaró Barish, que venció el miedo y la vergüenza al ver cómo se subía al carro del #MeToo.

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