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Investigadores inspeccionan los restos del avión de AirAsia.
El avión de AirAsia pudo sufrir una explosión antes de estrellarse en el mar

El avión de AirAsia pudo sufrir una explosión antes de estrellarse en el mar

La parte izquierda de la aeronave parece haberse desintegrado, lo que apuntaría a un cambio de presión como causa de la deflagración

AGENCIAS

Lunes, 12 de enero 2015, 07:39

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La Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte y la Agencia Nacional de Salvamento y Rescate de Indonesia han ofrecido versiones contrapuestas sobre la hipótesis de que el avión Airbus A320-200 de AirAsia que se estrelló el 28 de diciembre en el mar de Java sufriera una explosión en vuelo antes de chocar contra el agua.

El director de Operaciones de la Agencia Nacional de Salvamento y Rescate, S.B. Supriyadi, ha asegurado que es probable que el aparato sufriera una "explosión" antes de estrellarse, toda vez que los restos encontrados hasta el momento apuntan a que la parte izquierda de la aeronave se desintegró.

Sin embargo, el investigador de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte Santoso Sayogo ha descartado esa hipótesis. "No hay datos para apoyar una teoría de ese tipo", ha asegurado.

En declaraciones a la prensa, Supriyadi ha afirmado que el aparato "sufrió una explosión" antes de estrellarse y que la causa podría ser un cambio de presión en el aparato, todo ello basándose en el análisis de los restos de la aeronave encontrados hasta la fecha.

Recuperación de una de las cajas negras

Los equipos de rescate indonesios han recuperado hoy la caja negra que guarda los datos de vuelo del avión de AirAsia. El dispositivo fue sacado de debajo una de las alas del Airbus 320-200 siniestrado, ha revelado el director de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas) de Indonesia, Bambang Soelistyo, según los medios locales.

El funcionario ha señalado que la caja negra se limpiará y examinará en Yakarta, donde, según los expertos, se podrá en un mínimo de dos días acceder a la información que contiene, aunque la descarga completa de toda la documentación llevará unas dos semanas si es que el equipo no ha resultado dañado por el accidente.

El registro de vuelo, que ofrecerá entre otros datos la altitud, la velocidad y el peso, permitirá esclarecer qué le sucedió al avión de la línea de bajo coste AirAsia . La otra caja negra que llevan los aviones comerciales, la que contiene las grabaciones de las conversaciones en la cabina, también ha sido localizada a unos 20 metros de la anterior y hoy se ha trabajado en sacarla del mar.

El mal tiempo sigue entorpeciendo las labores

Ambos dispositivos, de color anaranjado en vez de negro, fueron detectadas el domingo en el mar, a una profundidad de entre 30 y 32 metros, pero no pudieron ser sacados porque se encontraban atrapadas entre restos del aparato. Olas de varios metros, las fuertes corrientes marinas y el vigoroso viento dificultaban hoy, una jornada más, las operaciones de búsqueda y rescate.

Un total de 29 embarcaciones y trece helicópteros de distintos países, incluidos Estados Unidos, China, Singapur y Malasia, tienen la misión de recuperar los cadáveres de los 162 ocupantes del avión.

Los equipos de rescate han sacado del mar 48 cuerpos y se han identificado oficialmente 32 de ellos hasta la fecha, en un procedimiento que llevan a cabo forense especializados en Surabaya, la ciudad de la isla de Java de donde despegó el avión y donde se encuentran muchos de los familiares de las víctimas.

Las autoridades creen que la mayor parte de los cadáveres que restan por encontrar pueden estar atrapados en el fuselaje del aparato. Los equipos de búsqueda tienen pendiente verificar varios objetos localizados, uno de ellos de diez metros de largo que podría corresponder al cuerpo principal del Airbus siniestrado.

El avión del vuelo QZ8501 de AirAsia despegó de Surabaya en la madrugada del 28 de diciembre y tenía previsto aterrizar unas horas más tarde en Singapur, pero se estrelló en el mar al sur de la isla de Borneo unos cuarenta minutos después de partir. El aparato transportaba tres surcoreanos, un británico, un francés (copiloto), un malasio, un singapurés y 155 indonesios, entre pasajeros y una tripulación de siete personas.

Pilotaba el capitán Iriyanto, de nacionalidad indonesia, un experimentado profesional con 23.000 horas de vuelo, 6.000 con Indonesia AirAsia, y la aeronave había pasado su última revisión de mantenimiento en noviembre. El piloto llamó a medio camino a la torre de control en Indonesia y solicitó permiso para virar a la izquierda y subir desde los 32.000 pies de altitud (9,76 kilómetros) hasta los 38.000 (11,59 kilómetros) para evitar una tormenta. Las tormentas son frecuentes en esa región en esta época del año, la de mayores precipitaciones de la estación lluviosa.

La torre de control aprobó el viraje en el momento pero no pudo restablecer el contacto cuando unos minutos después llamó al piloto para aprobar el ascenso, aunque solo hasta los 34.000 pies. Las autoridades indonesias han establecido una indemnización de unos 100.000 dólares por cada una de las víctimas mortales.

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