Borrar
Protesta en contra de la ejecución del clérigo chií saudí Nimr Baqer al Nimr.
Teherán cambia el nombre de la calle donde está la Embajada saudí por el del clérigo chií ejecutado

Teherán cambia el nombre de la calle donde está la Embajada saudí por el del clérigo chií ejecutado

El recinto diplomático fue atacado en la noche del sábado tras la ejecución de Nimr al Nimr y otras 46 personas acusadas de "terrorismo"

COLPISA / AFP

Sábado, 2 de enero 2016, 23:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Ayuntamiento de Teherán ha aprobado cambiar el nombre de la calle en la que está situada la Embajada de Arabia Saudí por el de calle Ayatolá Nimr al Nimr, en honor al clérigo opositor saudí ejecutado el sábado. La hasta ahora calle Bustán ha sido escenario de nuevas manifestaciones este domingo, informa la cadena de televisión estatal iraní Press TV.

La Embajada de Arabia Saudí en Teherán (Irán) fue atacada la noche del sábado por manifestantes que protestaban tras la ejecución del clérigo chií saudí Nimr al Nimr, ha informado la agencia Isna.

Los manifestantes lanzaron cócteles molotov contra la sede de la Embajada y alcanzaron a entrar en el recinto diplomático para luego ser expulsados por la Policía, según la misma fuente.

En las imágenes difundidas por las redes sociales parece verse cómo los manifestantes irrumpen en la sede diplomática y le prenden fuego.

En una fotografía colgada en Twitter se puede ver a manifestantes ante el edificio y pequeños fuegos dentro del inmueble y en otra se ve una habitación con muebles destrozados, al parecer tomada dentro de la Embajada.

Poco después han aparecido imágenes de agentes de la Policía disolviendo la concentración. El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha pedido calma y ha emitido un comunicado pidiendo a los manifestantes que respeten las instalaciones diplomáticas, según recoge el portal iraní 'Entekhab'.

"Hasta ahora, 40 personas que entraron en la Embajada han sido identificadas y detenidas. La investigación sigue su curso para identificar a los demás responsables de este incidente", ha señalado el fiscal de Teherán, Abbas Jafari Dolatabadi.

Amenazas de Irán

La ejecución de 47 personas por "terrorismo", entre ellas el líder religioso chiita opositor Nimr Baqer al Nimr, ha provocado la indignación de esa comunidad religiosa en países vecinos e incluso amenazas de Irán. Este domingo, el guía supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, ha prometido que Arabia Saudí sufrirá "la venganza divina". "La sangre injustamente derramada de este mártir tendrá pronto consecuencias", ha dicho Jamenei a unos clérigos en la capital iraní.

Por su parte, Riad ha acusado a Irán de ser un país "sin vergüenza", de apoyar al "terrorismo" y menoscabar la estabilidad regional. "El régimen iraní es el último en poder acusar a otros de apoyar al terrorismo, en tanto él mismo lo hace", ha declarado un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores a la agencia oficial SPA. Riad había anunciado una convocatoria al embajador iraní por las declaraciones "agresivas" de Teherán.

Mohammed al Nimr, hermano del líder chiita, una figura de la oposición al régimen saudí, advirtió de que esta ejecución "provocará la ira de los jóvenes" de esta comunidad minoritaria en Arabia Saudí, un país dirigido por la dinastía sunita de los Al Saud. "Habrá reacciones negativas en el interior del reino y en el extranjero, pero esperamos que sean pacíficas", declaró por teléfono a la AFP.

Los condenados -45 saudíes, un egipcio y un chadiano- fueron ejecutados en doce ciudades, precisó el ministerio del Interior en una declaración oficial. Los ejecutados suelen ser decapitados con un sable. Según las autoridades, fueron condenados por diferentes delitos, en especial por haber abrazado a la ideología radical "takfiri" (término generalmente utilizado para designar a los grupos radicales sunitas), por haberse unido a "organizaciones terroristas" y por haber realizado "complots criminales".

Nimr Baqer al Nimr, de 56 años, crítico feroz de la dinastía Al Saud, fue el líder de un movimiento de protesta que estalló en 2011 en el este del país, donde vive la mayor parte de la minoría chiita, una comunidad que se siente marginada. El jefe religioso fue condenado a muerte en octubre de 2014 por "sedición", "desobediencia al soberano" y "tenencia de armas" por un tribunal de Riad especializado en casos de terrorismo.

La UE se une a las críticas

La Unión Europea (UE) expresó este sábado sus "serias inquietudes" por su ejecución. "El caso específico del jeque Nimr Baqer al Nimr levanta serias inquietudes sobre la libertad de expresión y los derechos civiles y políticos de base, que deben ser respetados en todos los casos, inclusive en la lucha contra el terrorismo", declaró la jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini.

Para el departamento de Estado norteamericano, esta ejecución amenaza con "exacerbar las tensiones sectarias en momentos en que urge calmarlas". "Estados Unidos exhorta al Gobierno de Arabia Saudí a permitir que la oposición se exprese pacíficamente", agregó el portavoz de la diplomacia estadounidense, John Kirby, en un comunicado, señalando la "particular preocupación" del Gobierno en Washington por esta situación.

En Bagdad, el primer ministro iraquí Haider al Abadi manifestó que esta ejecución significó "un gran 'shock'", y señaló que puede tener un efecto desestabilizador. "La libertad de expresión y la oposición pacífica son derechos humanos de base garantizados por las leyes divinas e internacionales. Violarlas tiene consecuencias sobre la seguridad, la estabilidad y el tejido social de toda la región", dijo en un comunicado.

Philip Luther, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio, señaló en una entrevista a la AFP: "las autoridades saudíes dicen haber realizado estas ejecuciones para preservar la seguridad. Pero la del jeque Nimr Baqer al-Nimr sugiere que las utilizan para zanjar cuentas políticas (...) bajo la cubierta de lucha contra el terrorismo". Según la ONG de defensa de los derechos humanos, Arabia Saudí es uno de los países que más aplican la pena de muerte en el mundo, junto a China, Irán y Estados Unidos.

Tras esta ejecución, un dirigente del partido chiita Dawa, en el poder en Irak, llamó a tomar medidas de represalia, como el cierre de la Embajada saudita en Bagdad (recientemente reabierta) o la ejecución de "terroristas" saudíes detenidos en el país. Por su parte, el movimiento chiita libanés Hezbolá denunció "un crimen odioso perpetrado sobre la base de falsas acusaciones".

En cambio, las monarquías sunitas de la región, entre ellas Bahréin y Emiratos Árabes Unidos, saludaron la actitud de Arabia Saudí. No obstante, en el primero de estos países varios jóvenes de la mayoría chiita se concentraron en los suburbios de Manama para protestar contra estas ejecuciones.

Entre las personas decapitadas el sábado se encuentran también yihadistas sunitas condenados por su implicación en atentados en 2003 y 2004, reivindicados por Al-Qaida. Estas ejecuciones fueron las primeras en el 2016. Arabia Saudí es un país muy rígido al aplicar una versión rigorista de la sharia (ley islámica) para todo tipo de delitos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios