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May se adentra de la mano del DUP en el laberinto norirlandés

I. GURRUCHAGA

Viernes, 16 de junio 2017, 00:16

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El 19 se ha confirmado como el día del primer encuentro entre los negociadores de Reino Unido y la Unión Europea. Hay fecha también para la presentación del programa legislativo del Gobierno en el Discurso de la Reina, el miércoles 21. Y el ministro para Irlanda del Norte, James Brockenshire, mantiene que el 29 es el último día para llegar a un acuerdo sobre la reconstrucción del Ejecutivo autonómico.

Pero no hay fecha para sellar el pacto de Theresa May con los unionistas de Arlene Foster. La líder del DUP regresó a Irlanda del Norte tras entrevistarse con May el martes. Han llegado al 95% del entendimiento sobre los principios que permitirían a los diez diputados unionistas sostener al Gobierno conservador en el Parlamento.

La estabilidad del nuevo Ejecutivo de May en sus primeros días parece asegurada, pero también definirán si Irlanda del Norte recupera su autonomía, o es gobernada directamente por Londres o ha de votar de nuevo. Jeremy Corbyn y los otros partidos norirlandeses piden transparencia sobre el acuerdo con el DUP.

La política británica debe prestar atención ahora a la enrevesada coyuntura norirlandesa. Gerry Adams, líder de Sinn Féin, afirmó ayer, tras entrevistarse con May, que le había advertido de que «está faltando al Acuerdo de Viernes Santo», que le exige imparcialidad entre unionistas y republicanos. Dijo también que la primera ministra expresó su compromiso con aquel gran pacto.

El DUP y Sinn Féin coinciden en querer más fondos de Londres para los servicios públicos en la región. Ahí no habrá disputas si los unionistas logran extraerlos. Pero el Ejecutivo autonómico fue disuelto en enero, tras la dimisión del fallecido exviceministro principal, Martin McGuinness, por rencores profundos. El DUP se siente incómodo con la obligación legal de pactar todas las decisiones del Ejecutivo entre los partidos mayoritarios de las dos comunidades norirlandesas. Pero utilizó el mecanismo para evitar leyes -la 'petición de interés'- para bloquear el pasado año una ley de legalización de matrimonios homosexuales. Irlanda del Norte es la única región británica donde no se permite.

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